La irrespirable y opresiva realidad británica, como reflejo de una Europa que sigue el mismo guión, pero de la que se desmarcan, provoca que sus ciudadanos más concienciados se manifiesten de forma activa contra un modelo socioeconómico que… no cuenta con ellos y acelera las desigualdades de forma exponencial. El brexit, como mecha que prende la llama, ha sido un punto de inflexión que musicalmente sitúa a las islas en un punto similar al que generó la oleada punk el siglo pasado.
Desde Bristol, Brighton o el South London jóvenes bandas muestran su enfado y expulsan su rabia a base de aceleras guitarras e inteligentes letras críticas lanzadas con rabia y apuntando alto. Idles, Squid, Shame… y desde Yorkshire los últimos en llegar son estos cuatro jovencísimo y solventes músicos que no desaprovecharon su primera visita a España para dejar clara su visión al respecto.
En apenas una hora, no fue necesario más, presentaron casi al completo su estreno en formato largo el irónicamente titulado ‘Tired of Liberty’, una montaña rusa de guitarras frenéticas y ruidosas en torno a los tres minutos de duración con las que no dieron respiro a un curioso público (atento a lo nuevo, pero de difícil clasificación) en un ir y venir por el escenario entre un ir y venir de instrumentos constante ¡los intercambiaron en todas las canciones!
Cacharrearon a sus anchas con los pedales de efectos y se movieron frenéticos con la arrogancia justa y la suficiencia necesaria propias de su ímpetu juvenil en una actuación intensa y veloz en la que demostraron manejarse entre el caos de ruido de Sonic Youth en «Blood Money», las atmosferas duras y oscuras de Joy Division en «Remains» y las arritmias delirantes de P.I.L en «People are Scary»…(los títulos lo dicen todo) hasta un punto jamaicano a lo “Clash-Sandinista” en «It’s just a ride» alternando con soltura y en escasos breves segundos diferentes cambios de ritmo que la batería marcaba con precisión. Enseñanzas bien aprendidas con las que se posicionarse.
Texto y foto: Antonio Cancho
