Encuentros

Nat Simons, felina, realidad y ficción.

 

 

Es la autora de uno de los discos más sorprendentes de la temporada. Nat abandonando el country rock con el que la conocimos para abrazar una reencarnación a ritmo de glam carnal, directo a las pasiones. Había que contactar con ella para que os explicara el proceso de transformación en Felina…

 

La diferencia entre Felina y el anterior Lights es abismal. De contar con una banda de apoyo como Hiss Golden Messenger y su cristalina concepción del country alternativo, a lanzarte en tromba a ejecutar un glam visceral y contundente. ¿Qué motivó este giro compositivo y estilístico?

Pues si te digo la verdad en el primer momento de crear estas canciones no sabía que se estaba produciendo un cambio, pero debió de ser que mi mundo alrededor estaba cambiando y estaba viviendo una serie de experiencias tan fuertes que mi lenguaje empezó a ser otro. También es cierto que soy una persona que escucha mucha música, no sólo se encierra en un género y al salir y girar por grandes recintos me dio otra perspectiva, quería abrirme, experimentar con nuevos sonidos, imaginar cómo podía sonar mi música de una manera más grande y salir de mi yo intimista…  En el escenario, siempre me ha dado la sensación de ser más introspectiva y necesitaba un “chute de adrenalina” y empezar a cantar hacia fuera. Creo que ese fue uno de los motivos por los que mi música empezó a mutar también, además de las vivencias que eran muy diferentes a las que estaba experimentando con Lights.

Nace Felina, más que un disco, una nueva encarnación, ¿una mujer diferente? ¿O simplemente un personaje con el que poder encontrar nuevos caminos artísticos, siguiendo los pasos del eterno Ziggy Stardust? ¿Cómo definirías a Felina?

Felina es algo más que un personaje de ficción, que nació como Ziggy. Escribí sobre este personaje en una canción, “Finale”, y de repente se hizo realidad, se apoderó de mí. Tanto es así que me di cuenta que siempre había tenido algo de este personaje, pero un día salió a la luz de tal manera que hasta la gente de mi alrededor decía: ‘’Nat ya no es la misma, ha cambiado’’. Durante la gira de Lights ya se dejaba entrever esa nueva naturaleza. Y, la verdad, aún siento dos naturalezas internas luchando, sobretodo cuando llega la hora de salir al escenario Felina empieza a cobrar vida y cuando me bajo, en la vida real, soy Nat… pero hubo una época en la que Felina estaba ahí todo el rato y eso hizo que mi mundo se pusiera del revés, generó caos, pero por otro lado me sentía sin miedo a nada. Por eso dejé a Felina hablar en este disco. ¿Volverá Felina como lo hizo entonces a mi vida? Lo más seguro es que si. Y si me preguntas ¿Algún día desaparecerá Felina del todo? Eso aún no lo sé ni yo, sólo sabremos a lo largo de la gira del año que viene que pasa con esta historia…

Lo comentaba antes, el disco recuerda al glam clásico británico… pero actualizado por el tratamiento de determinados instrumentos y por la producción de Edu Baos. ¿En qué momento decidiste que era la persona adecuada para encerrarse contigo y colaborar tan estrechamente? Se percibe claramente su influencia, la contundencia que caracteriza a la banda en la que milita, León Benavente…

Antes de hablar con Edu Baos, la idea era irme de nuevo a Estados Unidos. Incluso se lo llegué a plantear a Gary Louris de nuevo y a Django Hawkins, pero no era un buen momento. Después llegó la pandemia y ya íbamos tarde porque las canciones estaban ahí y teníamos que encontrar a una persona correcta para la producción. Estaba claro que para este disco necesitaba alguien que entendiera el lenguaje del rock clásico pero a la vez estuviera al día en cuanto a sonidos alternativos y pensamos tanto Jose Lapuente (mi manager) como yo, que León Benavente era un grupo que aunaba ambas cosas, por eso me propuso a Edu Baos, que tenía su propio estudio (Cariño Estudio) y le podía dedicar a mis canciones más mimo y cariño que otros productores más solicitados. Yo sabía que era una apuesta muy atractiva juntar dos mundos tan dispares y que podía salir de esa unión algo con personalidad y eso me estimulaba. Al final fue un acierto.

De todos modos, sigue percibiéndose un sustrato muy cercano al rock americano de raíces, un poso a lo Tom Petty, uno de tus músicos de referencia, en temas como “Extraña religión”, por ejemplo. ¿Cómo logras combinar estilos tan dispares?

Sin miedos ni prejuicios, jaja. Es algo que me he ido quitando y sobre todo con este disco.

