Dice el Boston Herald que si alguien dispone de la inteligencia para convertir los mismos tres acordes que Buddy Holly en algo nuevo, ese es Matt York. Luego hablan de la arrogancia de Hank Williams, la ebriedad de Steve Earle y la sabiduría de Paul Westerberg. Quizá demasiada presión previa para un buen disco, por otro lado. Cuarto trabajo ya de un York que no cambia demasiado su hoja de ruta respecto a los anteriores álbumes de su carrera. La inicial «If You Want Me Love», animada por el violín de Joshua HEdfley, es de lo mejor del disco aunque pronto, con «Gently Used» o «Baby Doll» vamos a darnos cuenta de que todo no es una fiesta country rock, sino que el tipo es capaz de manejar diversos sonidos. De ahí el apunte del Herald a Westerberg, que quizá se aparece ligeramente en temas como «Up And Dow» o «Know You Love Me» igual que Adam Duritz en «Word On The Street» o «The Perfect Crime». En cualquier caso, que desde su independencia nos siga dando aleghrías como esta, ya es muy destacable.
Eduardo Izquierdo
