Encuentros

Sunfaia, captadores de sangre y de emociones

 

Banda con acento madrileño, que interpreta el rock a su propia manera, picando de aquí y de allá pero convergiendo en un sonido inteligente y no apto para todos los públicos. Su rock alternativo en una onda Queens of the Stone Age va más allá de influencias que predispone para un saboreo relajado y una atención especial a las letras.

Primero de todo, ¿cómo nace la banda y cuál es la formación actual?

Sunfaia nace a finales de 2010, aunque no le damos nombre al grupo hasta la primavera de 2011, en la que ya empezamos a dar algún concierto por Madrid y a grabar temas desde el local de ensayo con nuestro propio equipo. Ahora mismo somos Karra Gahete a la guitarra principal; Karra es el miembro más reciente, se incorporó a la banda en el otoño de 2019. Dani Enríquez a la batería y percusiones, lleva desde 2013 con nosotros. Y Jorge Falcones (Bajo) y Aitor Gascón (Voz y guitarra) somos los supervivientes desde los comienzos.

Os consideráis una banda de barrio, concretamente del barrio de Bilbao en Madrid. ¿Cómo valoráis esta apreciación y os sentís cómodos con esta definición?

Bueno ahí hay un poco de confusión, ya que nuestro videoclip Latidos está grabado en el actual barrio de Aitor, en el Bº de Bilbao como bien dices… pero la verdad es que procedemos de distintas partes de Madrid, incluso de fuera de Madrid. Si bien cuando empezamos en la banda, casi todos éramos de Tetuán, ahora tenemos gente de Aluche, Arganzuela o incluso San Sebastián de los Reyes. Pero la verdad es que sentimos apoyo cuando decimos que somos de este barrio o aquel. Es una cosa que dentro de Madrid tira bastante.

Lo que sí somos es una banda madrileña, la mayoría de nuestro público está en Madrid, es donde hemos dado la mayor parte de nuestros conciertos y es una ciudad poliédrica y camaleónica y un poco canalla, características todas que se encuentran en la raíz del sonido cambiante de la banda.

En relación con la anterior pregunta, ¿pensáis que los tiempos modernos han hecho perder un poco de esas interacciones entre la población del barrio, y concretamente en lo referente a compartir tener vivencias con la música? En el tema “Latidos” habéis querido reflejar un poco esta sensación de barriada, no?

Sí, Latidos es un tema un tanto desalentador en su primera fase, un tanto pesimista. Pero sin embargo, al final lanza un mensaje de esperanza, de resiliencia, y el videoclip queríamos convertirlo en una especie de homenaje a las personas que pueblan los barrios obreros de las ciudades, porque son siempre los que más sufren y cargan con los problemas que surgen en la actualidad y no tan actualidad. Queríamos reflejar también el día a día de un barrio cualquiera y buscar la belleza entre sus calles. La belleza de la gente y también de la arquitectura que les rodea, aunque sea una arquitectura más bien funcional y gris.

En cuanto a lo que preguntabas sobre las interacciones de los barrios, bueno los tiempos cambian y tenemos otros hábitos quizás construidos en parte por los avances tecnológicos, pero creo que al menos hasta donde nosotros conocemos, la vida en los barrios sigue viva, de momento. De momento quedan todavía los pequeños comercios, a pesar de las grandes superficies, y la gente sigue saliendo al parque, niños y adultos, a pasear a sus perros, a jugar o simplemente a estar de tertulia. En fin, eso sigue existiendo pero es posible que no sea tan habitual como antes. Ahora muchas veces los vecinos son auténticos desconocidos, y antes supongo que había más sensación de vivir en una comunidad.

El nuevo EP  “Systole” apuesta por muchas guitarras, con algunos rasgados bastante finos. ¿de dónde os viene este aprendizaje?

