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Blues en la encrucijada: Robert Nighthawk, el maestro de Muddy Waters

Robert «Nighthawk» Lee McCullum (o McCollum, o McCoy) nació en Helena, Arkansas el 30 de noviembre de 1909. Es hijo de agricultores pobres, de los que solo ha trascendido que se apellidaban McCollum y McCoy. Asumimos que Robert creció en la extrema pobreza y en consecuencia decidió emanciparse con poco más de diez años, iniciando así una una vida de armonicista ambulante. “Bueno, la música ha estado en mi familia toda mi vida… Mamá y papá, mi hermano y mi hermana, todos tocaban… Empecé con la guitarra en 1931… Un tipo vivía en Crystal Springs, Mississippi, él, llamado Houston Stackhouse, me enseñó a tocar […] Ni siquiera lo intenté hasta el 31… le pregunté a Stackhouse si quería enseñar.

Robert Nighthawk: música, letras, canciones, discos | Escuchar en DeezerDijo que lo haría… no sería fácil, pero que me enseñaría […] Fuimos a un lugar llamado Murphy’s Bayou, estuve allí tres semanas y cuando volví, podía tocar tres piezas”[1]. A pesar de la forma en que se expresa Robert, Houston Stackhouse era su primo. A principios de los 30 trabajaban juntos en una granja de Murphy’s Bayou, Mississippi. Stackhouse, que había aprendido de Tommy Johnson, una leyenda del Delta, le enseñó a tocar la guitarra a su primo transmiténdole gran parte del repertorio de Johnson. En paralelo a esto, Robert enseñó a tocar la armónica a su hermano Percy. En cuanto fueron capaces de interpretar canciones con solvencia empezaron a realizar actuaciones en las calles de Crystal Springs y Jackson, Mississippi. Las cosas iban bien hasta que a mediados de los años 30, Robert se vio envuelto en un tiroteo y tuvo que huir. No han llegado a conocerse los detalles respecto del incidente pero sí sabemos que marcó de forma drástica su vida.

Robert puso rumbo al norte, concretamente a St. Louis, Missouri, una ciudad que en ese momento contaba con una actividad cultural efervescente. Se valió de seudónimos para que sus problemas con la justicia le causaran dolores de cabeza, el joven músico se preocupó por mantener un perfil bajo hasta el final de sus días. En St. Louis trabó contacto con Walter Davis, pianista y cazatalentos a tiempo parcial, que le conectó con el sello Bluebird Records. Así es como Robert participó en su primera sesión de grabación profesional para Bluebird en la ciudad de Aurora, Illinois, el 5 de mayo de 1937. Dentro de su relación laboral con Bluebird tuvo la oportunidad de acompañar a la guitarra a dos grandes: Big Joe Williams y Sonny Boy Williamson (el original). De ahí surgen seis canciones con Nighthawk como artista principal, entre ellas «Prowling Nighthawk», de la que tomó su apodo. En estas primeras grabaciones, sin embargo, usó el apellido de soltera de su madre, llamándose a sí mismo Robert Lee McCoy para evitar ser reconocido, no fuera caso de que las autoridades de Mississippi le estuvieran buscando entre las novedades discográficas (es ironía). Dada su solvencia a la guitarra y la armónica, Nighthawk trabajó como músico de sesión para Bluebird hasta 1940, el período más prolífico de su vida. En 1938, junto a Williamson y Speckled Red, grabó ocho cortes bajo el nombre de ‘Rambling Bob’. En 1940 firmó por Decca y usó el alias ‘Peetie’s Boy’, puede que para tomar prestada parte de la fama del popular Peetie Wheatstraw. En 1942 empezó a usar la guitarra eléctrica, convirtiéndose en un maestro del cuello de botella y eventualmente sería una gran influencia Elmore James y Muddy Waters, así como de Earl Hooker o JB Hutto. En esos días adoptó definitivamente el nombre artístico de Robert Nighthawk, volvió a Helena y empezó a realizar apariciones en la emisora de radio KFFA, consiguiendo que sus actuaciones en la zona gozaran de la atención del público. Esto es muy importante, la KFFA era el faro cultural para mentes inquietas de la ribera del Mississippi a su paso por Arkansas, Memphis y el estado al que da nombre el río. En su frecuencia se emitía (y se emite) “King Biscuit Time”, el programa sobre blues más longevo de Estados Unidos y por extensión del mundo, Nighthawk formó parte de la banda residente del mismo. Greatest Blues Licks de Robert Nighthawk en Apple MusicEl espacio debutó el 21 de noviembre de 1941 y se realizó desde los estudios de la KFFA hasta 1990. Tanto la emisora como el espacio en cuestión fueron en sus primeras décadas una cantera de artistas de blues, durante sus dos primeras décadas el “King Biscuit Time” llegó a tener un rol dentro del blues muy similar al de “Saturday Night Live” en el mundo del cine y la comedia, nutriendo a la industria con los miembros de sus plantillas. Robert Nighthawk se ganó la vida provechosamente gracias a la profusa radiodifusión en las zonas rurales del sur, realizando viajes ocasionales a Chicago con el objetivo de intentar medrar en la urbe. Fue en 1947 cuando el ilustre Elmore James quedo prendado del estilo guitarristico de Robert Nighthawk. En ese año respaldó a Sonny Boy en el longevo programa de la radio KFFA y tomo buena nota del uso del cuello de botella que hacía Nighthawk, dato importante si tenemos en cuenta que James ha pasado a la historia como el Rey del Slide, bottleneck o cuello de botella.

