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León Benavente + Los Estanques y Anni B Sweet – Noches del Botánico (Madrid)

 

León Benavente

Otra velada veraniega más en tan fantástico emplazamiento, esta vez contando con destacado talento nacional. Porque si algo tienen Los Estanques y Anni B Sweet es eso, talento. En su debut conjunto exploran su bagaje y formación musicales para desarrollar un pop-rock de fantasía, con un pie en el prog-rock, efluvios jazzies, de rock cañí, folk y hasta ópera. Todo, con un acabado indie (o léase digerible), regado en altas dosis de psicodelia y experimentación, siempre arropado por la voz melosa e impecable de la malagueña y el no menos agradable timbre de Íñigo Bregel, voz de los cántabros.

 

Por momentos suenan como si Amaral (por aquello del chorro y el timbre vocal) cabalgara a lomos de una orquesta psicodélica que lo mismo puede contentar a fans de Tame Impala, que a los de los Beatles de «Tomorrow Never Knows». Una bendita anomalía que merece toda nuestra atención, más si cabe, en directo.

Anni B Sweet & Los Estanques

León Benavente nos presentaban Era, cuarto disco del combo, en el que acentúan más que nunca su tendencia al uso de sonidos sintéticos. Lo hacen desde una perspectiva rock que rezuma testosterona, sin sonar demasiado serios o rígidos. Porque aunque siempre destaca su espíritu crítico, tampoco les falta sentido del humor. El justo y necesario para que sus melodías discursivas, a menudo atonales, casi habladas, calen, como un mantra mesiánico que pide ser cantado a pleno pulmón en sus liturgias de rock electrónico.

La influencia escénica de Nick Cave en Abraham Boba ayuda, y mucho, a enardecer a sus fieles durante más de una hora. Un lapso en el que asoman sonidos pregrabados, sintetizadores unas veces gruesos, otras, ácidos, baterías certeras, regadas en reverberación, guitarras a menudo afiladas y chirriantes al más puro estilo after-punk, y un bajo trotón, clave en su sonido, independientemente de quién lo toque (Eduardo Baos y Luis Rodríguez alternan roles constantemente).

En virtud de todos esos elementos, LB nos enredan en su maraña de decibelios, a través de un set que suena y se ve profesional, cuidado, tanto en la puesta en escena, como en cuanto a sonido e iluminación. Otra oportunidad que aprovechan para recordarnos que, hace ya tiempo, que son una de las bandas más en forma de los alrededores del rock y el indie de aquí.

 

Texto: Daniel González

Fotos: Víctor Moreno

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