El próximo sábado día 14 de mayo tendrá lugar en Granada el 30º aniversario de la sala Industrial Copera, un templo ineludible en la música electrónica europea y parada habitual para iconoclastas de todo pelaje. Refugio obligatorio para todo tipo de tribus y sonidos inconformistas -punk, rock and roll, metal, indie, experimental, flamenco, trap-. Desde Ruta 66 nos sumamos a tan destacado acontecimiento que incluirá actuaciones de, entre otros, a Laurent Garnier, Ángel Molina, Ylia, o la banda tributo a Led Zeppelin Whole Lotta Band.
Todo aquel que haya asistido regularmente a conciertos en la ciudad andaluza tiene una historia relacionada con la Industrial Copera. Porque no todo en la popular sala tiene que ver con evadirse y danzar al son de los beats más exclusivos, sin ir más lejos el lector medio routier se reconocerá en carteles históricos como los protagonizados por estos artífices de primer nivel: Jon Spencer Blues Explosion, Soledad Brothers, Bob Log II, Los Enemigos, The Fuzztones, Nada Surf, Wave Pictures, Tarik y la Fábrica de Colores, Machine Head, Derby Motonetas Burrito Kachimba o Interpol.
La Industrial Copera abre por primera vez sus puertas el 14 de mayo de 1992. Negocio familiar con inicios modestos, pronto comenzó a programar a los mejores DJ nacionales y fue asentando su categoría de templo electrónico europeo a base de un irreductible espíritu inconformista, un marcado gusto por la calidad y una red de contactos con conexiones a Londres, Paris o Berlin que ya con el cambio de siglo la convirtieron en cita insalvable para los mayores capos, principalmente del Tecno: Carl Cox, Richie Hawtin, Laurent Garnier, Alexander Kowalski.
Bastarían estos credenciales para celebrar tan meritoria efeméride, sin embargo, la intrahistoria individual convierte a dicho espacio, específicamente pensado para el hedonismo, en un lugar casi mitológico. Además, la sala ejerce de perfecto termómetro para conocer el estado de la escena local o para reconocer a la banda consagrada.
Allí estaremos para recorrer cada rincón y celebrar sin nostalgia el aniversario de una sala que sigue más viva que nunca, un lugar para la transgresión y la libertad.
Texto: Antonio J. Moreno