Uno de los únicos autores que intentó profundizar en la vida y obra de Robert Nighthawk fue el historiador Donald Theodore Kent. Escribió un artículo capital para conocer al músico en el número 42 de la revista Blues Unlimited, publicada en marzo de 1967. Kent afirma que a pesar de que las sesiones de grabación de Robert Nighthawk no produjeran obras maestras, sí generaban grandes canciones que vendían lo suficiente. También apunta que ha “oído decir que Nighthawk fue uno de los primeros en cambiar a la guitarra eléctrica a principios de los años cuarenta y adoptó una técnica, con el cuello de botella, que tiene fama de ser una de las más influyentes”. Kent recoge en su texto que “enseñó a Earl Hooker, supuestamente enseñó mucho a Elmore James y algo a Muddy Waters, quien, a cambio del favor, consiguió a Nighthawk un contrato con Aristocrat. También grabó para Chess, States (sello en el que triunfó Junior Wells) y United (hogar de Roosevelt Sykes, Memphis Slim y The Staple Singers)”. Ningún artista o experto ha desautorizado jamás las palabras de Kent. Sobre este punto podemos añadir que Muddy Waters le contó a su biógrafo, Robert Gordon, que conoció a Nighthawk cuando este formaba parte del círculo de Robert Johnson. Por boca de Muddy Waters sabemos que conoció a Nighthawk antes de saber tocar la guitarra, que llegó a admirarle tanto que le invitó a actuar en su primera boda y que Robert Nighthawk era popular en todo el estado de Mississippi. Earl Hooker ha explicado que alrededor de 1945 Nighthawk le enseñó a usar el slide y formó parte de su banda en directo de forma habitual hasta 1949, año en el que Hooker se trasladó a Memphis para unirse a la banda de Ike Turner. Es por este tipo de testimonios que no podemos menospreciar a Robert Nighthawk como uno de los grandes bluesman clásicos. En su contra se puede decir que tuvo muy pocos éxitos, probablemente los únicos fueron “The Moon Is Rising”, para States, y “Sweet Black Angel”, para Aristocrat, que es una reelaboración del popular “Black Angel Blues” de Lucille, grabado también por Tampa Red en 1935. Pero esto no es óbice para ensalzar la figura de Robert Nighthawk, ¿Cuánta gente puede decir que Muddy Waters le consideraba un referente y hasta le consiguió una sesión de grabación?

