Encuentros

Johnny B. Zero, “Violets es el primer disco que producimos pensando principalmente en nuestro público”

 

 

Johnny B. Zero comenzó siendo el vehículo de Juanma Pastor para mostrar al mundo una capacidad impresionante para componer y tocar una amalgama totalmente desinhibida de influencias que guardan paridad absoluta entre la música blanca y la negra. Esto fue así un tiempo. Pero a medida que iba encontrando compañeros de viaje, con talentos tan grandes como los de Julio Fuertes, Ben Wirjo, Pablo Pérez o la última incorporación, Marta Burgos, la cosa ha ido adquiriendo un carácter más grupal, casi de tribu.

Violets podría perfectamente ser considerado como su trabajo más sólido hasta la fecha. Y eso que los otros cuatro que llevaban publicados hasta ahora no eran en absoluto moco de pavo. Autoeditado por ellos mismos (Rock From The Future), concentra todos sus puntos fuertes en nueve soberbias canciones que ya han presentado en su ciudad, València y ahora también se disponen  a llevar al directo en Madrid (Café La Palma, 4 de junio). Se aconseja no perdérselos. De momento, aquí tenemos una sabrosa charla con Juanma para desvelarnos algunos de sus secretos.

¿Consideras que tras publicar cinco discos habéis alcanzado al fin algo así como un estilo propio?

Creo que siempre hemos sido una banda fácilmente reconocible por el sonido y las canciones. Eso es debido a nuestro estilo propio al que hemos sido fieles desde el principio, en el que siempre nos saltamos las normas sin la necesidad de poner cara de aburrimiento o hacer demasiado el snob.

Sin embargo, este ha sido seguramente el disco en el que más reconozco la influencia negra, con Sly Stone o Prince a la cabeza ¿Habéis querido resaltar este aspecto?

No necesariamente, pero el tipo de producción ha provocado que cada matiz musical sea más reconocible, y que por tanto el funk suene más a lo que la gente reconoce popularmente como funk. Sly o Prince han estado siempre presentes en nuestro ADN musical, pero esta vez, sonamos más a ellos por el tipo de tratamiento sonoro.

Comparado con vuestro anterior Metonymy Of Sound, que fue bastante experimental, este Violets da la impresión de ser intencionadamente más cristalino y accesible, por supuesto sin haceros perder vuestro característico sonido ¿Es así?

Metonymy of Sound es un disco menos accesible, sí. Tiene una intención artística muy concreta, que es destacar la expresión del músico y como toca su instrumento. Es más artístico en cierta medida. En Violets en cambio, decidimos hacer nuestra primera producción cristalina o más «romántica», es decir, como mandan los estándares que debe ser el sonido de un disco más mainstream. Se podría decir que es el primer disco que producimos pensando principalmente en nuestro público. Es una epifanía sonora que descifra algunos de los detalles más inaccesibles de nuestro sonido haciéndolo más comprensible. Y no hemos sacrificado nuestra apuesta musical en absoluto, pues las composiciones y la actitud de las interpretaciones siguen ahí, de la misma manera que siempre.

De nuevo seguís fieles a Carlos Ortigosa en la producción

Creo que hay grandes mitos al respecto de lo que es una producción. Está claro que para hacer un disco de Rihanna necesitas mucho dinero y a los mejores músicos del mundo. Pero el tipo de disco que alguien se plantee hacer dependerá básicamente del diseño, y hacer sonar una grabación más o menos cristalina o mainstream va en función del planteamiento y no de la pasta o del productor de moda. En nuestro caso, el sonido más experimental de nuestros discos anteriores era una elección. Cuando decidimos hacer Violets, el punto de partida fue cambiar el tipo de sonido, y buscar uno más agradable para un disco más romántico. Es algo que hablamos y decidimos con Carlos. Desde el principio cambiamos el paradigma y preparamos la grabación de una manera más tradicional. Carlos es uno más en la banda a pesar de ser el ingeniero de sonido. Nos escucha, nos entiende y hace lo imposible para que nuestras ideas tengan el resultado que buscamos. Nos encanta trabajar con él.

La gran novedad en el seno de la banda es el estreno de Marta Burgos, una música muy dotada, como bajista ¿Ha llegado a tiempo para contribuir al disco?

Sí, es una adición muy importante para la banda. “Overcome By Love”, un tema muy atmosférico y envolvente que abre la cara B del disco, debe su carácter a la guitarra clásica de Marta. Su ejecución es increíble y hace que el tema sea uno de los más emocionantes del disco.

Johnny B. Zero ha transitado de ser el proyecto personal de Juanma Pastor a ser un monstruo de cinco cabezas pensantes, algo bastante insólito ¿Cuál creéis que ha sido el secreto?

Esa fue la idea desde el principio, montar una banda para tocar mis canciones en la que todos los músicos del grupo participasen activamente en la producción y toma de decisiones. Es decir que pusieran su sensibilidad y gustos en la construcción de la música. En Johnny B. Zero siempre ha sido importante la forma de tocar y de pensar de cada uno de los integrantes. El punto de partida fue que en la banda hubiera tantas cabezas pensantes como músicos y cada vez que hemos sacado un disco, se ha ido haciendo más y más obvia esta idea. Ahora que tenemos la formación más sólida de la trayectoria de la banda se ve todavía más claro.

Y luego está el tema de las apariciones estelares. Nada menos que Maika Makowski y Natxo Tamarit (Zigarros) ¿Qué nos contáis de ellas?