Y aún me queda un largo recorrido a la hora de quitarme prejuicios musicales. Ojalá fuera más atrevida porque así salen realmente las cosas interesantes. Yo creo que mis referentes americanos y de raíces siempre van a estar ahí y me gusta acudir a ellos. Los tengo también en el subconsciente, es la música que más he escuchado, y artistas como Tom Petty o Bob Dylan o Neil Young me siguen inspirando enormemente… Son como una guía de vida también. Pero, por otra parte, le debo mucho a los británicos en cuanto a influencias. The Beatles, Cat Stevens, The Kinks era también la música que sonaba en mi casa cuando era pequeña y T Rex me es también muy familiar, toda esa música es mi background más lejano.

Y también permanecen inmutables esos ecos a Stevie Nicks que aportaron una sugerente pátina pop a tu anterior álbum. ¿Sigue siendo una de tus influencias principales, o corre el riesgo de desaparecer pisoteada por las huestes de Marc Bolan?

Sigue siendo indudablemente una influencia enorme para mi. De hecho cada vez son más las mujeres las que me inspiran para seguir componiendo y haciendo cosas más arriesgadas, parece que las mujeres de ahora son más atrevidas a la hora de crear. Lo que más me gusta no es que las influencias desaparezcan porque lleguen otras sino que crezcan en número, convivan y se entremezclen. ¿Te imaginas qué maravilla sería una colaboración de Stevie Nicks con Marc Bolan? ¡¡Ahí nace algo nuevo e inspirador!!

Imposible no referirse, también, al cambio de idioma. Siempre has demostrado un dominio excelente del inglés, pero… ¿te sientes más libre, más tu misma, cantando en castellano?

El castellano ha hecho que se abra un mundo de infinitas posibilidades y eso para alguien que crea es maravilloso. Es una nueva herramienta que estoy aprendiendo a dominar y que me inspira para seguir mejorando y dar un poco con un lenguaje personal que me haga tener un discurso específico y propio. Mi meta ahora es esa. Me gusta el castellano no sólo porque es muy rico sino también porque me gusta ser directa con él, me doy cuenta que con el castellano me salen las cosas de una manera más visceral, aunque mirando algunas de mis letras de anteriores discos en inglés tampoco tenía muchos pelos en la lengua jajaj Lo bueno del castellano es que ahora la mayoría de la gente de aquí me entiende y para mi eso es muy importante.

Los sencillos, actualmente y más a causa de la tristemente famosa pandemia, se dosifican y distribuyen como herramientas de precalentamiento antes de la publicación del disco. ¿Cómo escogiste su secuenciación, el orden de salida?

Con el parón de la pandemia, después de las canciones pude desarrollar un relato y eso me llevó a pensar en un disco que pudiera ser transmedia, que rompiera un poco con la materia estrictamente musical, por eso pensé en presentar los singles como si fueran capítulos de esta historia y así se empezó a idear todo. Más que como singles independientes, que fuera como una historia que tiene su hilo y su por qué, contando la historia de Felina. Algo más conceptual. Y con toda esta idea después llegó el cómic, ¡que saldrá próximamente!

El primer single ‘’Televisión’’ es el tema que más se puede alejar estilísticamente a lo anterior pero me gustaba que la historia comenzara fuerte, que la gente se quedara un poco en shock, perplejos con lo que escucharan o vieran y parece que lo conseguí según me han contado. El resto de singles ya han entrado mucho mejor a mis anteriores seguidores.

Te he oído hablar de un cierto bajón anímico durante estos tiempos complicados. ¿Superado? ¿Sigue siendo la música la mejor medicina para el alma?

El bajón de aquella época ya es agua pasada, ahora vienen otras mareas que navegar! Son días complicados para los artistas, para los grupos, para el mundo de la música en general, la pandemia ha hecho mucho daño y esto nos ha dado de frente sin duda. Pero dentro de lo que cabe yo estoy muy ilusionada con este nuevo disco y tengo fe poder llevarlo al directo el año que viene y de la manera que se merece. Felina, para mi es un disco de directo. La música es sin duda mi mejor ansiolítico y antidepresivo, nunca nada me sanó como escuchar música, vivirla en directo y crearla. Al fin y al cabo de eso habla este disco, por eso es tan catártico.

Por último, parece que se recupera la actividad musical en vivo y en directo. ¿Cómo planteas el trasladar tus nuevas composiciones a los escenarios? ¿Con qué formación vas a presentar el disco?

Como te digo, para mi se trata de un disco que va a cobrar mucho sentido en directo. Porque tanto Edu como yo, cuando nos metimos en el estudio, lo pensamos así, siempre imaginándonos cómo iba a ser eso sobre un escenario, visualizándolo. Es un álbum con una producción increíble, con muchas capas de guitarras, teclados y sintes y aunque parezca arriesgado funciona con una formación clásica guitarra, bajo, batería, teclados y voces, porque las canciones al fin y al cabo funcionan hasta en acústico. En el caso de los grandes escenarios llevaremos la banda al completo y la intención es que suene potente y grande con un show más glam que lo que la gente estaba acostumbrada a verme con Lights  por supuesto el concepto es muy diferente, si quieren ver show eso va a ser Felina, ahí es donde ella cobra vida.

 

Texto: Alfred Crespo

 

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