En 1948 Muddy Waters llamó la atención de los hermanos Leonard y Phil Chess, propietarios del sello discográfico Chess Records, sobre el talento de Robert y les persuadió para que le dieran una oportunidad; así lo hicieron. Un año después Nighthawk cortó para ellos “Black Angel Blues” y “Annie Lee Blues”. Ambas piezas fueron sus mayores éxitos comerciales, sin embargo, no convencieron a los hermanos Chess ni a Willie Dixon, por lo que su tiempo en la disquera no fue prolongado. Robert no tuvo nunca grandes resultados de ventas y eso le pasó factura. De haber logrado cierta notoriedad en es ámbito su nombre estaría más presente en la historia del blues, mas no creo que a él le preocupe demasiado, no nos olvidemos que su obsesión fue siempre que no le reconocieran. “Friar’s Point Blues”, de 1940, es lo más relevante de todo lo que había encerado con anterioridad y procede apuntar que en ese corte imita descaradamente a Tampa Red. Probablemente porque en el 40, Red era uno de los guitarristas más famosos y vendidos de Estados Unidos. Nacido Hudson Woodbridge, a Tampa Red se le consideraba ‘The King Of Slide Guitar’, y se le apodaba ‘The Guitar Wizard’, o lo que es lo mismo, ‘El Rey de los Cuellos de Botella’ y ‘El Mago de la Guitarra’.  Las compañías querían material dirigido a ese mismo público que les hacía ganar dineo a expuertas a ellas y rico a Tampa Red. Nighthawk era un aspirante sin nombre, su talento le permitía emular al Mago y eso es lo que le pidieron. Una vez más, era una forma de ganar dinero tocando sin dejar de tener un perfil bajo. Merece la pena poner el acento en que Tampa Red era una auténtica estrella, a la altura de cualquier guitar hero moderno y su sombra se extendía sobre todos sus colegas, desde el ínclito Robert Johnson hasta el último rasca cuerdas del país. Las décadas de los años 30 y 40 fueron muy lucrativas para Tampa Red, tanto que compró una casa gigante para convertirla en local de ensayo y hospedaje para los músicos que el legendario productor Lester Melrose llevaba a grabar a Chicago. Melrose fue el primer gran cazatalentos de Chicago, responsable de la primera generación de maestros del blues de la ciudad. Su labor supuso una influencia definitiva para los que llegaron después. Trabajó para varios sellos discográficos simultáneamente en los 30, incluidos RCA Victor, y su subsidiaria Bluebird, o Columbia, y su subsidiaria Okeh. Descubrió a Big Bill Broonzy, Sonny Boy Williamson, Memphis Minnie, Roosevelt Sykes, Lonnie Johnson, Big Joe Williams, Bukka White, Washboard Sam, Arthur Crudup, Victoria Spivey o Leroy Carr.

