Encuentros

Tré Burt, “saber de dónde eres te ayuda a saber a dónde vas”

 

Lo conocimos con Caught It From The Rye (2018), un disco que lo ponía al frente del nuevo folk de tintes dylanianos y que fue relanzado en 2020 por Oh Boy Records. Con evidente querencia por la música del tío Bob, Tré Burt, eso sí, tenía algo en sus canciones que lo hacía especial. No era uno más. Y eso se ha confirmado con el espléndido You, Yeah, You (2021), cuya reseña firma un servidor en la página web de esta Ruta.  Y es que uno lleva empeñado mucho tiempo en que conozcan a este heredero de John Prine o Townes Van Zandt que desde Sacramento enarbola la bandera de la canción, como forma de arte y expresión. Ahora viene de gira – tras suspenderla el año pasado – por nuestro país. Las paradas el 11 de mayo en Zaragoza, 12 Valencia, 13 Madrid, 14 Santiago de Compostela y 15 Santander. Sus palabras, a continuación.

 

Es una pregunta un tanto recurrente, pero me parece interesante saber si este disco, como tantos otros, es fruto de la pandemia. Por sacar algo bueno de ella…

Escribí el álbum justo en el punto álgido de la pandemia, en junio de 2020, en cuatro días apenas. No solo estaba en medio de esa situación, sino también en un incendio forestal enorme cerca de mi casa, en California. Durante ese tiempo, George Floyd y Breona Taylor fueron ejecutados, y la Guardia Nacional ocupaba mi ciudad natal para sofocar las protestas.

Muchas situaciones que, sin duda, afectan a un músico comprometido, como tú.

Aún estoy pensando en ello. Supongo que el confinamiento me hizo sentir más conectado a mi oficio. Ya sabes, pensé “si el mundo se terminara y esto es todo lo que he hecho ¿me siento satisfecho de ello?”. La respuesta fue que sí.

Sí, porque no solo hay canción protesta o denuncias en You, Yeah, You. En «Tell Mary» detecto cierto miedo existencial, tal vez producto de ese miedo que todos hemos tenido, de alguna manera.

Totalmente. Es una interpretación perfecta. La canción se pregunta “”bueno, realmente ¿qué es lo que vale la pena de todo esto?”.

¿Ha sido tu música una forma de intentar escapar de todo lo que nos estaba pasando?

Para nada. En absoluto, más bien era una forma de entrar e intentar entender lo que nos estaba sucediendo.

 

Como has dicho antes, grabaste el disco muy rápido, en apenas 4 o 5 días ¿crees que los discos funcionan mejor cuando se graban así, más frescos?

Fue muy rápido, sí. Igual demasiado (risas). Me gusta eso. Nunca he sido de los que trabajan demasiado una canción, aunque hay alguna canción por aquí y por allá en que sí lo he hecho. Supongo que es un reflejo de mi manera de ser como persona. Ya sabes, Leonard Cohen tardó 12 años en escribir «Hallelujah». Eso lo dice todo.

No encuentro grandes diferencias entre un disco y otro. Creo que siguen bastante la misma línea.

Pue son puedo estar de acuerdo con eso. Yo creo que hay muchos matices que los hacen diferentes, entre ellos el genio de Brad Cook. De hecho, creo que son diametralmente diferentes cuando entras en ellos.

Explícame como acabaste en el sello de John Prine. Para ti debe ser un verdadero honor ¿no?

Claro, es uno de los más grandes honores que he tenido en mi vida. Fue una serie de maravillosos accidentes. Conocieron mi música en 2019. Jody Whelan es quien dirige las operaciones allí, en Oh Boy Records. Me conoció ¡por Instagram! Me envió un mensaje por allí y me dijo “gran disco, creo que llegué tarde a la fiesta, pero quiero que sepas que es genial”. Una vez oí el mensaje no supe que hacer y le contesté “si quieres relanzarlo, genial”. Dos meses después me dijo, “vamos a hacerlo”.

Antes has citado el hecho de que la Guardia Nacional había ocupado tu ciudad. Está smuy orgulloso de ser de allí y citas muchas veces a Sacramento.

Claro. Me muevo por todo el mundo, pero aquella es mi casa, aunque pueda vivir en otro sitio un tiempo. Es el lugar donde se dibuja mi infancia y, por tanto el origen de mis canciones. Saber de dónde eres te ayuda a saber a dónde vas. Siento nostalgia muchas veces de aquellos tiempos y aquellos momentos.

çEres un artista negro adoptando un estilo mayoritariamente blanco ¿es complicado eso? Hay pocos afroamericanos en la canción folk protesta…

Pero siempre ha sido así. Otra cosa es que nos e les haya dado la repercusión merecida. Mississippi John Hurt fue descubierto por los universitarios cuando lo llevaron a sus festivales para tocar para un público mayoritariamente blanco. Salvando las distancias de estilo, es lo mismo que cuando vas a un concierto de Tyler The Creator o Kanye West. Sam Cooke también intentó llegar a la máxima gente posible, sin importar el color de su piel.

¿Qué dirías a los que dicen que tus discos se parecen demasiado a los de Bob Dylan?

Que escuchen bien mi música.

 

Texto: Eduardo Izquierdo

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