El pasado viernes pudimos volver a deleitarnos con los norteamericanos Band of Horses en una sala. Ese es su hábitat actual y quizás de ahí no debieron salir. Si no estoy errado su último concierto en Barcelona fue en uno de los escenarios del Festival Cruïlla de un lejano 2014 y ese concierto no les hizo justicia. Quizás por este motivo o porque la gente realmente los ama, Apolo estaba totalmente sold out desde hacía semanas tras suspenderse su primera fecha por la pandemia. Como decía el compañero Manel Celeiro hace unos días en esta web, los Band Of Horses son uno de los referentes del rock norteamericano alternativo de principios del presente siglo. Su música, barnizada por una producción contemporánea y un envoltorio actual, no tendría sentido sin la presencia y el espíritu de su líder y máximo compositor, Ben Bridwell que se mostró alegre y sorprendido por la reacción del respetable. En realidad, fue Ben el auténtico protagonista y centro de las miradas de la noche. Presentaron su último trabajo titulado “Things are great” (2022) de los que sonaron temas como “Warning Signs” o “Lights”.
Son composiciones y es un álbum que, tras algún que otro tropiezo con trabajos menores, acercan a la banda a cotas de calidad, de otros álbumes que en su día acapararon la atención masiva de los medios (“Everything all the time” (2006) y “Infinite Arms” -2010-). Ben empezó la noche sentado delante de su pedal steel con “Monsters” y “The First Song”. Y la primera explosión de la noche fue “Is there a Ghost” del álbum “Cease to Begin” (2007) – el recinto se vino abajo-. La actitud de la banda y el ritmo del concierto fue loable y poco a poco fueron desgranando lo mejor de su cancionero con excelentes interpretaciones de “Laredo” (¿su mejor composición?), la bonita “No one’s gonna love you” o la popular y vitoreada con un “ooooh” inicial del público; “The Funeral”. Para muchos fue una noche perfecta y un servidor realmente no le pone ningún “pero” al evento. Pese a ello, terminé la velada pensando que su momento, quizás, ya pasó.
Texto: Jordi Sánchez
Fotos: Marina Tomás