Robert Nighthawk - I Need Love So Bad - YouTube

El pianista Blind John Davis recuerda la residencia/hotel de Tampa Red con las siguientes palabras: “Tenía una gran sala de ensayo y dos salas para que se quedaran los artistas que venían de fuera de la ciudad. Melrose le pagaba por alojarnos y la señora de Tampa cocinaba para todos”. Big Bill Broonzy, autor de la frase “solo hay un Tampa Red, y cuando esté muerto, se habrá acabado todo”, residía en Chichago pero pasaba mucho tiempo en esa casa junto a la crema del negocio en ese momento, nombres como Memphis Slim, Willie Dixon, Jazz Gillum, Big Joe Williams, Sonny Boy Williamson (el original), Doc Clayton, Robert Lockwood Jr., Arthur Crudup, Washboard Sam, Big Maceo Merriweather, Romeo Nelson, Little Walter, Elmore James y, aquí es a donde quería llegar, Robert Nighthawk. A causa de esto, académicos como Jas Obrecht han publicado artículos en los que sitúan a Nighthawk como discípulo de Tampa Red, sin embargo, también indican que Red no solía juntarse con sus huéspedes para improvisar, prefería servirse un whisky y disfrutar de la música que hacían unos y otros en el salón de su casa. Si tenemos en cuenta que Nighthawk era ya un músico profesional para cuando llegó a la Ciudad del Viento, y un referente para tipos como Muddy Waters, es poco probable que Red fuese su mentor.  No en vano los que aprendieron de él y le conocieron le respetaban como a un maestro. El motivo por el cual hoy en día no le tenemos por un icono del blues, es que no supo venderse cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, o decidió no hacerlo. Nighthawk fue redescubierto en los 60, dentro del renacer del blues rural que devolvió a la vida a ilustres como Son House, Skip James o Mississippi Hurt. La ola de interés por el blues rural que desató dentro de la escena folk, con Bob Dylan a la cabeza, implicaba que artistas que dejaron de ser relevantes en los 40, o antes, regresaran a la activad como objeto de deseo de la vanguardia musical del momento. Esto supuso una segunda juventud para muchos pero a muchos no les hizo ninguna gracia. Robert se mostró más bien reacio a rememorar sus vivencias, de hecho, su actitud hacía los cronistas que se le acercaron fue más bien corrosiva. En esta disciplina el ego es importante, es menester hablar muy bien de ti mismo e hinchar el globo de tu leyenda hasta que reviente por inverosímil. Porque en ese preciso instante de la historia los bluesmen y blueswomen despertaban interés en el público. Tanto es así que nació una literatura al respecto que ha acabado por convertirse en un género. Los más listos, como Son House, hicieron valer la máxima de que el prestigio es autoconstruido, situándose a si mismo en el centro de los acontecimientos pasados, de los que apenas había datos, los más cáusticos, como Robert Nighthawk, no ganaron nada.

 

Amazon.com: Bricks in My Pillow: CDs y ViniloExisten otros ejemplos similares, como el de Kokomo Arnold, cuya obra es digna de ser recordada, celebrada y analizada, pero se negó a volver a hacer blues cuando en los años 60 tuvo la oportunidad. Ciertamente, Arnold pudo salir a la palestra con sus “Old Original Kokomo Blues” (que presumiblemente es la pieza en la que se basó Johnson para “Sweet Home Chicago”, aunque la original sea “Kokomo Blues” de Scrapper Blackwell ), “Sissy Man Blues” y “Sagefield Woman Blues” (ambas son precedentes obvios, de “I Believe I’ll Dust My Broom” y “Dust My Broom”, aunque la original sea “I Believe I’ll Make A Change” de los hermanos Sparks) en ristre y presentarse como el maestro de Robert Johnson y Elmore James, mas no lo hizo, por el contrario no prestó mucha atención a la prensa y se negó a grabar o actuar (ruego a los lectores y lectoras que se detengan y escuchen las canciones mentadas, cuando lo hayan hecho, les invito a imaginar la que pudo haber liado Kokomo Arnlod si llega a salir a la palestra en 1961 como maestro de Robert Johnson; sí, da para otro artículo). “Pete Welding me informó, en mayo de 1964, que Nighthawk había sido redescubierto y tocaría en el Festival Folclórico de la Universidad de Chicago”, escribió Kent. “Antes de la actuación me lo presentaron, un hombre melancólico, de estatura media y traje oscuro. Nighthawk parecía rudo, como si hubiera asistido a la misma escuela que Big Joe Williams; pero Joe suele ser muy extrovertido, jovial y locuaz. Nighthawk fue cortés pero taciturno, pensativo, con aire de que el mundo había sido un lugar difícil para vivir y siempre lo sería. Según recuerdo no esbozó una sonrisa esa noche. De hecho, aunque sonriera, por lo general estaba serio; a veces casi amargo”. Esto que relata Kent es un buen ejemplo de por qué algunos nombres no nos dicen nada y casi nunca aparecen en las listas de los más importantes o influyentes, eran taciturnos y amargos. Muddy Waters habló menos de Robert Johnson que de Robert Nighthawk, sobre el que de hecho nadie le preguntaba. Apuesto a que han leído hasta el hartazgo que Waters es un discípulo de Johnson, ¿Verdad? Puede que no encuentres otro artículo en el que se cuente esta historia de la forma en la que lo estoy haciendo yo y eso, por atrevido que suene lo que voy a decir, es una prueba más de lo injusta que es la interpretación de los hechos que ha trascendido sobre la era dorada del blues. A los periodistas especializados no les interesaban ciertas historias, sin más. Un ejemplo inverso de todo esto es Joseph Lee ‘Big Joe’ Williams, una leyenda del blues y autor de un estándar tan popular como “Baby Please Don’t Go”, que es descrito por Kent como “jovial y locuaz”. Libremente inspirada en “Long John”, “Baby Please Don’t Go” es una tonada que viene de los tiempos en que grupos de esclavos encadenados cantaban mientras trabajan la tierra para sus captores blancos. Una de las piezas blues que más se han reelaborado, regrabado y relanzado con éxito, una y otra vez, como si de un personaje de Marvel se tratara. Big Joe fue muy activo desde los años 30, compartió carretera con todos los que alguna vez significaron algo en el Delta del Mississippi hasta su muerte, el 17 de septiembre de 1982. Cuando el blues se volvió eléctrico, grabó para todas las grandes compañías, gozó de popularidad durante los 50 y los 60. Llegado el momento trabajó con Bob Dylan, entrando por la puerta grande al movimiento folk. No se perdió un solo festival revival de blues en los Estados Unidos, giró por Europa y Japón. Con esto no estoy diciendo nada negativo sobre Big Joe, al fin y al cabo ninguno de estos artistas es recordado como merece, él incluido. No en vano es casi imposible encontrar a alguien que sepa que “Baby Please Don’t Go” es un blues del Delta y no de una canción de Van Morrison o AC/DC. Pero sirve de ejemplo sobre lo que intento explicar, para la generación de jóvenes intelectuales que rescató el blues rural, era importante escuchar aquello que encajaba con sus ideas preconcebidas sobre el blues y no a señores mayores amargos a los que no les quedaban muchas ganas de vivir. Curioso, si tenemos en cuenta lo que vivieron los bluesmen y las blueswomen tradicionales en los Estados Unidos, no tuvieron siquiera derechos hasta mediados de los años 60.

