María Talaverano (voz y teclados) Paola Rivero (guitarra) y Alicia Ros (voz y bajo) llegaron a nuestro radar hace apenas tres años y en este corto -pero intenso- periodo de tiempo han pasado de tocar en piscina del festival Contempopranea de Badajoz, a ser tocadas por la varita del Coachella. La banda madrileña Cariño viene pisando fuerte y cosechando buenas críticas con su segundo EP “CARIÑO” (Sonido Muchacho, 2022). Estas ‘poperas noventeras’ con mayúsculas que se atreven con todo y vomitan verdades en clave de Punk-Pop, nos han regalado un ratito para charlar.
Este nuevo trabajo suena muy pero que muy 90’s. Desde la estética que le habéis dado al artwork del disco, pasando por vuestros looks encima del escenario hasta el sonido. En términos estilísticos, ¿De dónde bebe Cariño?
Escuchamos muchísima música y todo lo que consumimos nos inspira. Las tres somos muy abiertas, no nos cerramos a casi nada y eso está reflejado en el disco porque tocamos un buen mix de estilos.
Casi un lustro después de vuestra irrupción en escena con “Movidas” (Elefant Records, 2018) llegáis con esta declaración de intenciones con Sonido Muchacho y Juan Pedrayes (Axolotes Mexicanos y Carolina Durante) a la producción. ¿En qué habéis cambiado desde entonces?
¡En todo! (risas) Tenemos más experiencia y eso se nota en la composición, también tenemos más claro lo que queremos y lo que no y en este disco hemos tenido mucho tiempo para pensar en cada sonido y cada palabra. Hemos crecido también a nivel personal y eso inevitablemente, queda plasmado.
Tenéis una habilidad pasmosa para producir hits y es algo que me causa muchísima curiosidad. Estoy en bucle con ‘llorando en la acera’ y ‘Soy una perra’ pero a medida que las voy escuchando, más adicción me producen. ¿Cómo hacéis esto?
La verdad es que no tenemos una fórmula, es un poco azaroso. Justo las tres hacemos un combo muy guay y siempre hablamos desde el corazón, de lo que sentimos. Quizá eso haga que sea accesible para todo el mundo y al final la gente empatiza con aquello que le toca de cerca.
Cantáis desde la verdad más arrebatadora y eso es algo que el espectador percibe y valora mucho. ¿Cuál es la canción de ‘CARIÑO’ que tiene un significado más especial para vosotras y por qué?
No tenemos una clara favorita, cada una es especial por un motivo y refleja un momento concreto, aunque ahora mismo las tres estamos escuchando mucho ‘Si quieres’, que tiene una energía muy especial.
En este disco compartís co-autoría con Javiera Mena en ‘Tamagotchi’ que tiene un rollito muy ‘hyperpop’ ¿Cómo surge esta colaboración?
Javiera es muy amiga nuestra y llevábamos tiempo dándole vueltas al tema de hacer una canción juntas. María le pasó la canción, pero en una base como más rockera y a Javiera le encantó así que la produjimos de cero con otro estilo totalmente distinto. Le dimos el rollo más electrónico por el sonido que hace el Tamagotchi.
Después de tocar en el Coachella, ¿Se os quedan pequeñas las salas y festis de por aquí o aquello no es para tanto? ¿Alguna anécdota de novatas por las Américas que me podáis contar?
Aquello fue muy guay y es una experiencia que jamás olvidaremos, pero cada sala es especial y cada festival es diferente. Todo tiene su cosa que lo hace único y las sensaciones son distintas. Tenemos anécdotas para aburrir (risas) desde romperse el coche, hasta casi incendiar la casa donde se quedaba Ed Maverick en una barbacoa…
Sois muy eclécticas y en este disco le dais hasta al reggaetón. ¿Hay algún estilo que no tocaríais ni muertas?
Música clásica.
Daríais lo que fuera por tocar con…
María: Bad Bunny
Paola: 100 Gecs
Alicia: Caroline Polachek
Os mola mucho la autoparodia y reíros de vuestros dramas. A la hora de escribir ¿Tiene más jugo lo malo que os pasa?
Tiene el mismo jugo, realmente lo que inspira son las emociones fuertes, tanto positivas como negativas. Solo que igual hemos tenido mala suerte y nos pasan más cosas malas que buenas (risas).
Dicen por ahí que sois algo así como la voz de vuestra generación. ¿Os sentís así o más como aquello que decía Lena Dunham en ‘Girls’:“Soy la voz de mi generación o, al menos, una voz de una generación”?
Eso sería ponerse una carga muy grande sobre los hombros. Simplemente somos tres tías que contamos lo que vivimos a través de canciones…Quizá sí seamos una voz de una generación, aún así, suena muy halagador, muchas gracias.
Texto: Laura Martínez