El sello Humo Internacional celebró el fin de año con doble cartel que en noche dominada por la juventud revival de los asistentes -¡hablaban de la sala Rock-ola!, comenzó con la prestación de ‘+’ disco con el que La URRS retoman una propuesta sonora que actualmente parece tener más seguidores que cuando comenzaron hace años. El proyecto parece consolidarse, tanto en estudio como sobre todo en directo que es donde cobra mayor sentido su propuesta, como así demostraron con vehemencia esta noche que orbitó entre diferentes atmósferas del sonido oscuro.
Mostraron sus cartas de inicio, post-punk duro de batería sonando monótona y contundente y con líneas de bajo muy marcadas y las guitarras cortantes y afiladas «Euroorden» y «Euforia»… extremándose hasta sonar industrial «Meta» y hardcore «Fe», aunque sin olvidarse de las melodías en ningún momento. Sobre el muro sónico se alzaba la voz en repetitiva arenga sobre una visión del mundo polarizada en el capitalismo y la religión con la tecnología como sustento de ambos junto a nihilistas proclamas generacionales.
Sonaron más acelerado ¡más punk que post! en algunas canciones de su anterior disco «Olvido», «Curva de consumo ascendente» o «Non Plus Ultra» que introdujeron haciendo referencia al contradictorio término con respecto al lema oficial de España, y alguna nueva «Apocalipsis neutro». Sorprendieron saliéndose -sin estrépito- del guión «En verdad» donde los residentes en Granada, sin perder su esencia, se inspiran en la hondura popular de las cadencias meridionales de su tierra. Se despidieron aludiendo a la postverdad, postmodernidad… postureo con «Post»
Con una puesta en escena tan apocalíptica como su propuesta sonora, aparecieron los madrileños Somos la Herencia para presentar ‘Dolo’, prácticamente inédito en directo al editarse poco antes del parón pandémico, junto a algunas canciones editadas posteriormente en formato ‘casette’. Con ellos del oscuro se pasó al negro inundando la abarrotada sala de contundente techno industrial en una ‘intro’ que dio paso a un denso muro de sintetizadores de grano grueso, baterías sordas y bajos tensando los graves hasta el límite: «Revisión de la materia» y «El parque de Atenas» auténtico himno que sonó cercano al house rotundo con la gente, como si de una discoteca de los 90’ se tratara, bailando loquísima
Aparecieron atisbos de melodía… densa y claustrofóbicas eso sí, «Cuero Rojo» y «Plaza Dura» recuperada ésta de su material antiguo, pero sonaron más agresivas e incendierais en un final de actuación que ellos mismos anunciaron… iban a hacer el bruto… como así fue. «Hombres libres» y «Pensar» sonaron mas allá que una vuelta de tuerca, las forzaron hasta descerrajarlas poniendo a prueba a un público entregado y ávido de ruido.
Texto: Antonio Cancho
Fotos: Ateneo Oculto