Este año el Blues i Ritmes ha vuelto por todo lo alto celebrando su 30 aniversario con un cartel de lujo. Como siempre el festival badalonino nos trae lo mejorcito de la música americana junto con las sonoridades africanas. Para empezar las celebraciones, Jesse Malin actuó en el Teatre Margarida Xirgu en un viernes musical apoteósico en el que nos deleitó con uno de los mejores conciertos que le hemos visto.
Mientras sonaba la banda sonora de Taxi Driver, compuesta por el maestro Herrmann, saltaba la banda al escenario. Malin estaba acompañado por Derek Cruz a la guitarra, James Cruz al bajo, Michael Hesslein a los teclados y Randy Schrager a la batería. Como una máquina perfectamente engrasada, el grupo funciona como un todo y eso se nota. La noche empezó con una apoteósica “The Way We Use to Roll”, le siguieron “Backsatbbers” y “Before You Go” de su impresionante nuevo disco doble Sad And Beautiful World. Se auguraba una noche de rock and roll y emoción a raudales, la energía fluyó energizante mientras sonaban “Turn Up The Mains”, “Whitestone City Limits” y “State of the Art”.
La calma llegó con “Room 13”, un tema de Sunset Kids producido por la gran Lucinda Williams. Malin confesó lo nervioso que estaba de trabajar con una de sus grandes referentes musicales. Durante la noche, el cantante y compositor estuvo locuaz, divertido, contó anécdotas, bajó entre público hasta tres veces y nos deleitó con su PMA (Positive Mental Attitude). Jesse Malin nos transmitió toda esa electricidad. Conexión podría ser la palabra que describiera el concierto. Malin nos hizo conectar y hacía tiempo que no nos sentíamos así en un concierto. De este excelente disco también tocaría “Shining Down” o la redonda “Meet Me at the End of The World”. Haciendo un repaso de su extensa carrera en solitario, tampoco faltaron joyas de su primer disco en solitario como “Wendy” o canciones como “Death Star”, “Todd Youth” dedicada al desaparecido músico o “Dance With The System”.
También hubo versiones como “If I Should Fall From Grace with God” de The Pogues que le dedicó a Shane MacGowan, el “Rudie Can’t Fail” de the Clash y ya en los bises el “Do You Remember Rock ‘n’ roll Radio?” y para terminar, una sublime “You Ain’t Goin’ Nowhere” de Dylan. Espectacular se queda corto. Jesse Malin nos regaló un concierto apoteósico. Bailamos, cantamos y disfrutamos como hacía tiempo que no lo hacíamos. Atención, ya que en mayo vuelve de telonero de Brian Fallon & The Howling Weather, líder de The Gaslight Anthem.
Al día siguiente nos llegó el turno de Amadou et Mariam & Blind Boys of Alabama ya en el Teatre Zorrilla. El afro pop de Malí se aunó con el gospel de Alabama en una combinación perfecta. Una que demuestra que esa música que tanto nos gusta y que nos hace deleitarnos año tras año en el festival proviene de los ritmos africanos, que volvemos a conectar y hacer puentes, como siempre hace el festival entre África y Estados Unidos. Tanto los miembros de Blind Boys of Alabama como Amadou et Mariam se conocieron en una institución para personas ciegas y la música les unió para siempre.
Con un Zorrilla hasta la bandera, ambas formaciones nos demostraron que las conexiones son muchas y excelentes. Lamentablemente, uno de los Blind Boys (que ya cuenta con más de ochenta años) estaba indispuesto. Fue Jimmy Carter que no pudo participar en el concierto. Aun así, el resto de miembros, Ricky McKinnie y Ben Moore, pusieron todo de su parte para paliar su ausencia.
El concierto se dividió en varias partes, en las que actuaron alternándose y conjuntamente. Primero cantaron Blind Boys of Alabama, luego se añadieron Amadou et Mariam, después ellos en solitario para finalmente volver a juntase de nuevo. Les acompañaban Joey Williams a la guitarra, Sam Dickey al bajo y Yves Abady a la batería, aparte de contar con la guitarra de Amadou.
Fue una noche en la que nos hicieron bailar sin parar. Las butacas en las que estábamos sentados no nos podían atrapar. El ritmo se nos metió en el cuerpo, sin duda. Blind Boys of Alabama abrieron la actuación con “People Get Ready”, pero también sonaron “There Will Never Be Any Peace” o “I Shall Not Be Moved”. De la banda sonora de The Wire pudimos escuchar una impresionante “Way Down in the Hole”.
Por su parte, Amadou Bagayoko y Mariam Doumbia nos demostraban que el ritmo está dentro nuestro y que ellos saben cómo hacerlo salir. Durante su actuación sonaron entre otras “Mon Amour Ma Cherie”, “Dimanche a Bamako” o “Dogon”. Ambas formaciones interpretaron juntos “Two Cultures, One Beat”, ratificando que la música no tiene fronteras y que el ritmo es el mismo entre ambas. También pudimos escuchar el “Amazing Grace”, nunca falta en un concierto de gospel y de pie y saltando cantamos “If I Had a Hammer” que popularizó Pete Seeger y al final también bailamos al ritmo de “Willy Kataso”. Una noche magnífica de buena música, ritmos que te hacen bailar y celebraciones de cumpleaños. ¡Por muchos más Blues i Ritmes!
Texto: Anabel Vélez
Fotos: Sergi Fornols