Discomático

Galahad – The Last Great Adventurer (Avalon)

The Last Great Adventurer | GALAHADCuatro años han pasado desde que Galahad entregaran su último trabajo, esa lúcida reflexión política sobre el Brexit titulada Seas of Change. Y ahora que Stuart Nicholson, Dean Baker, Lee Abraham y Spencer Luckman vuelven, lo hacen con la incorporación de Mark Spencer al bajo y con un álbum parido -como tantos otros- bajo las restricciones de la pandemia, con los miembros de la banda en lugares dispersos y grabando de forma remota. Inconveniente para ellos, seguro, que no parece trasladado al resultado final. Los ocho minutos de «Alive» (un canto de agradecimiento a sus fans, según la propia banda) nos los devuelven en impecable forma, al igual que los más de diez de «Omega Lights», en los que la épica y la melodía corren al servicio de un tributo lírico a su Dorset natal, a la bahía de Shell y el puerto de Poole concretamente. Dos impecables piezas de neo prog en la mejor tradición del género, puesto al día con un inteligente sentido de la evolución.

Pero por alto que sea el nivel de inicio, lo mejor está por llegar. El ritmo y los sintetizadores de «Blood, Skin and Bone», sus exóticos coros y el solo de guitarra…todo en ese tema está tan perfectamente orquestado y amalgamado que justifica por sí solo la adquisición del disco. O eso crees antes de llegar al tema que lo titula, un homenaje de Nicholson hacia su padre, un alpinista que llegó a la cima de los dos picos más altos de los Alpes austriacos, el Gross Glockner y el Wildspitz. En realidad, la foto de portada del disco lo muestra escalando uno de ellos. Con sus ligeros aires jazzísticos y los teclados de Baker creando la atmósfera idónea, la canción cierra un álbum que, en su versión CD, añade dos temas extra que para nada actúan de relleno. Un postre y un café de calidad para terminar un ágape de categoría.

Ahora que nos adentramos en la recta final del año, encontrarnos con títulos como este o como el nuevo de Arena es -o debería ser- motivo de alborozo para la tribu progresiva, ese reducto aislado de la civilización que sigue disfrutando de sus héroes completamente ajeno a vacuas actualidades y moderneces. Estará entre lo mejor del año, ténganlo por seguro.

 

Eloy Pérez

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