El trío malagueño de power-punk-pop vuelve a sorprendernos con un álbum, Siempre Tropical (Sonido Muchacho, 2022), en el que dan, más que nunca, rienda suelta a su creatividad y sus ganas de pasarlo bien.
La llegada de la pandemia impidió que Adolfo, Pepe y José pudieran celebrar como se merecía el 20 aniversario del imprescindible Mondo Cretino (Wild Punk, 2000), uno de los discos imprescindibles del punk patrio. La buena noticia es que Airbag han aprovechado este tiempo para confeccionar un álbum que está a la altura de los grandes clásicos de una banda que, ajena a las modas, siempre se ha caracterizado por hacer lo que le ha venido en gana en todo momento. Y eso es justo lo que nos hace sentir adoración por ellos.
Paradójicamente, lo primero que nos encontramos en el nuevo disco se llama “Finales alternativos”. Suena a himno noventero de principio a fin y, para colmo, participa Jota de Los Planetas. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Era una de las 20 canciones que teníamos preparadas para las demos, aunque originalmente era mucho más lenta. Lo que pasa es que cuando la escuchó Carlos Hernández, el productor, nos dijo que había que meterle más caña y exagerar aún más la influencia de Los Planetas. Y así se quedó, hasta que se me ocurrió que podíamos proponerle a Jota participar en esta especie de homenaje a su banda. Ha quedado mucho más redonda.
También sorprenden en la primera escucha esas baterías tan contundentes. ¿Esto también es culpa de Carlos Hernández?
Así, es (risas). La batería tiene un peso gigante en este tema de Pepe (bajo). Y en general tiene mucha influencia de The Cure y de otros grupos indie de los 90. Aunque a lo que más recuerda es a “Mi hermana pequeña”, de la primera etapa de Los Planetas. Desde el año 2000, que nos fuimos de teloneros con ellos cuando presentaban Unidad de desplazamiento, hemos tenido una conexión muy fuerte con ellos.
Por eso sorprende que hayan tenido que pasar tantos años para que esto se diera. ¿Fue tan mala la experiencia con el lanzamiento de Ensamble Cohetes para el recién nacido sello El Ejército Rojo?
A ver, la elaboración de ese disco fue un infierno porque todo fue muy accidentado. Por un lado nos pusimos mucha presión nosotros mismos porque el primer disco, Mondo Cretino, había funcionado bastante bien. Y queríamos hacer algo igual de bueno o mejor. En paralelo, la grabación fue un caos: se perdieron cintas, tuvimos que regrabar cosas, la primera mezcla no nos gustó nada,… Y en medio de todo eso nos ficharon Los Planetas para su sello. Todo sonaba muy bien porque era una filial de BMG y nosotros en ese momento queríamos crecer. Pero poco después nos dimos cuenta de que no apostaron por nosotros como pensábamos que lo iban a hacer. Fue un poco decepcionante, pero no afectó a nuestra relación.
La recta final tampoco tiene desperdicio. ¿De dónde sale esa frenética locura llamada “Todo mal”? Probablemente sea lo más bestia que habéis grabado nunca.
Nosotros somos muy fans de Minor Threat, para mí es el mejor grupo de hardcore de la historia, y siempre hemos tenido en mente hacer una canción en este plan. De todos modos, a nosotros de toda la vida nos ha gustado sorprender, es lo que venimos haciendo desde hace tiempo. Y “Todo mal” decidimos meterla porque disfrutábamos mucho tocándola, y cuando algo nos divierte nos dejamos llevar.
Y luego llega “Siempre tropical” para terminar de rematar la faena. En apenas dos minutos encontramos garage, rock, psicodelia, solos de guitarra metaleros,…
Pues con esta ocurre algo parecido, era de las que llevábamos por si acaso colaba, pero pensábamos que se quedaría fuera del disco porque es otra ida de olla (risas). Desde el principio nos pareció una mezcla súper rara, pero luego en el local del ensayo se nos ocurrió meter esa parte melódica y otra vez nos dimos cuenta de que nos divertíamos mucho.
Y entonces llega un tema acústico, “Perros y gatos”, para cerrar el disco. Con un par.
