Aunque el festival Primavera Sound haya esparcido sus redes a lo largo de Barcelona ¡durante dos semanas!, es en el Fórum donde el evento se juega, año tras año, su paso a la historia (musical y sentimental) y una suerte de competición con su pasado. Extraña sensación la del primer jueves: tanto la de salir de un abismo de tres años como la recuperación natural, tiempo congelado, de pretéritas sensaciones.
También la percepción de una incondicional entrega por parte de los asistentes (y de los artistas: apenas conciertos flojos), que, tal vez por un ansia de recuperar el tiempo perdido, origina problemas y situaciones llamativas: del colapso en la entrada del Auditori a primera hora, con miles de personas frustradas al no presenciar el regreso de una imperial, inflexible pero arrebatadora KIM GORDON, a los ríos humanos en la fiesta dance-pop de TAME IMPALA.
Pasando por los conciertos más bulliciosos que este cronista haya contemplado de DINOSAUR JR. (grandes), YO LA TENGO (entre lo juguetón y lo intenso) o, lógicamente, unos PAVEMENT atinados y emocionantes, con un sabroso y nada obvio repertorio. Elija su propia aventura: el trayecto del firmante fue uno de los posibles, proteínico y mudable, pues según el impulso del momento, rígidas planificaciones temáticas (del rock a la electrónica, de lo urbano a lo puramente experimental) devenían itinerarios mudables.
En suma, los que nos hacen saborear a una relajada FAYE WEBSTER, entre el clasicismo y la moderna interferencia negra, la aspereza folk rock de RICHARD DAWSON & CIRCLE, o un futurismo pop que, como el de la prometedora SHYGIRL y la más convencional RINA SAWAYAMA, será pronto el sonido de los grandes escenarios. En la profunda madrugada, brutales BLACK MIDI, que iniciaron su turbina de prog-punk cubista tras hacer atronar el célebre “Saoko” de Rosalía, y las japonesas OTOBOKE BEAVER, agrestes y demoledoras. Picoteamos con gusto también de KACEY MUSGRAVES (estrella de verdad, pese al relativo pinchazo de público), la ghanesa AMAARAE o SHARON VAN ETTEN (sólida y como en casa), y amigos ubicuos elogiaron a THE ARMED, AIKO EL GRUPO o LES SAVY FAV.
Afortunadamente, el viernes y el sábado la maquinaria organizativa fluyó correctamente, y las dos primeras sesiones en el Aditori ya justificaron el segundo día: si MARINA HERLOP mostró su despegue hacia lo más alto (despliegue experimental, magnético y disfrutable), el primer concierto de LOW (al día siguiente exhibirían un repertorio distinto) recreó, tema a tema, la colisión entre belleza y disonancia del supremo Hey What (y un par de regalos) con tal abnegación y sapiencia que la sensación al concluir era casi la de haberlo soñado. Competente y placentero fue ese viernes lo de WEYES BLOOD, WET LEG, CARIBOU, PARQUET COURTS y JENNY BETH, todo entre bien y muy bien; indeleble lo de SHELLAC (emocionados, con cinco nuevas canciones y sonido, una vez más, radiante). Tibio lo de EARL SWEATSHIRT (y que conste que nos interesa su rap ceñido y poco complaciente) o la sesión de JEFF MILLS, pero perfecto el cierre electrónico con el irlandés MANO LE TOUGH.
Sin rodeos: NICK CAVE AND THE BAD SEEDS reinaron el sábado con un concierto que alternó lo pendenciero y lo conmovedor durante dos horas, con un repertorio impoluto que atestiguaba también su gran estado creativo y un sonido que parecía mezclar Tender Prey con Abattoir Blues/The Lyre of Orpheus. Pero no estuvo muy por debajo la leyenda de MAVIS STAPLES, ni tampoco desentonaron JENNY HVAL, THE CARETAKER, JORJA SMITH o TYLER THE CREATOR. Una nota final para las nuevas fieras británicas, con los éxitos (y público renovado, ¡bien!) de IDLES, SHAME, BLACK COUNTRY NEW ROAD y los irlandeses, aplastantes, FONTAINES DC. En fin, aunque felices en general, también confesamos se nos escaparon TROPICAL FUCK STORM, NAPALM DEATH o EINSTÜRZENDE NEUBAUTEN. ¡Ars longa, vita brevis!
Texto: José Luis Torrelavega
Fotos Sergi Fornols