Encuentros

Ezpalak, «tenemos canciones rabiosas para muchos años»

 

Ezpalak regresan con «Hortz Aina Hots», un disco en el que la banda de Zestoa reincide en esos sonidos potentes de su anterior trabajo, yendo un paso más allá, y experimentando con cosas más oscuras, siempre buscando la energía del directo. Para hablar del tercer disco de los gipuzkoanos, nos hemos puesto en contacto con Juanjo Berasain, vocalista de la banda.

¿Sentíais cierta presión a la hora de afrontar el nuevo trabajo, tras el éxito de Kolpatu Topatu?

Sí, con el avance que habíamos tenido con ese segundo trabajo, sí que había un poco de presión por tener que hacer un disco competente, ya que era el tercero y no podíamos sacar cualquier cosa; hemos hecho como un pequeño grupo de fans, que ya esperan algo y no queríamos decepcionarlos, así que sí que estábamos un poco nerviosos por ello.

¿Y cómo afrontasteis este tercer disco?

Tampoco le dimos muchas vueltas, hacíamos lo que iba saliendo y lo que nos apetecía, y lo fuimos grabando mientras tocábamos la gira del anterior disco; así que pudimos coger muchas ideas de los directos. Pero como teníamos muy claro lo que queríamos hacer y la dirección que queríamos tomar, todo fue saliendo de una forma muy natural.

El gran crecimiento de la banda se produjo durante la pandemia, tocando con público sentado y con aforos limitados. ¿Ha influido esto de alguna manera en vuestra música?

Cuando empezó a venir a vernos más gente tocábamos con poca gente y en sitios poco habituales, fue una temporada en la que colgar el “sold out” era muy fácil (risas). Pero, gracias a que las circunstancias mejoraron, se empezaron a abrir los sitios y volvieron a darse conciertos en una situación normal, y ahí ya vimos cómo era la realidad y cómo era dar un bolo con gente de pie y sin limitaciones; así pudimos darnos cuenta de la dimensión real de lo que estábamos haciendo. Fue una época rara y complicada, pero que también disfrutamos muchísimo.

Centrándonos en el disco, desde el primer momento percibimos que el sonido es más directo y punk, ¿podría considerarse una especie de punto intermedio entre vuestros dos trabajos anteriores?

En cuanto al equilibrio entre lo melódico y lo punk, podría ser. Nosotros creemos que este disco es una continuación directa de algunos temas del Kolpatu topatu como podrían ser «Tristura» o «Zatoz», por ejemplo, pero siempre dejando ese trasfondo melódico y esos estribillos coreables que también estaban en el primer disco. Así que, se podría decir que sí tiene relación con los dos trabajos anteriores.

También encontramos temas más oscuros como puede ser «Kaosari deika». ¿Habéis intentado experimentar con otros sonidos diferentes a lo que ya habíais hecho hasta ahora?

Lo que hemos hecho ha sido buscar diferentes opciones a la hora de componer y grabar los temas, buscando el estilo a cada canción. Hemos mantenido el pop en temas como «Zu izan», por ejemplo, pero como dices tú, yendo a algo más oscuro, intentando tocar un poco de todo para ver dónde nos vemos más cómodos.

Supongo que siempre pensando en el directo, ¿no?

Sí, todas las ideas de este disco salen de ver cómo sonarían en directo y para ello, nos hemos basado un poco en las canciones de discos anteriores que más disfrutamos en vivo. Por ejemplo, en los bolos solemos rescatar «Atarian» del primer disco, y sabemos por qué: porque es directa y rápida. Así que, este disco ha sido, básicamente, componer algo para luego pasárnoslo bien en los conciertos.

En cuanto a las letras, hay mucho de reivindicativo, pero también de filosófico, tocando temas como el “tempus fugit”, en canciones como «Nork daki» o «Ez itxoin», o la necesidad de ser siempre uno mismo, en «Zu izan» o en la mencionada «Kaosari Deika». ¿Consideráis fundamental transmitir este mensaje en vuestras canciones? 

De hecho, de lo de ser uno mismo ya se hablaba en «Hauxe naiz ni» del anterior disco. De todas formas, en cuanto a las letras, no nos suele gustar mucho explicar el significado de las letras, porque preferimos dejarlo a la interpretación de cada cual, y por eso son temas muy abiertos. Pero bueno… estar disconforme con lo que hay arriba, con lo que nos pasa, o con lo que nos obliga a ser algo que no queremos ser son temas muy recurrentes en nuestras canciones. Al final, creemos que es importante dejar un mensaje que a todo el mundo le pueda servir para algo, o algo con lo que se pueda sentir identificado.

¿Ha influido la pandemia en la parte más rabiosa de estas nuevas composiciones?

Cada uno en la banda hemos vivido la pandemia de una forma diferente, pero a todos nos ha tocado pasarlo mal por una cosa o por otra, tanto por el trabajo como por la situación de la industria musical; creo que es una rabia incandescente y que tenemos canciones rabiosas para muchos años.

¿Os sentís unos privilegiados viendo lo bien que están funcionando los conciertos de la gira de presentación, en esta situación de saturación post-pandémica que estamos viviendo?

Nos sentimos muy afortunados; el verano pasado estuvimos tocando en todos los sitios posibles en Euskal Herria, y teníamos ese miedo de que ahora la gente ya no quisiera venir a los bolos en salas, después de habernos visto 30 veces. Sin embargo, ha estado muy bien y nos sigue llamando de muchos sitios, también fuera de aquí, así que estamos muy contentos por seguir siendo unos “pelmas”… pero por más sitios (risas).

Texto: Sergio Iglesias

 

 

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