Nuestro nuevo jefe de las seis cuerdas, Karra, es un tipo que ha estudiado y con muy buena mano. Supongo que es el culpable de esos rasgueos. Sí que es cierto que todos los temas tienen su guitarreo. En realidad, en Sunfaia, las canciones casi siempre han nacido de un riff de guitarra (como en casi todas las bandas de rock) y somos una banda de guitarras. Es cierto que siempre hay hueco (sobre todo en las grabaciones) para experimentar con otras cosas, y que siempre nos ha preocupado dejar un espacio de expresión para la sección rítmica. A lo mejor ahora los rasgados son “más finos”, como comentas, pero las guitis siempre han sido la base de nuestra música.

Hay mucho rock, bastante de alt-metal y hasta encuentro cierta predisposición al rock progresivo en una línea más metalera. ¿Cómo valoráis estas tres influencias a nivel de referencias?

El rock es el estilo con el que nos identificamos claramente. Llámalo rock alternativo o llámalo como quieras, pero ese es nuestro cajón desastre. Dentro de esto… pffff… cualquier cosa. Nos han dicho que si nos parecemos a Arctic Monkeys, que si Platero y Tú, que si rock andaluz, Pearl Jam, Kyuss, Pink Floyd… Aunque lo más fascinante, es que es posible que haya algo de todo esto en Sunfaia.

De lo que no tengo ninguna duda es de que al ir a grabar estos temas, nos encontrábamos mucho más seguros, como banda y como intérpretes, de lo que podíamos y queríamos hacer. Ya habíamos grabado un par de discos y la verdad es que creo que fuimos con otra perspectiva y que, incluso a la hora de componer, adoptamos una postura mucho más liberada de ataduras estilísticas. En este sentido sí que lo podría denominar progresivo. Lo del metal alternativo, puede ser… pero no de una manera consciente.

Pero que yo diga esto ahora puede no significar nada, porque la propia naturaleza de nuestra música hace que cada uno de los integrantes pueda interpretar nuestras influencias desde perspectivas muy diferentes. Estoy seguro que si hablas con nuestro batería Dani, te hablará de la influencia de la percusión latina en algunos temas; Jorge, el bajista, te hablará de cómo el tono del bajo de los últimos discos de Thrice está presente en este EP o Aitor te hablará del impacto del disco Villains de Queens of the Stone Age. Cada uno de nosotros venimos de mundos muy diferentes musicalmente, pero la confluencia de nuestra experiencia es Sunfaia.

Es “Abulia” el tema más rabioso del EP? Qué pretendéis transmitir en él?

Bueno la palabra Abulia es un término que significa apatía. Lo que queríamos transmitir es un poco la ansiedad que puede producir esa apatía, cierta tristeza en las estrofas, y ritmos un tanto extraños en otras partes, así como un toque de rabia en el pre-estribillo que dice “Ya no me queda sangre, el tiempo se la llevó”. En fin, lo que tratamos es de alguna manera recrear ciertos estados de ánimo.

(H)Emocaptor es toda una suerte de inspiración de 7 minutos que transitan en un ritmo ascendente que te atrapa con esos cambios de ritmo (también muy prog y una guitarra muy Gilmour). Además, el tema es bastante inquietante con una letra muy poética. ¿Qué podéis contar sobre la historia de la canción?

(He)Emocaptor habla del corazón como una especie de tejido que atrapa esos momentos de nuestra vida que nos marcan y que definen nuestros actos futuros. Como una red que atrapa nuestras emociones, y las vierte de nuevo más adelante. De ahí el juego de palabras en el título, como captador de sangre y captador de emociones. Desde luego no es lo único que condiciona nuestro comportamiento, pero es verdad que muchas veces las experiencias vividas, todas esas emociones guardadas, sirven como preámbulo de momentos futuros, y se convierte en una especie de losa con la que cada persona suele cargar.

