Cinco años lleva este combo de Medina del Campo, veteranos de la escena rock castellana, edificando un repertorio que, paso a paso, no ha hecho más que crecer. Artífices de una música honesta y sincera, los cuatro miembros de El Fuego Amigo -Fran, Sebi, Álvaro y Ron para los amigos- han hecho de las guitarras y la poesía directa, sin artimañas, las herramientas de su propuesta. Una propuesta que remite a nombres conocidos tanto como, fruto del talento y la perseverancia, les define en un sonido cada vez más propio. Y esa sea tal vez, en el punto en que se encuentran, su mejor virtud: el mostrar sin ambages sus referentes al tiempo que afianzan un rock que, progresivamente, va sonando más y más a ellos mismos.
Tras las líneas que siguen, tiene el lector dos opciones: meterse en redes para seguir dilucidando la evolución, valentía y arrojo del Tangana, Bad Bunny, Rosalía y su puta madre junto al resto de desorientados papanatas (al parecer, eso es lo que se lleva en parte de la militancia rockera actual). O pueden, si de verdad son público inteligente, darle al play a las magníficas canciones que El Fuego Amigo nos lleva regalando desde hace tiempo y reafirmarse en que el rock, y la buena música por extensión, es EXACTAMENTE esto. Y mientras sigan existiendo bandas como ellos, seguirá siéndolo.
El Fuego Amigo nace con ex miembros de otras bandas de la escena local como Exkrementes, Tarmas o Ajos Para mi Perro. ¿Eran tan punks estas bandas como sus nombres sugieren?
Bueno, la verdad es que un poco sí, éramos jóvenes y osados. Ahora quizás seamos menos macarras, aunque siempre queda algo. Exkrementes fue una banda importante de “rock and show” en la escena local y Tarmas siguen vivos. De hecho, están finalizando un disco nuevo. Álvaro, nuestro bajista, ha tocado en un montón de grupos (My Friendly Ghost molaban mucho). De los rescoldos de todas estas bandas, es de donde nace El Fuego Amigo.
La banda se forma en 2017, según creo. ¿Cómo resumiríais este lustro de actividad? Muy sucintamente, con frases de esas que dan titulares.
Nuestro objetivo siempre ha sido hacer canciones, sin límites y sin encasillarnos en ningún estilo. El criterio siempre ha sido ese, si nos gusta adelante.
Por pura curiosidad, el nombre de la banda ¿se escogió porque suena bien o hay alguna anécdota que contar detrás de él?
Fran se puso muy burro con el tema. Había un disco de El Señor Chinarro que tenía ese título y, aunque teníamos un montón de posibles nombres para la banda, la verdad es que nos gustó el concepto de “fuego amigo”, algo cálido, pero con un punto amenazante. Al fin y al cabo, quién no ha recibido alguna vez un balazo inesperado. Ahora ya no nos vemos con otro nombre, la verdad.
Apenas un año después de formada la banda decidís editar en digital nueve canciones bajo el título de Ecos ¿Cómo nació este trabajo? ¿Fue un disco planeado tal cual o más bien una recopilación de temas grabados hasta entonces?
Ese disco tuvo también tirada física, aunque fueron pocas copias, ahora seguramente sea material de coleccionista (risas). Grabamos los temas de forma artesanal, echándole muchas horas, robándole tiempo a las vacaciones y sí, entendimos el disco como un todo. Aunque para ser sinceros nos costó encontrar el tono del disco: teníamos gustos dispares, veníamos de bandas diferentes y nos preocupaba cómo ensamblar todo esto y encontrar un sonido que pudiéramos calificar como nuestro.
Personalmente me parece un álbum excelente, uno de esos que merecería pasar por un estudio, regrabarlo (o al menos repintarlo) y editarlo como Dios manda. ¿Lo habéis considerado alguna vez?
