Las cosas no suelen pasar por casualidad. Y, en general, cuando una revista como Uncut te escoge como disco de Americana del mes -cosa que sucede con lo nuevo de John Fullbright en el número de noviembre- es que algo tienes. Para empezar, lo primero que has de tener es un puñado de canciones excelso, aspecto que en este caso es indudable. Lo segundo, ganas de romperte con cada interpretación. Y de eso también hay poca duda. Y eso que dábamos a Fullbright por desaparecido, ya que su último disco, Songs, data de 2014 y apenas había aparecido colaborando con The Turnpike Troubadours, Shovels & Rope o produciendo a American Aquarium en 2018. Ahora, con su amigo Jesse Aycock – también con carrera en solitario – a la guitarra se marca un señor disco de tomo y lomo en el que los temas con banda brillan, con cierta libertad a lo The Band, ahí está la titular para confirmarlo, y donde no faltan ese formato semi en solitario que tanto disfruta. Aunque quizá el gran cambio está en su voz, más soul que nunca, y bordando cada interpretación. De nota.
Eduardo Izquierdo