En su gira europea presentando los cuatro álbumes bajo un título común (I am the Moon), la TTB recala tres noches en París, dos noches en la Sala Le Trianon a los pies del barrio de Montmartre y una tercera noche en Bataclan. Asistimos a la primera noche, el sábado 12 de noviembre con mucha expectación ante un público maduro y con un sold out de meses en todas las fechas. Es poco habitual ver a un combo de doce músicos en un escenario (tres vientos, teclados, dos baterías, tres coristas, bajo y dos guitarras – Susan y Derek-). Coincidimos con algunos españoles que tampoco quisieron perderse tan magno evento y hay un tipo que me cuenta que los ha visto; ¡22 veces! Un servidor debuta con el combo aunque los disfrutó hace ya muchos años (un lejano 26 de julio de 2009) en la Noche de Blues del Festival Portaferrada de Sant Feliu de Guixols (Girona) cuando la banda no existía y Susan y Derek tocaban con sus respectivas bandas en solitario (aunque luego se juntaron ambas).
En horario europeo y a las siete y diez de la tarde salen los músicos a escena y atacan tocando el primer volumen de I am the Moon: Crescent. Léase, Hear My Dear, Fall in, I am the Moon (por Dios que tema y melodía más adictiva y deliciosa)… y es que Susan sigue cantando ¡como los ángeles!, Circles Around the Sound y ese totémico tema instrumental titulado Pasaquan en la que Derek vuelve a demostrar que es uno de los guitarristas más imponentes y excelentes de la actualidad. El público está extasiado y muchos cuando terminan esos primeros temas se ponen de pie para aplaudir a rabiar. Susan y Derek se miran y sonríen. Se palpa su felicidad y la energía entre público y banda.
Seguidamente Derek le cede el protagonismo a Susan y esta interpreta uno de sus temas en solitario que suena majestuoso: Just wont’ burn del álbum de 1998 del mismo título, antes de una pausa de quince minutos para encarar la segunda parte del directo. En el segundo set además de interpretar más temas de I am the Moon (Ain’t that something, la estupenda La Di Da o Gravity) atacan con dos temas portentosos de ese álbum perfecto de Derek and the Dominos (Layla and 20 other assorted love songs) que revisionaron hace unos años (Bell Bottom Blues y empalman sin pausa con Why Does love got to be so sad). Me fijo en Derek, como ejecuta ambos temas, los solos y por momentos mis ojos no saben si estoy viendo a Clapton o a Derek.
Antes de los bises se desata la euforia con una interpretación chamánica de Soul Sacrifice de Santana. El último tema y bis de la noche fue Show me de Joe Tex. Una noche que guardaremos en la memoria por los siglos de los siglos. Probablemente, una de las mejores bandas que se pueden disfrutar hoy encima de un escenario. La química entre todos los músicos es evidente y los duelos guitarrísticos entre Derek y Susan dignos de mención (volveré a escribirlo, lo de esta mujer cantando y tocando también es sobrenatural). Podéis consultar el set list entero de la noche en la web de setlist.fm.
Texto y fotos . Jordi Sánchez