 

Robert Nighthawk – thehoundnyc.comLa historia no es más que un relato, lo tenemos más que claro a estas alturas. En consecuencia, es más interesante jugar a comprender cómo y por qué fueron seleccionados ciertos personajes y acontecimientos que asimilarla sin más. Los complicados orígenes de Robert Nighthawk podrían explicar que fuese un tipo “amargo”. Había estado vagando por las calles, con el blues como único sustento, desde los 14 años y era un fugitivo de la justicia desde que contaba poco más de 20. Tuvo que invertir tanto esfuerzo en sobrevivir que no le quedó tiempo para preocuparse por la posteridad. Su historia es oscura y prosaica. De tan terrenal se nos puede hacer insulsa. Le es imposible competir con otros Roberts, aunque para ser sinceros, nadie puede competir con el misticismo de Johnson. Si además eres borde y cínico, destilas mal humor y transmites “que el mundo había sido un lugar difícil para vivir y siempre lo sería”, qué puedes esperar. En mi opinión, cada vez que se menciona a Elmore James y Muddy Waters, debería aparecer junto a ellos el nombre de Robert ‘Nighthawk’ Lee McCollum, pero no todas las opiniones merecen respeto y, aunque no me convenga, está bien que así sea. Podría venir cualquiera y reprocharme que junto al de Nighthawk no siempre aparece el de Houston ‘Stackhouse’ Goff y ya ni hablemos del de Tommy Johnson, y estaría en lo cierto. También hay quien cree que si te tomas la molestia de investigar lo suficiente acabas dando con todos ellos y en caso de no tener interés en hacerlo, ¿A quién le importa? Pues bien, a esto sí puedo responder, a mi me importa, por eso estoy esribiendo este artículo.

