Para mí es difícil hablar mal de Harlan T. Bobo, así que no voy a hacerlo. Y más cuando no lo merece en absoluto porque, una vez más, ha vuelto a demostrar con este Porch Songs el por qué es uno de los grandes de la música folk y americana actuales. Por mucho que se haya marcado un disco acústico y calmado – los que busquen estridencias huyan – más Cohen que nunca, y a pesar de que Leonard no es santo de mi devoción. Pero es que el de Memphis te atrapa en temas como «Rachel Arm», «Prey» o «Desert». Todas ellas supremas, pero tampoco muy superiores al restod el disco que no le anda a la zaga. Es cuestión de abrirle hueco en la estantería al lado de algún disco de Bonnie Prince Billy, del último directo acústico de Todd Snider o del These 13 que el año pasado firmaban Andrew Bird y Jimbo Mathus y dedicarse a ser felices con la música a palo seco.
Eduardo Izquierdo
