The Lizards están de vuelta con «Fake Reality», un disco en el que el trío de Barcelona parece ampliar, aún más si cabe, su catálogo de sonidos, en temas que se acercan al punk rock californiano y que coquetean con el punk pop ramoniano, algo que tiene mucho que ver con la intención de la banda de no estancarse ni encasillarse dentro de un solo estilo.
Aunque en el sonido de The Lizards siempre ha habido una gran variedad sonora, en este trabajo parece que ampliáis todavía más las miras y os acercáis al punk rock californiano en temas como ‘We are done’, al punk ramoniano en ‘I don´t care’ o al grunge de ‘Fake reality’. ¿Cómo habéis adaptado todas estas referencias a vuestro sonido?
Nunca hemos querido poner límites a nuestra creatividad, ya que siempre hemos tenido referencias muy variadas. Dentro del rock nos gusta tanto el punk, como el hard rock, el grunge o el garaje… al final tocamos lo que nos gusta sin importar la etiqueta y eso quizás es lo que hace que tengamos nuestra propia identidad.
A pesar de que en el disco no hay ningún medio tiempo ni ninguna balada, hay temas más “asequibles” para todos los públicos como, por ejemplo, ‘Insomnia’ o ‘Round the bed’. ¿Había una intención de ampliar, de alguna manera, vuestro espectro de público?
No es algo intencionado, simplemente salió así. Nuestros discos siempre han mezclado diferentes estilos, pero es cierto que éste es el más variado. Supongo que el hecho de componerlo en medio de una pandemia ha tenido algo que ver. Llevamos dos años de montaña rusa emocional, así que es inevitable que, por un lado, hayan salido canciones más enérgicas y por otro, canciones más oscuras. Nosotras estamos muy contentas con el resultado, así que si esto hace ampliar el espectro de público, genial.
En la parte lírica, la rabia también se mantiene intacta en las letras. ¿Eso es algo innegociable en The Lizards? ¿Sentís la obligación de decir algo en vuestras canciones y que no sean algo vacío de contenido?
No siempre. A veces, nuestras canciones pueden ser muy viscerales y otras, en cambio, estar escritas en clave de humor. En nuestros discos también puedes encontrar letras sobre crítica social, sentimientos o superación personal. En este último, por ejemplo, hay una que habla de un personaje histórico, ‘Dorothy Levitt’, que fue una piloto pionera en las carreras de coches y otra que te sitúa en un circo bizarro del siglo XIX, como es el caso de ‘The Freakshow’… no hay ninguna norma, escribimos sobre lo que nos apetece en cada momento.
Ya lo siento, pero es inevitable hablar de la pandemia. ¿Cómo os ha afectado a vosotras, en un momento en que estabais claramente en una proyección ascendente cuando empezó todo esto?
Pues como a mucha gente, nos hizo frenar en seco. En 2019 estuvimos presentando nuestro anterior trabajo con una gira de casi 70 conciertos, y aún nos quedaban muchas fechas en 2020. La pandemia nos obligó a parar y a centrarnos en el siguiente trabajo, que teníamos que componer desde cero. Por suerte, este año ya tenemos confirmados bastantes conciertos y muchas ganas de volver a los escenarios.
Otra de las consecuencias más graves de la susodicha pandemia ha sido el cierre de locales míticos como Rocksound en vuestra ciudad, algo de lo que, si no me equivoco, se habla en ‘Dead city’. ¿Cómo creéis que saldrá de todo esto la escena musical de garitos y locales que, por cierto, ya estaba muy tocada antes de que llegara el virus a nuestras vidas?
Ciertamente ‘Dead City’ habla de eso. Barcelona lleva mucho tiempo en declive en cuanto a escena rockera, porque está falta de garitos desde hace años. Cuando Rocksound cerró fue una sensación de desamparo muy grande, porque era nuestra salvación en cuanto a salas de pequeño formato con “solera”. Necesitamos lugares donde poder reunirnos para ver un concierto de rock o, simplemente, tomar una birra escuchando música. Los tiempos ya no acompañan para tocar este estilo, pero todavía se hace más difícil en una gran ciudad, donde sólo se piensa en favorecer al turismo y a las tendencias actuales. Pero, a pesar de todo, tenemos la esperanza de que haya un revival porque, al final, mucha gente tiene la necesidad de ver conciertos en sala pequeña. No todo el mundo es carne de festival y, aunque los dos formatos tienen sus cosas buenas, es un rollo muy distinto.
Nashville Pussy, Girlschool, Peter Pan Speedrock, Cavalera Conspiracy… y ahora SuperSuckers, a quienes acompañareis en su gira estatal ¿qué se siente al compartir escenario con bandas de este nivel?
A lo largo de la trayectoria de The Lizards hemos podido compartir escenario con un montón de bandas que admiramos y eso, por supuesto, es un orgullo. Muchas veces la gente no es consciente del trabajo que hay detrás de una gira o un concierto, de los kilómetros que se echan, del esfuerzo que se hace para que todo salga adelante. Poder compartir todo eso nos hace sentir muy afortunadas. La carretera curte y te hace mejorar mucho en experiencia y profesionalidad.
En vuestro caso, tenéis una agenda más que envidiable a partir de abril. ¿Hay ganas ya de presentar en directo los nuevos temas? ¿Cómo estáis preparando el repertorio nuevo?
¡Hay muchísimas ganas! Estamos montando repertorios que sean dinámicos, donde el material nuevo encaje con el antiguo, porque hay que tener en cuenta que, como tenemos conciertos en festivales, salas y teloneando a bandas, cada formato es distinto y varía en duración. No te voy a engañar, ¡no es tarea fácil! (risas).
Texto: Sergio Iglesias