Algunos ya tenemos experiencia en lo que es pasar por un estudio con grupos anteriores (por ejemplo con Paco Loco o Juan Martínez de Dr Explosion). Tendríamos que tener tiempo y dinero para hacerlo a nuestro gusto, no lo descartamos, pero de momento preferimos avanzar y sacar temas nuevos, no echar la vista atrás. No vamos a negar que tenemos controlados estudios interesantes, veremos qué pasa en un futuro.
Las influencias de la banda hablan de Neil Young, Los Enemigos, 091, Smashing Pumpkins o The Pogues. Dadme otros nombres que no aparezcan en la bio oficial.
La verdad sea dicha, entre los cuatro escuchamos infinidad de bandas y en el local es una locura pues suena (casi) de todo: desde Steve Vai o Viva Suecia a Extremoduro, Los Estanques o Mamá Ladilla… absolutamente de todo, aunque no siempre tenga que ver con lo que hacemos. Todos tenemos ya una edad y son muchos años de música a las espaldas, no nos cerramos en ningún género y es posible que de forma inconsciente todas esas influencias se filtren de alguna manera en las canciones.
Es el vuestro un rock eminentemente de guitarras. A rebufo de la anterior pregunta, ¿a quién consideráis padrinos de la banda en lo referente a las seis cuerdas?
Sin duda somos un grupo de guitarras. Sebi, que es el guitarra solista, escucha desde Paco de Lucía o Vicente Amigo a Steve Vai o Van Halen. Algunas canciones son más sencillas en cuanto a guitarras se refiere, en otras grabamos diferentes capas hasta encontrar lo que estamos buscando, un sonido más denso, más producido. Nos gusta también tocar en acústico, buscar la esencia de los temas… cada canción tiene su momento, su enfoque. Como curiosidad, los solos de guitarra de Ecos parten de una maravillosa Ibanez Jem777 del 89 de color rosa fucsia que es una monada, para verla.
¿El proceso de composición en El Fuego Amigo es libre y democrático o alguien se encarga mayormente del asunto por encima del resto?
Solemos llevar ideas al local y a partir de ahí todos vamos aportando hasta encontrar el punto que queremos para cada canción. Tú puedes llevar un riff o una serie de acordes, quizás con un bosquejo de letra, pero es cuando comenzamos a trabajar en ella cuando el tema va creciendo: se le añade un solo, se le quita esta parte, se incorpora un estribillo que teníamos almacenado por ahí… muchas veces las canciones son monstruitos de Frankenstein, una suma de partes de otras canciones que se han quedado en el camino.
Ensayáis, escribís y tocáis en una ciudad bastante alejada del resto del circuito ¿Qué influencia diríais que tiene vuestro origen y ubicación a todos los niveles? ¿Hay cierta sensación de aislamiento al respecto?
Hoy día con las redes sociales todos estamos mucho más cerca, eso es cierto. Dicho esto, la verdad es que la escena local es bastante pobre salvo contadas excepciones (antes diríamos que es una puta mierda). El gran problema es encontrar sitios para tocar si no eres un grupo de versiones o de flamenquito. En cuanto al sonido pues sí, probablemente tengamos un punto de Castilla profunda y vaciada. Es curioso porque tenemos un tema titulado «Barro y Madera» que suena como una jota castellana de toda la vida y se nos resiste, porque en principio no es nuestro palo. Nos hemos autoversioneado enfocándola más guitarrera, otra versión más tipo balada, pero en realidad como nos gusta es así, tipo folky. De la tierra, vaya.
También un poco a tenor de la anterior pregunta, vuestras letras -mayormente- evitan tópicos y se mueven entre cierto costumbrismo y una poesía directa, sencilla y sin artificios. Muy castellana también en cierto modo…
De las letras se encarga Fran con algunas aportaciones del resto, cuando nos deja, que no suele ser muy a menudo (risas). Las letras son parte importante del grupo, no queremos repetir los topicazos del rock’n’roll, no queremos escribir solo sobre chicas, coches y fiestas. Las canciones tienen que contarnos o sugerirnos algo, que haya que prestar atención a lo que escuchas. Prestamos mucha atención a las letras, hay que darle las vueltas que haga falta hasta llegar al pellizco, ese verso, esa metáfora, esa idea que hace que la música y la letra estén en sintonía, ese es el objetivo.
