La segunda parte de este particular cancionero sigue siendo cosa seria. Grabado a la vez que la primera, los almerienses recogen aquí “un puñado de canciones a modo de cara B” capaces de mantener el componente lírico de sus predecesoras y de mostrar el exquisito eclecticismo musical de Jesús Canet y los suyos. La deuda coplera y lorquiana sigue emergiendo en la aflamencada «En las Ramas de un Olivo» y en la delicadeza amarga de «Grita Fuerte mi Corazón», o «Yo No Tengo Nada». El particular ambiente noise que aparecía en algún corte del Vol. I encuentra su réplica en «Transparente», aunque el abanico sonoro se abre ahora hasta los coqueteos cabareteros de «Me Esconderé en una Canción», la rumba de «José el Barquero», el western narrativo de «La Fiebre del Oro» o el reggae de las dos versiones de la divertida «Quiérete Más», que vienen a incidir en ese extraño encanto que con frecuencia parece acompañar a las mejores caras B. “Que se seque la hierbabuena del que no lo quiera escuchar”.
MIGUEL SÁEZ MARTÍN