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Imelda May / Eli ‘Paperboy’ Reed – Noches del Botánico (Madrid)

 

En el mismo escenario de las Noches del Botánico se presentaban dos artistas conocidos por su mirada atrás en el tiempo hacia géneros y tiempos pasados, Eli ‘Paperboy’ Reed bucea sin disimulo en la época dorada del soul sureño de mediados y finales de los 60 mientras que Imelda May saltó a la fama con tupé, contrabajo y una fijación por el rockabilly de los 50 y su revival de los 80. Ahora mismo Reed sigue donde empezó, con un disco en el que se lleva a su terreno (esto es al sudoroso soul de los 60) el cancionero de Merle Haggard, mientras que May ha pasado página y defiende principalmente en directo sus dos últimos discos, en los que ha ampliado mucho sus miras, aunque todavía nos recuerde que «Johnny Got A Boom Boom»…

Son dos propuestas tan loables la una como la otra, Imelda May posiblemente no haya cantado mejor en su vida, apareció en el escenario después de que sonaran Nirvana y los Kinks, toda una declaración de intenciones, y comenzó encadenando tres baladas preciosas, «11 Past The Hour», la canción que da título a su primer disco que es algo así como una canción perdida de James Bond, «Levitate», con la que conjuró la aparición de la luna en el cielo madrileño, y «Black Tears», la mejor del lote, una canción que grabó con Jeff Beck para su disco de 2017 Life Love Flesh Blood. Para los impacientes que buscaban seguir moviendo el esqueleto tras Reed, May les aclaró que este concierto era como hacer el amor e Imelda había decidido, como prefería Prince, empezar lento. El derroche de clase en su voz fue tremendo.

«Breathe» seguía por terrenos similares pero no llegaba tanto, el concierto se aceleró con el riff de «Just One Kiss», la canción que ha grabado con Noel Gallagher y que aquí convirtió en dueto con uno de sus guitarristas. Tiene cierto punto chulesco tipo Stones y cero reminiscencias a Eddie Cochran. Pero luego llegó la primera mirada a su pasado con «Big Bad Handsome Man», uno de los dos clásicos de Love Tattoo que sonaron. Le siguió la delicada «Sixth Sense», en la que demuestra que su amor por el sonido de los 50 no se ha olvidado del todo, su interpretación vocal solo se puede calificar como mágica, terminando con un arreglo en la que parecía transmutarse en Gilda, el mítico personaje de Rita Hayworth.

Luego con «The Longing» sacaba su rango vocal más rasgado y rock, luego hay un nuevo poema, el primero que no está grabado, sirviendo como pequeños intermedios. Es tan buena intérprete recitando como cantando y, en este caso, con la banda metiendo un riff casi post punk, recuerda a los Dry Cleaning. La parte central del concierto es la menos interesante, suenan «Human», «Different Kinds of Love» y «Never Look Back», la canción en la que hace ese alegato en el que dice que no miremos atrás. Luego tras otro poema, en el que recuerda a la primera Patti Smith, se contradice a sí misma y recupera su canción más conocida, «Johnny Got A Boom Boom» para delirio del público, luego llega una de las mejores canciones de Life Love Flesh Blood, «Should’ve Been You», en la que recuerda a las Ronettes, a las Shangri La´s e, incluso, a Amy Winehouse. «Made To Love» demuestra que no todo son buenas canciones en esta época pero «Mayhem» recupera el pulso con otra mirada a su pasado rockabilly, poniendo el punto y seguido.

Imelda regresa con un homenaje a su amigo Meat Loaf con una versión de «I’d Do Anything for Love (But I Won’t Do That) », nunca ha sido plato de mi gusto el teatral Loaf, así que prefiero la conocida versión de «Tainted Love», más Stooges y menos Cochran en su versión en directo. Para el final vuelve una balada de piano, «Diamonds», con la que se termina despidiendo tras un poco más de una hora y media de concierto notable.

Antes Eli ‘Paperboy’ Reed había sido el encargado de caldear el ambiente, cuando todavía estábamos en la temperatura infernal de este junio madrileño, con su soul tórrido, perfecto para estos calores. Con una buena banda en la que se mezclaban músicos españoles y americanos, Reed ha comenzado demostrando que su garganta es digna heredera de Wilson Pickett con «Cut You Down» de My Way Home, directo a la yugular desde el principio y sin dejar pausas entre canciones, «Name Calling», «Well, Allright Now», «Your Sins Will Find You Out», donde demostró que también puede cantar blues soul como si fuera Bobby ‘Blue’ Bland y donde nos recordó que iba a tocar canciones antiguas, nuevas y lo que estuviera por el medio.

Eli «Paperboy» Reed

Fue el momento que aprovechó para presentar el disco que nada presentando, el notable Down Every Road en el que se llva las canciones del cantante country Merle Haggard a su estilo de sudoroso soul, con sección de vientos y un órgano que echa humo. Comenzó con la canción más conocida de este, «Mama Tried», a la que sube de revoluciones. La cosa no es nada original (en general, no es su característica más importante) pero funciona a la perfección, como ya habían hecho Ray Charles a comienzos de los 60 o Al Green a principios de los 70, Reed coge las lamentaciones country y las convierte en puro soul sureño, una fórmula perfecta, sobre todo si coges un compositor tan grande como Haggard y lo juntas con una voz tan expresiva como la de Reed. Suenan« I’m Bringin Home Some Good News», «Somewhere Between», donde se transforma en Sam Moore de Sam & Dave, e «It’s Not Love, But It’s Not Bad».

Luego demuestra que mira y coge del pasado sin disimulo cuando comienza a sonar un piano eléctrico sacado del «People Get Ready» de los Impressions, sobre el que está construida «Coulda Had This», antes de suene su gran clásico, «Come And Get It», la canción que le ha permitido viajar por todo el mundo, incluido este país que había visitado una vez al año desde 2008 hasta que la pandemia se lo impidió.

Para el final ha seguido mirando atrás sin rubor e ira, y ha repescado dos grandes temas de su Roll With You, su disco de aquel 2008, primero ese «Take My Love With You» que podrán haber firmado los Isley Brothers. Luego este gran reencuentro con el público español ha seguido con la gran versión que ha hecho de «Working Man Blues» de Haggard y ha finalizado con la otra canción de Roll With You, «The Boom Boom» con la que parecía decirle a Imelda May que Johnny no era el único que tenía uno…

Texto: Sergio Ariza

Fotos: Salomé Sagüillo

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