La agrupación de Vigo lleva una década en activo y ha publicado recientemente su sexto álbum, una colección conceptual de canciones que, tras varias escuchas, deja auténtico poso. Sorprende comprobar lo funkys que suenan y a la de palos que le dan sin dejar de sonar creíbles. Un gran momento para ellos y su música. Enchúfate a su particular radio.
Felicidades por vuestro nuevo disco, «KICK RADIO», un trabajo distinto, que puede despistar, pero que creo que una vez que entras en él puedes realmente apreciar lo que vale. Encontramos algo del característico rock n roll de siempre pero también soul, funk, tex-mex, psicodelia o reggae. Fueron vuestras nuevas composiciones las que fueron dictando la dirección del álbum o ya teníais claro (antes de componer nada) que iba a ser conceptual, que iba a tener tal variedad de estilos.
Este disco más el anterior, “Let me Stand”, son veintidós canciones de la misma sesión de grabación de estudio. Al final decidimos sacar dos discos. Uno al uso, una colección de canciones como la mayoría de los discos, y dijimos, ¿para diferenciar uno del otro qué podemos hacer? Y a Mauro, el batería, se le ocurrió hacer como si fuera una búsqueda constante en el dial de la radio. Ahí es donde empezó la selección de canciones con la idea de que fuesen lo más dispares posible, para dar esa sensación de radio y de cambio constante.
¿Son los dos primeros títulos una especie de declaración de lo que va a ser el disco?
En plan “Gonna Do It/Hagámoslo” y “Never Did That Before/ Nunca había hecho eso antes”. Como avisando que vais a entrar a darle al tema pero reconociendo también que son terrenos no tan conocidos para vosotros.
En cuanto a la primera canción, la frase que había puesto yo era “Don’t Do It”. Y alguien dijo que mola empezar con un mensaje más positivo. Y la coña del título de la segunda canción, que tiene como tres partes muy distintas, es por esa frase que llevamos muchos años diciéndonos a nosotros mismos cuando estamos montando temas que es: esto nunca lo hicimos antes tío. Es como buscar nuevas metas y una frase muy recurrente en nuestro local de ensayo. El título fue antes de la letra en este caso.
Por cierto, estas dos canciones me llevan directamente a los Parliament/Funkadelic de George Clinton, no sé si fue una influencia para vosotros. Lo digo por las guitarras eléctricas distorsionadas junto a ritmos de funk.
Para mí es 200 % de influencia… (risas). Y me costó la hostia convencer a los demás, también te digo. Es muy buscado. Y vuelvo a utilizar esa frase, es algo que nunca habíamos hecho, el rollo de darle ese toque Funkadelic. En “Gonna Do It” hay una guitarra que está todo el rato haciendo solos por detrás al estilo de Eddie Hazel, que como digo yo Hazel empezó un punteo en el primer disco de Funkadelic y lo terminó cuando sacaron el último disco (risas).
Entre la preciosa y minuciosa portada, los variados estilos musicales y las entradas de locutores presentando algunos temas habéis creado el concepto de radio sureña americana de finales de los sesenta a la perfección. ¿Cómo se os ocurrió pedir a grandes de la música como Roy Ellis o Gisele Jackson que grabasen esas voces de locutores? Presenta por favor a los colaboradores del disco.
Esto es por amistad básicamente. Teníamos algún candidato más tipo Watermelon Slim, pero en este caso como el tío vive en una cabaña en un pantano es tan difícil contactar con él (hay que hablar con su manager, el manager tiene que ir en coche a verle..) y se nos echaba el tiempo encima, no pudimos hacerlo. Nos hacía ilusión por esa manera que tiene de hablar. Le faltan algunos dientes, muy muy yanqui. Pudimos contactar con Roy Ellis ya que nuestro teclista tocó en su banda. Muchas veces, cuando gira por Alemania y Francia, siempre contrata a los Transilvanians que es un grupo de ska y reggae de Vigo en el que toca nuestro teclista. Y Gisele Jackson trabaja con la misma oficina que nosotros. Los otros son colegas: un mejicano que vive aquí, un portugués que es nuestro saxofonista… fue surgiendo, la idea la teníamos clara, simplemente tuvimos que buscar los locutores.
Con algunas canciones ocurre que nos quedamos con ganas de más. En mi caso esto me pasa con “That’s Right”, “Getting Good”, “(Fighter Girl) Play The Night Away” y “Bendita Muerte”. Se hacen demasiado cortas y parecen ideas no desarrolladas del todo. ¿Fue algo intencionado, como cuando alguien mueve el dial en busca de música?
Claro, es totalmente intencionado. No son canciones… ninguna es canción, son fragmentos, ideas que en vez de desarrollarlas decidimos utilizarlas para eso, como recurso para el cambio de dial, en el que igual te encuentras una canción empezada..
Creo que esta es la primera vez que utilizáis el castellano, además en dos canciones. ¿Crees que tiraréis por ahí a futuro, o lo vuestro suena mejor en inglés?
No lo sé, la verdad es que llevábamos tiempo tanteando esta historia y volvió a surgir la mítica frase: esto nunca lo hicimos antes. Recuerdo que yo a Toño le mandé el tema reggae y me dijo que iba a escribir la letra. Me llamó al poco y me dijo que la hizo en castellano, y nos gustó a todos. Más adelante fue ya cuando salió la de “Bendita muerte”, que surgió así. Si lo haríamos más adelante, puede ser, por qué no. Bajo mi criterio creo que quedó de puta madre, no recuerda a cosas españolas con connotaciones despectivas y no hay muchas referencias de música jamaicana que no sea en inglés. No tienes en dónde fijarte, y yo creo que el resultado es muy bueno.
Aunque el disco supone un poco un reto para los fans, incluís la pedazo de versión del tema de Mickey Newbury (vía Kenny Rogers) “Just Dropped in (To See What Condition My Condition Was in)” además del perfecto cierre, muy característico de vuestro sonido de siempre, “Just Like a Burning Day”. ¿Crees que los que se acercaron a vosotros por su pasión por el rock sureño seguirán disfrutando de esta novedosa amalgama de sonidos?
Buena pregunta tío, no lo sé. Sinceramente lo que sucede en este disco siempre sucede en directo, quiero decir que nunca hemos hecho ni rock sureño solo, ni solo soul. Para la gente que nos ha visto no creo que haya mucho cambio.
Texto: Jon Bilbao