Los Meanies, los Ramones de Melbourne, los arquetipos del rock de dos minutos, de la guitarra a punto de ebullición y del estribillo pegajoso, están en España. Una gira de doce fechas que los llevará por varias ciudades (ver cartel). Eran los años ochenta cuando el mundo había alcanzado su instante más hortera: pelos cardados, hombreras, vestidos brillantes, lentejueles y sintetizadores se habían instalado en la música, pero desde Australia, estos bárbaros del pop-punk daban caña para que los medios no olvidasen de dónde venía el rock. Esta vez aterrizan para presentar “Desperate Measures”, su último álbum y aquí disponible gracias a Folc Records. Hablamos con el maravilloso Link Meanie, icono de lo que fue el rock australiano, tiempos en los que no se bebía poleo menta ni se comía quinoa. Y por eso salían bandas como los Meanies.
Hola Link, me gustaría repasar contigo ocho momentos clave de la historia de los Meanies. Empezamos. El primer bolo de la banda en 1989 en Melbourne.
En realidad, fue en 1988 en una fiesta en el lugar de D.D., que era el guitarrista original, para unas veinte personas más o menos. Creo recordar que Stu Spasm de los Lubricated Goat estaba allí. Supongo que estuvimos bastante mal.
La decisión comercial de lanzar solo sencillos en los primeros días de la banda.
Esa fue la idea de nuestra compañía discográfica (Au-go-go). Funcionó muy bien ya que habíamos vendido el primer sencillo (edición limitada de 500 copias) antes de que saliera a la venta. Como no teníamos copias, regalamos singles baratos de Au-go-go de artistas como Barry Manilow.
La primera visita a Japón en septiembre de 1992.
Fue un gran choque cultural. Es un lugar tan extraño y maravilloso. Recuerdo que me perdí e intenté preguntar direcciones con cortes y quemaduras de cigarrillos en todos mis brazos. No estaba teniendo mucha suerte hasta que un tipo encantador vestido con traje de negocios me ayudó y me acompañó hasta las oficinas de Time Bomb Record. Conocía cómo ir y pude llegar a tiempo.
La grabación del álbum “10% Weird” en Seattle en 1993.
Fue muy divertido grabar con el productor Conrad Uno. Entre muchas bandas ha producido trabajos de Mudhoney y Presidents of the United States of America. Escribí la mayor parte de las letras en el avión, así que algunas de ellas son un poco una mierda. Cuando llevaba una semana, me robaron la billetera y no tenía dinero para la gira europea que luego seguía. Esperar en Hamburgo durante un par de semanas sin dinero esperando a que comenzara la gira no fue divertido.
La gira por Australia en 1994 como teloneros de Pearl Jam
Esa fue una experiencia surrealista pero agradable. Eran tipos encantadores y nos cuidaron de verdad. No era muy fan de su música, pero la pasé muy bien. Había tanta gente en la colina de Eastern Creek que desaparecía al fondo. Sentíamos como si estuviéramos tocando en Woodstock (risas). Tengo buenos recuerdos de jugar al tenis con un zapato por pelota con Eddy Vedder y Ross Knight (Cosmic Psychos) mientras salía el sol. Tiempos divertidos.
La retirada de la banda a mediados de la década de los noventa
Dejé la banda por problemas de salud mental y por querer hacer otra música. Esto me llevó a comenzar The Tomorrow People a finales de los noventa. Esa decisión hizo retroceder a los Meanies durante bastante tiempo y me siento un poco culpable por ello.
La vuelta a la actividad en 2008.
En realidad, empezamos de nuevo a finales de los noventa, pero mantuvimos un perfil bajo durante una década. La gente tenía otras bandas en marcha, así que los Meanies quedaron en un segundo plano durante un tiempo, aunque hacíamos conciertos aquí y allá.
Las muertes de D.D. Meanie y Tasman Blizzard con solo ocho meses de diferencia en 2008.
Es realmente difícil lidiar con la muerte de amigos, los compañeros de banda son familia y eso golpea muy fuerte.
¿Puedo preguntarte sobre tu actitud tan activa sobre el escenario? ¿Hubo un momento en el que te diste de que corrías un serio peligro de lastimarse gravemente?
Siempre supe que era una posibilidad, pero no me importaba demasiado la autoconservación. Me he roto muchos huesos: mano, pie, clavícula, mandíbula, etc., sin mencionar los músculos y ligamentos desgarrados y conmociones cerebrales. Mi viejo cuerpo hace muchos ruidos y me duele todo el tiempo, pero unos tragos me hacen olvidar eso.
¿Por qué crees que este álbum “Desperate Measures” ha tenido mejor aceptación que “It’s Not Me, It’s You”, el anterior?
Si supiera la respuesta sobre lo que hace que un álbum sea mejor recibido que otro, sería millonario (risas). Sin embargo, creo que “Desperate Measures” es nuestro mejor y más consistente disco hasta la fecha. Aunque me gusta mucho “It’s Not Me, It’s You”, y consta de un montón de canciones escritas durante veinte o treinta años, pero no tiene el mismo flujo que “Desperate Measures”.
La portada de “Desperate Measures”, ¿está dibujada por Rick Chesshire?
No, Rick es muy bueno dibujando portadas, pero esta está hecha por Ben Brown. Es un tipo con mucho talento y os invito a que os deis una vuelta por su web para que veáis su tremendo estilo. Es mi portada favorita de los Meanies (https://benbrown.com.au/).
Tú también has diseñado muchas portadas de álbumes para los Meanies. Son dibujos extraños y enigmáticos. ¿Qué hay detrás de ellos?
De hecho, actualmente odio dibujar y ahora todos mis diseños con Photoshop. Supongo que hace años sí disfrutaba haciendo dibujos, aunque era más por necesidad que por otra cosa. No hay ningún mensaje consistente detrás de ellos; solo dependía del tema del título. Pero principalmente estaban influenciados por la mala salud mental.
¿Qué versiones tocáis actualmente?
Todavía tocamos «Pay to Cum» de los Bad Brains, que la llevamos tocando durante años. Ocasionalmente también tocamos «Feed the Dog» de los Bored!
Texto: Manuel Beteta
