Encuentros

Travellin´ Brothers, «lo que más nos ha cambiado ha sido girar por el extranjero»

 

 

Siguiendo la tradición de los sonidos negros, Travellin´ Brothers siguen manteniendo ese espíritu vitalista que tanto les caracteriza. Su nuevo disco, Coming Home (22), es un alegato a la alegría, a la familia y a la música como forma de refugio.

Surgido durante los convulsos tiempos de la pandemia, el nuevo trabajo del sexteto vizcaíno sigue transitando por estilos como el jazz, el blues, el neo soul o la americana. Dos décadas después de su formación, para ellos la carretera sigue marcándoles el camino. Hace apenas unos meses comenzaron su nueva gira, su nueva aventura.

Enhorabuena por vuestro nuevo trabajo. El primer directo de esta gira fue en la Sala Clamores, un lugar de referencia para vosotros

Gracias por tus palabras, estamos encantados con el nuevo disco. La Sala Clamores tiene un estilo que nos encanta. Ese toque subterráneo, ese sonido inconfundible que se genera… es algo que siempre nos maravilla. El arranque salió genial, ahora estamos deseando salir a la carretera.

Una de vuestras principales señas de identidad son los directos, desde que empezasteis habéis ofrecido más de un millar.

Nuestra carrera ha sido muy lineal. En el núcleo central de ella damos unos 80 conciertos anuales, algunos años 90. Una vez que empezamos a girar principalmente por el extranjero, nuestro número de bolos bajaron un poco, piensa que hacer un directo en Finlandia, por ejemplo, supone varios días de preparación. Ahora estaremos en unos 60, más o menos.

¿Cómo se ha ido construyendo el sonido de los Travellin?

Siempre hemos tenido muy claro dónde queríamos llegar, pero cuando comienzas no llegas al sonido que quieres, tienes limitaciones técnicas y vivenciales. El sonido Travellin ha ido moviéndose por formas simples y burdas hasta llegar a donde estamos ahora. Es imposible dar con la clave el primer día que empiezas.

Lo que más nos ha cambiado ha sido girar por el extranjero. Interactuar con músicos similares a ti afecta a tu sonido y a la concepción que tienes sobre la música. A partir del 2015 dábamos más conciertos fuera de nuestras fronteras que dentro de ellas.

Cuando empezamos, nuestro disco de carretera era de Alex Schultz, en el 2019 tuvimos la suerte de grabar con él. Al principio teníamos metas que hemos ido cumpliendo sin darnos cuenta y eso solo ocurre por dos razones: inconformismo y trabajo.

 

Un ejemplo perfecto es vuestro disco del 2019, titulado 1001 nights, grabado en directo en uno de los mejores teatros de Bilbao, el mítico Arriaga Antzokia.

Hacer un sold out y poder grabar un disco allí es otro sueño cumplido. Ese teatro lo veíamos como inalcanzable cuando empezamos.

El concierto, lo vivimos con el culo prieto. Como anécdota te diré que nosotros grabamos el disco en una sola toma. Se encargó Kaki Arkarazo con el estudio móvil de Garate Studios y lo mandamos a mezclar a Nashville con Brad Jones. Recuerdo que le mandé la pista y me contestó: Esto está genial Aitor, tiene una pinta estupenda, pero ¿dónde están los demás archivos?

¿Creéis que vuestro sonido triunfa más fuera de España?

Es una pregunta difícil. Nosotros consideramos que fuera se nos valora mucho, pero en España también. Para poder actuar 1200 veces se tiene que valorar. Nos sentimos muy contentos de cómo nos tratan aquí, pero no deja de ser cierto que el tipo de música que tocamos tiene mucho más estatus en Europa. Por ejemplo, cuando tocamos en el extranjero nos tratan como un artista internacional, como si fuéramos los Rolling Stones. Aquí, pues somos uno más (risas).

Coming Home es vuestro nuevo trabajo. Un disco grabado con cariño que transita por multitud de estilos, pero sobre todo funciona como un refugio, como un hogar musical.

Con estos piropos nos dejas cortados. Nos tomamos nuestro tiempo para grabarlo debido a la pandemia. Nos hubiera gustado terminarlo antes, siempre intentamos publicar un disco cada dos años, pero esta época era un poco oscura y no teníamos el cuerpo para grabar música. Nuestros discos siempre intentan mostrar un cierto aire de positividad, por eso cuando se terminó la cuarentena nos pusimos manos a la obra.

Aun así, fuimos muy afortunados porque tocamos bastante una vez que las restricciones fueron disminuyendo. Eso sí, una cosa es tocar y otra muy distinta componer, hay que tener el alma y el corazón en consonancia para poder hacerlo.

¿Cómo fue el proceso de composición?

En el 2021 fue cuando nos pusimos las fechas de entrega, y una vez que hacemos eso se tienen que cumplir. Sin presión no sabemos trabajar. Somos un grupo que disfruta mucho de los directos, pero sufre bastante componiendo. Siempre queremos ir un paso más allá, pero eso nos cuesta sangre, sudor y lágrimas.

Además, piensa que somos seis componentes y el grupo funciona democráticamente. Las democracias son muy duras, son difíciles de llevar. Significan tragar sapos y culebras. Aun así, es un sufrimiento gustoso, porque ves como una canción evoluciona, como algo que tú tenías pensado crece exponencialmente. En ese momento tienes un cruce de sentimiento: joder, me han jodido mi idea, pero que guapa está la canción final.

Con los años hemos aprendido a trabajar conjuntamente y a organizar nuestro trabajo de esta forma, es un proceso que te quita años de energía, pero también es reconfortante. Luego en directo es totalmente diferente, nos tiramos un pedo en el escenario y está afinado.

¿Cómo organizáis el trabajo?

En ocasiones, cada uno de nosotros trae alguna cosa y a partir de ahí trabajamos conjuntamente. En otras, hacemos una jam en el estudio y las canciones van surgiendo.

Las canciones de este disco han empezado con una pinta y han acabado con otra diferente. Han pasado por muchos procesos en un breve periodo de tiempo. Tenemos una gran confianza entre nosotros y no podemos bajar el pistón. Siempre creemos que hay margen de mejora.

Por último, ¿cuál diríais que es el leitmotiv de este trabajo?

No hacemos discos conceptuales, nunca los hemos hecho. La línea de la banda en todos los discos ha sido cantar a la felicidad, al amor, a los nuestros, a que lo mejor está por llegar. Incluso en este disco que hemos tocado elementos personales referentes a las pérdidas, lo hemos hecho desde la positividad.

Todas las canciones que conforman Coming Home se pueden llevar al directo, esa es una de nuestras máximas.

Texto: Víctor Terrazas

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