 

Robert Nighthawk And His Nighthawks Band – The Moon Is Rising (1953, Vinyl) - DiscogsAcabada la década de los años 40 produjo buen material para United Recrods y States Records, como “The Moon Is Rising” y “Maggie Campbell”. Sin embargo, las grabaciones no se distribuyeron ni promocionaron adecuadamente y no tuvieron impacto en su carrera. Nighthawk acabó por centrarse en vivir de las actuaciones y regresó a Arkansas para establecerse allí de forma estable: “Bueno, eso es todo lo que he estado haciendo en mi vida. Estuve en Florida unos tres años y volví a Luisiana, Mississippi y Alabama, Georgia, Texas, Arkansas, Kentucky, Indiana, Missouri e Iowa, Nueva York y algunos otros lugares”[2]. Visitó Chicago en 1960 para trabajar con Kansas City Red y en 1964 para actuar con una banda llamada Flames of Rhythm, habitual de la calle Maxwell. Existe material en video con los Flames of Rhythm que se puede encontrar en Youtube y también un disco en directo. Ese mismo año cortó varias piezas para el sello Testament y actuó en el Festival Folk de Chicago. Dicho evento fue uno de sus coqueteos con la creciente audiencia folkie advenediza del blues rural y no funcionó. Nighthawk regresó al sur para tocar en clubes de Jackson y Lula, Mississippi. En 1965 se hizo cargo de “King Biscuit Time” de la KFFA, que se había quedado sin figura principal tras la muerte del gran Sonny Boy Williamson II. Pasó dos años tranquillos dedicado a la radio y en 1967 se reunió con su primo y maestro, Stackhouse. En un arrebto de sarcasmo inconsciente realizó su última sesión de grabación para Testament Records. El material fue lanzado bajo el título de “Testament’s Masters of Modern Blues: Robert Night Hawk/Houston Stackhouse”. Murió de insuficiencia cardíaca congestiva en el Hospital Helena, en Arkansas, el 5 de noviembre de 1967 a la edad de 57 años. No ha llegado hasta nuestros días como la leyenda que fue para Muddy Waters o B. B. King, quien se refirió a él como uno de sus diez guitarritas favoritos. Recupero a continuación un fragmento de la entrevista que Allan Murphy y Colin Talcroft le hicieron a King en Marzo de 1998 para finalizar esta breve biografía de Robert Nighthawk con la esperanza de que al menos una persona recupere y comparta su música:

 

Allan Murphy: Uno de tus grandes éxitos fue “Sweet Little Angel”.

 

B.B. King: Sí, la hacemos a veces.

 

Allan Murphy: En una entrevista, una vez dijiste que Robert Nighthawk era uno de tus guitarristas favoritos.

 

B.B. King: Sí, además de Bonnie Raitt, es mi guitarrista slide favorito. Robert Nighthawk, luego fue Earl Hooker y ahora Bonnie Raitt, mi guitarrista slide favorito. Nadie en el mundo… (junta las manos) Ella toca tan bien. Solo me siento y miro.

 

Colin Talcroft: ¿Alguna vez tocaste con Robert Nighthawk?

 

B.B. King: No, nunca toqué con él.

 

Allan Murphy: ¿Alguna vez lo viste?

 

B.B. King: Lo vi. Sí, tuve la oportunidad de verlo. Nunca tocar en vivo, pero lo conocí. Lo conocí una vez en Florida, antes de que muriera. Tuve varios ídolos que nunca conocí, pero Robert Nighthawk fue uno [ de los que conocí], y Lonnie Johnson, tuve la oportunidad de conocerlo, en Canadá. De todos los lugares posibles, en Toronto. Y, oye, ¡estás hablando del cielo!

 

 

 

 

[1] Extraído de la versión íntegra de una entrevista con Robert Nighthawk para el documental “And This is Free”, de Mike Shea y Mike Bloomfield.

 

[2] Extraído de la versión íntegra de una entrevista con Robert Nighthawk para el documental “And This is Free”, de Mike Shea y Mike Bloomfield.

 

Dolphin Riot

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