Fue raro lo que ocurrió con este tema porque a todos nos gustaba mucho pero nos costó llegar a la versión definitiva. Ten en cuenta que no tiene estribillo, que no se repite ni una sola frase, comparte un poco la filosofía del rap. El caso es que la probamos de mil maneras diferentes pero esta era la que más nos convencía a nosotros y a todo el que la escuchaba. Además, llamamos a Guille de Wild Honey, que para nosotros es un genio de la instrumentación, y cuando se puso manos a la obra con los arreglos de piano y el melotrón el resultado nos encantó. Queríamos huir de la típica ornamentación pomposa con instrumentos de cuerda.
La letra tampoco tiene desperdicio, creo que todos nos hemos podido sentir muy identificados con ese confinamiento que sigue estando tan reciente.
Es la típica letra que escribes del tirón, en 5 minutos, a la que luego no le tocas ni una coma. Y aunque nosotros siempre dijimos que nunca haríamos una canción sobre la pandemia, sí que es verdad que está en parte inspirada. Aunque el mensaje principal tiene más que ver con el carpe diem, que es algo que nosotros siempre hemos tenido muy presente pero que quizá de ahora en adelante lo vamos a tener más claro aún.
También es verdad que en los finales os suele gustar eso de jugar al despiste. Es otra de vuestras señas de identidad.
Realmente el recurso que más hemos utilizado es el de meter una instrumental. Creo que lo hicimos en tres discos seguidos y en Cementerio Indie dejamos de hacerlo porque no nos gusta caer en lo predecible. Aun así, metimos “El puente de los alemanes”, que también es una canción muy épica y más larga de lo normal. Y en esta ocasión, nos parecía guay que después de la tormenta que comentabas apareciera un tema así.
A lo largo de vuestra carrera la evolución ha sido una constante. ¿Qué pensáis de todas esas bandas de punkrock que llevan 20, 30 o 40 años haciendo lo mismo?
Nosotros estamos a favor de que los grupos hagan lo que les dé la gana. Si tú te sientes a gusto sin evolucionar y te lo sigues pasando tan bien como el primer día, me parece perfecto. Igual que si quieres explorar nuevos caminos. Lo que a mí me molesta es que se hagan las cosas forzadas, por el que dirán o por no querer quedarse atrás. Al final lo que importan son las canciones, es algo que está demostrado. Da igual si evolucionas a lo loco, como lo hicieron The Clash, o si te quedas haciendo siempre lo mismo, como Ramones o Ac/Dc.
Ahora compartís sello con bandas jóvenes como Carolina Durante, SenSenra, Confeti de Odio o Hinds. ¿Os ven como a los repetidores de clase?
Evidentemente, hay un corte generacional muy grande, pero a nosotros siempre nos ha interesado mucho lo que hace y lo que escucha la juventud. Eso no quiere decir que me guste todo lo que escucho, hay cosas que no termino de entender. Pero claro que tenemos amistad con Carolina Durante, Axolotes Mexicanos, Cala Vento y muchos otros grupos. Lo que más me gusta de estas nuevas generaciones es que son mucho más abiertos de mente, no tienen problema en escuchar a grupos de los 90,… Los jóvenes de ahora tienen muchos menos prejuicios de los que teníamos nosotros. Y ahora mismo hay grupos de guitarras de gente de 20 años que son muy buenos, no todo es autotune.
Habéis tenido un verano bastante entretenido tocando en festivales por todo el país, incluido el Sonorama, pero quiero preguntarte por el concierto en Estepona. Debió ser emocionante volver a tocar en casa.
Fue increíble tocar justo enfrente de casa de mi madre, ver a tantas familias con camisetas de la banda y comprobar que hay familias que se organizaron las vacaciones por la Costa del Sol a raíz de enterarse de nuestro concierto. Nos vinieron a saludar gente de Albacete, el País Vasco, Granada, Madrid, Almería,… Nos hizo mucha ilusión ver que estaba lleno y de hecho nos atrevimos con “La Playa del Cristo”, que estaba allí al lado y que nunca la habíamos tocado en directo.
Texto: Jesús Rojas