Y en ese sentido, ¿qué letristas -o autores en general- consideráis que han sido una influencia para El Fuego Amigo?
Hay muchos, claro, si hubiera que citar a alguno te diría que Josele Santiago tanto en solitario o con los Enemigos siempre ha sido un referente. Quique González, el gran Serrat, Lapido, Aute… eso en cuanto a letristas influyentes. De todas maneras, las letras de las canciones pueden llegar de muchas maneras: tras leer una novela que mole, picar algo de poesía, mirar por la ventana, detenerse a observar la fauna en un bar de copas…
¿Qué tal percibís la respuesta del público ante vuestro directo? ¿Sentís que ha ido ganando adeptos la banda conforme pasa el tiempo?
Hemos tocado mucho para amigos y les seguimos conservando así que ni tan mal (risas). Ahora en serio, tenemos la sensación de que cada concierto que damos (que a decir verdad no son muchos) es mejor que el anterior, estamos creciendo y la respuesta del público siempre ha sido buena, en ese sentido fenomenal. Por eso casi no nos quedan discos.
¿Existe un buen circuito en el que moverse, en la zona, o cuesta encontrar ocasiones en las que subirse a las tablas?
Es complicado y la pandemia ha ayudado poco en este sentido. Como hemos comentado antes, para grupos como nosotros que apostamos por tener canciones propias y no versiones es incluso más difícil, pero no nos rendimos, es una carrera de fondo, de largo recorrido.
Más allá de la escena local, ¿os habéis aventurado un poco más allá? ¿algún concierto por otras lindes?
Nos gustaría claro, por ejemplo, tocar en Barcelona (risas). Hemos tocado aquí y allá, quién sabe a lo mejor a partir de esta entrevista conseguimos más proyección y damos el salto a algún festival veraniego, no estaría nada mal.
A lo largo del año pasado fuisteis editando algunos temas que presuntamente formarán parte de vuestro segundo trabajo. Contadnos más al respecto…
El tiempo de pandemia nos hizo daño pues el proyecto quedó parado por razones obvias. Tenemos perfilado un nuevo disco titulado La Vida Ausente, pero como digo el parón pandémico nos vino mal. Quizás sea buena idea retomarlo y publicarlo en forma de EP, ya veremos. Para más inri alguien (Fran) ha filtrado algunos temas en redes sin ser la versión definitiva. Está claro que tantos días en casa no iban a traer nada bueno, nos puede el ansia.
Sobre esos temas en concreto («No te das Cuenta», «Julieta», «El Arte de Vivir») se aprecia una sensible evolución, en el sentido de que sonáis como con más personalidad y más confianza en vosotros mismos. ¿Han servido estos dos años de mierda para que la banda de algún modo se asentara, sin prisas ni presiones? ¿O creéis que sin pandemia y confinamiento el proceso hubiera sido similar?
Tienes razón, nosotros también hemos notado una cierta evolución. Ya sabes, no te das cuenta y te sale algo nuevo porque es cuestión de ir tocando y tocando y, aunque suene un poco cursi, no poner límites a la creatividad. En cuanto al tema pandemia ya está todo dicho, fue una mierda, pero si ha tenido algo bueno es que hemos podido dedicarle más tiempo al asunto.
Para terminar, a nivel estrictamente nacional, ¿con qué cuatro bandas -o artistas- os gustaría formar un repóquer? Por similitud y/o afinidad…
Uffff, muchos. Quique González nos mola mucho, Enemigos, Ángel Stanich, Lichis y Vetusta Morla (más risas).
Eloy Pérez