Creo que podemos afirmar que es un tema importante para la banda. El simple hecho de hacer una canción de siete minutos con esa sonoridad, subidas, bajadas y demás… De los temas del EP definitivamente fue de los que estuvimos más tiempo trabajando en el estudio y también fue uno de los temas con los que Juan Blas se metió más a fondo, y nos echó una mano importante buscando sonidos, texturas y sonoridades. Definitivamente es el tema perfecto para cerrar el EP.

¿Cómo vivís la escena actual desde una banda de rock?

Pues la verdad que yo disfruto muchísimo con la música. Creo que, a pesar de que el rock ya no aparece en la mayoría de medios mayoritarios ni el radio ni nada, sigue estando ahí vivo en todas sus vertientes y siguen saliendo nuevas bandas buenísimas con planteamientos fantásticos que siguen aportando valor a la música underground.

Además, lo que me encanta es que muchas de estas bandas, cada una en su medida, han adoptado este mismo acercamiento nuestro a la música, ¿no? Una visión un poco caleidoscópica y sin complejos. Así es fácil encontrar bandas como Delobos, que hacen una especie de americana psicodélica andaluza; Santo Rostro (que le pone un elemento andalú al doom y al stoner); Ellalarabia, que ofrecen un posthardcore con acento canario; Gyoza, que le dan un punto de shoegaze a un rock alternativo estilo Biffy Clyro o el fenómeno de Bala o Niña Coyote Eta Chica Tornado… Todas bandas nacionales sin nada que envidiar a ninguna banda extranjera y que son solo la punta del iceberg de una escena fascinante.

El único problema es el de siempre. Pocas salas, pocos promotores, un público que es el que es para millones de bandas, cuatro festivales donde tocan las mismas bandas internacionales cada año… Pero si te gusta el rock en cualquiera de sus vertientes, hay que estar de enhorabuena porque hay una cantidad de bandas que no nos lo merecemos.

¿Qué os aporta trabajar con un sello como Lenguarmada que dispone de un catálogo de bandas con un sonido similar, o como mínimo, bandas de rock?

Nano es un tío con el que contactamos hace tiempo. Lleva toda la vida en esto, ha tocado en mil bandas, conoce a todo el mundo, tiene las cosas claras y no tiene pelos en la lengua. Que nos eche una mano con su sello y con su trabajo para nosotros es una alegría y también es un tipo de validación, porque estoy seguro que él solo trabaja con bandas que le aporten algo y que tengan algo original.

Más allá de esto, nuestra conexión con el resto de bandas de Lenguarmada es inexistente. No por nada, sino porque simplemente no se ha dado la posibilidad. Creo que compartimos cartel en una ocasión con los Sex en la Gruta 77, pero éramos muchas bandas y tampoco interactuamos mucho con ellos.

Eso sí, muchas de las bandas que lleva son bandazas, como los Whisky Caravan que ya lo están petando, hasta el punto de que vimos un anuncio suyo en el Metro (!!!) el otro día. Que una banda de rock se anuncie en el Metro de Madrid siempre es una buena noticia.

¿Qué significa el dibujo de la portada?

El dibujo de la portada lo encontramos en una oscura y polvorienta tienda de antigüedades del centro de Madrid. Bueno, no exactamente ese dibujo que aparece en la portada, pero sí otro en el que está inspirado el dibujo de Systole. Era una lámina arrancada de algún libro antiguo de medicina del siglo XIX y nos pareció algo genial para ilustrar las canciones que ya teníamos en mente, ya que todos los temas giraban un poco en torno al corazón, a las emociones, a la sangre, y de hecho el título Systole también hace referencia al movimiento cardíaco. Así que este encuentro fortuito con aquella misteriosa ilustración nos vino genial y la usamos para simbolizar todo el trabajo musical. La verdad es que no le preguntamos al tendero si la lámina guardaba algún tipo de maldición para el propietario de la misma, pero estábamos tan emocionados que nos la llevamos sin pensarlo.

Texto: Daniel Miralles

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