Y lo es debido, especialmente, a una variedad de registros planteada de forma muy sutil. Porque con el blues presente de principio a fin, a lo largo del álbum encontramos desde melodías clásicas del Delta a aires ligeramente fronterizos («Wait For Me»), juerguista boogie rock («I Wanna Feel Good Tonight») o alientos espirituales (la magnífica dupla «The Right Hand» / «Colors in Rain»). Pero todo sin giros bruscos, sin estridencias; al contrario, las canciones se suceden con una muy lograda solución de continuidad, gracias sin duda al registro vocal de Rita. Una voz y una interpretación, la suya, que no busca emular ni forzarse para sonar a lo que no es. A modo de ejemplo, tan solo una primera escucha a esa magnífica balada que es «I Am Changed», muestra clásica de interludio noir en los night clubs de celuloide, con su fraseo tan natural y esa tenue, elegante trompeta, basta para darse cuenta de ello. Incluso cuando se enfrenta a un pequeño clásico como el «Black Cat Bone» de Jessie Mae Hemphill (única versión del repertorio) lo hace con la adecuada mezcla de respeto y personalidad, Y así, la impresión que queda, tras diversas escuchas, es la de una cantante de blues blanca que no pretende parecer negra. Y ello no solo es de agradecer, sino que resulta fundamental a la hora de disfrutarla.
Eloy Pérez
