Durante los últimos tiempos hemos asistido a un goteo constante de lanzamientos de Young. Entre discos con canciones nuevas, directos antiguos y otras cosas que ha ido encontrando al rebuscar en los baúles tiene a sus seguidores con la lengua fuera y el bolsillo lleno de telarañas. Esa incontinencia acarrea puntos positivos, Neil mantiene su ritmo de trabajo y las ganas por mantenerse activo en lugar de disfrutar de un dorado retiro y algunas de esas grabaciones tienen su gancho, pero, por otro lado, ha relajado bastante el filtro de calidad y hay que reconocer que se podía haber ahorrado la publicación de más de una de ellas.
Un servidor es de los que tiene como última entrega notable el ya lejano Psychedelic Pill, que vio la luz en 2012, acompañado por Crazy Horse. Y es el caballo loco el que nuevamente lo respalda en World Record con Nils Lofgren en el lugar de Frank Poncho Sampedro, pero su galope se resiente, el antaño brioso corcel se adormece en perezosos medios tiempos que suenan a déjà vu y solo muestra detalles de su esplendoroso pasado en momentos puntuales; como la punzante slide de «Break The Chain» o las limpias melodías vocales de sabor campestre de «This Old Planet» o «The Long Day Before».
¿Solo? Bueno, Young siempre tiene algún as en la manga y en este caso es «Chevrolet», quince minutos de guitarras crujientes en las que el viejo espíritu cobra vuelo de nuevo, cruzando ese sutil éter de tormentosa electricidad estática que tantas veces nos ha llevado al éxtasis.
Manel Celeiro