Maika contó con nosotros en su último disco y nos hacía mucha ilusión que se viniera a grabar arreglos en el nuestro con total libertad creativa. Acabo grabando coros en 7 canciones y algunos teclados, es muy imaginativa y se adaptó al sonido muy rápidamente. Todo lo que hizo se quedó en la mezcla final de las canciones. Nos divertimos y le dimos una vuelta de tuerca a algunos momentos musicales como los coros en Be True Be Sexy o las segundas voces fantasmagóricas y el sinte en Dearest One.  Natxo Tamarit grabó los bajos en todos los temas del disco. Hizo un trabajo increíble grabando unas líneas perfectas con el mejor sonido. Para mí es el mejor bajista de rock de España y un buen amigo. Fue un auténtico honor poder contar con él al nivel de implicación con el que trabajó. Creo que los bajos suenan muy bien en el disco porque los grabó con una comprensión extrema de cada una de las canciones.

No sé si hay un concepto claro tras el disco, pero sí que la colección completa de canciones da la impresión de tener algo así como un “halo romántico” tras de sí ¿Estamos enamorados?

Jajajajaja. Sí, son temas muy sentidos y grabados con mucho cariño. Hay algo de enamoramiento y de ganas de enamorar en este disco. Fue algo de lo que hablamos mientras trabajábamos en la producción, y creo que el resultado desprende esas sensaciones

Imagino que, como a todo bicho viviente, este período de enfermedad y restricciones os ha afectado ¿Cómo lo habéis vivido como banda y en qué se refleja en el nuevo álbum, si es que eso sucede?

Sí, han sido un par de años muy extraños para todo el mundo. Creo que el romanticismo del que hablaba anteriormente y que impregna la producción, se debe a una necesidad de escapismo, de huida de toda la locura que ha supuesto la lejanía de seres queridos, la ausencia de conciertos, y la soledad a pesar de lo pegados que hemos estado todos a las redes sociales. ‘Dearest One’ o ‘No Sounds To Be Echoed’, son canciones que hablan de ese tema con un carácter casi macabro y lleno de melancolía.

Háblanos un poco del concepto tras la preciosa portada ¿Quién se ha encargado de ella?

La portada ha sido diseño de Handshake. Tuvieron la idea maravillosa de poner 600 puntos violetas sobre un fondo verde representando los 600 tipos de violetas que hay en el mundo. De hecho, el vinilo incluye además de las letras de las canciones, los 600 nombres en latín de cada una de esas flores. La metáfora de las violetas en la canción ‘Violets’ se refiere a los recuerdos y cómo los utilizan las personas para contar su historia, la canción dice que las violetas nunca te van a reprochar que las uses. Y la idea de no olvidar ningún tipo de violeta en la portada en relación a lo particular y sensible de cada uno de los recuerdos, nos pareció una idea muy bonita.

Hay temas de producción realmente compleja. Pienso sobre todo en “Sentimental education”. Una canción realmente acrobática tanto en estructura como en sonido

Sí, es un tema que partía de una idea muy clara. Trata acerca de una relación sentimental dura, y con algo de masoquismo. Pensamos que la voz debía de ser susurrada y la música muy fuerte, acercándonos al metal todo lo que pudiéramos. De esta manera simbolizábamos los extremos de la relación Hay un momento en que hay incluso ciertas sonoridades medievales y un solo de guitarra muy loco que lleva el ritmo a lo absurdo. La canción dice que hemos acabado en esta relación como consecuencia de nuestra educación sentimental, para lo bueno y para lo malo. Y eso era algo que queríamos que estuviese presente musicalmente, así que decidimos llevar este estilo de producción hasta las últimas consecuencias.

Cuál es vuestra impresión tras la “vuelta a la normalidad” que estamos experimentando ahora ¿Ha cambiado algo en la experiencia de la música en directo? ¿Todo ha vuelto a ser como antes?

Creo que poco a poco volvemos a lo de antes. Realmente, lo que sí que ha cambiado para nosotros es que valoramos con una energía nueva la experiencia de los conciertos. Antes era algo más cotidiano, ahora se siente como algo más especial por el tiempo que hemos pasado sin poder tocar. Pero todo volverá a ser como antes.

Generalmente, las bandas de Valencia salen poco de sus fronteras, pero no es vuestro caso ¿Qué diferencias encontráis entre la escena que hay en València y la de otros sitios? ¿Debería proyectarse más hacia fuera la escena valenciana?

Es cierto que las bandas de la escena valenciana no salen tanto como molaría que lo hicieran porque creo que hay calidad. A veces da la sensación de que haya proyectos que nazcan desmotivados por lo difícil que es acceder a ciertos circuitos, pero al final todo es cuestión de trabajo y constancia. Ese es el único secreto.

Siempre hago la misma pregunta para finalizar mis entrevistas: me gustaría que señalarais (en común o por separado) los discos que consideráis que os han traído hasta el momento exacto en que la banda se encuentra ahora. Ojo, no necesariamente los favoritos personales, sino más bien, un poco los que consideráis que os han guiado en el viaje que ha acabado con la publicación de Violets.

 -D’Angelo «Voodoo»

-Massive Attack «Mezzanine»

-Prince «Musicology»

-Weezer «The Blue Album»

-Nirvana «In Utero»

Compra aquí las entradas para el concierto en Madrid de Johnny B. Zero

 

Texto: Juanjo Frontera

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