Banda joven y nueva, pero no estamos hablando de unos recién llegados y eso se nota en su compacto y afilado sonido. Su guitarra y cantante, Iñaki (Baini), tiene raíces claramente punks en Primeross Auxilioss. La bajista (y buenas voces), Ainhoa, fue guitarrista en el proyecto femenino Zuloak, gestado en torno a Fermín Muguruza. Eneko también viene del punk y aporrea también en Puro Odio. Rubén es parte fundamental en el sonido de Feline con sus múltiples teclados y sintetizadores de aires muy ochenteros y que hace lo propio actualmente en los históricos y muy en forma Audience. El nombre viene del mítico disco de los Stranglers, pero lo pronuncian acercándolo al legendario director de cine Fellini. Pero los teclados de Rubén suenan a menudo como solistas acercándonos al sonido de los primeros Devo. También es penetrante la forma de tocar al bajo de Ainhoa como si fuera una guitarra al estilo de bandas candentes en la última década como los Royal Blood.
El disco comienza rotundo en su título y en su ritmo punk demoledor. «I Hate You» es el declaratorio arranque. Un pedazo de single que ha demostrado su poderío magnético impactante en sus primeros directos y con un videoclip que hace crecer exponencialmente el ímpetu de la canción. En «My Mind» tenemos ya esa frecuente y atractiva pelea entre teclados y guitarra. Suenan más pop en «Looking At The Sky» con sus deliciosos coros y teclados (gran solo de Rubén) muy new wave. Aires oscuros entre Lou Reed y The Stranglers de La Folie y Feline en el inicio de «Too Sad». Luego el tema se hace más punk y se acerca a los primeros discos de los de Hugh Cornwell o a The Fall. A continuación llega «Always» con sus poderosas guitarras, el potente estribillo y los contagiosos coros. Buen solo de guitarra de Iñaki. Siguen con odio en su letra y con filigranas en los sintetizadores de «Expression». En «So Alone» tenemos otro gran estribillo con la frase “You will find your way” y la combinación ganadora de guitarra y teclados y el bajo sonando casi como una segunda guitarra solista.
Suena más reposados en «Ian Eta Myra». Riff poderosos en otro gran tema breve pero a la yugular. Sorprenden, mucho y para bien, a la hora de elegir una única versión en el disco. Se trata del «How Do You Think It Feels?» del Berlin. La melodía del precioso original de Reed la dirige Rubén con sus teclados. Luego llega un estribillo sabiamente endurecido con unos teclados que parecen inspirados en el Who’s Next. Finalizan con puro pospunk ochentero y oscuro con toques otra vez de Stranglers, pero también de The Chameleons o The Cure y otro buen estribillo con «The Eye». ¡Sin ningún tema de relleno!
La primera pregunta es casi obligada dado el original nombre. ¿F-e-l-i-n-e o “Felain”? ¿Por The Stranglers o por el director, Fellini?
El disco Feline estaba ahí dando vueltas en el tocata durante esos momentos en los que estábamos buscando un nombre. Nos gustó a todos, independientemente de la pronunciación. Normalmente la gente nos reconoce más como “F-e-l-i-n-e”, pero nos gusta de las dos maneras.
Estáis dando vuestros primeros pasos este mismo año, creo. Sé que algunos de vosotros estáis en Audience o habéis estado en Zuloak (Fermín Muguruza), PrimeroSS AuxilioSS o Puro Odio. ¿Cuál fue el nexo de unión más aún en estos tiempos tan convulsos y de dificultades para las relaciones personales?
Somos amigas/os desde hace muchos años y las primeras quedadas como grupo empezaron a principios de 2020. O sea que en aquel gran confinamiento la banda o la ilusión de hacer algo ya estaba creada. Luego, con las ganas de juntarnos que teníamos, las dificultades que se nos imponían eran extremas, pero nunca hicimos mucho caso a estas y empezamos en marcha.
No son pocos conciertos los que lleváis a vuestras espaldas para aventuraros con la grabación de un LP completo?
No nos quedaba otra. Fue una etapa un poco rara, por no decir otra palabra. A las 22:00 chapaban todo. Las salas, los gaztetxes o los bares por donde nos movíamos no podían programar. A parte de eso, no nos conocía nadie como Feline. Imposible tocar en directo. Rascamos dos bolos y nos metimos en el estudio.
Bueno, quizás al tratarse de músicos con una experiencia bastante amplia previa. ¿Había ideas más que suficientes para un debut por todo lo grande como este?
Si si si… La idea de Baini era crear un grupo para tocar en un macrofestival de moda y luego dejarlo, pero viendo que ese formato ya casi no existe, tenemos Feline para rato. Jajajaja.
¿Quién se encarga de las composiciones y sobre qué tratan un poco en general?
Baini compone y trae al local los ritmos y las líneas que guarda en la cabeza. “ Esta quiero que sea romántica y esta otra rabiosa” dice, y los demás seguimos el rollo. De ahí vienen las letras y el sentimiento de la canción. En unos pocos ensayos avanza mucho, la metemos al repertorio y ya dejamos que ruede con las otras.
Son un puntazo vuestros teclados en primer plano que pueden recordar, si, A The Stranglers, pero también a ciertos temas de los Devo más eléctricos o hasta los más psicodélicos de XTC. Sin embargo los aromas mas punk o pospunk resuenan cuando la guitarra y vuestros ritmos más acelerados están en primer plano. Luego flipo con que escucharais en el coche a Lole Y Manuel, Wilco o Hole indistintamente. ¡Fuera prejuicios! ¿Cuáles son vuestros referentes más claros para hacer un tema Feline.
Nos gusta mucha música de los ochenta y sobre todo el sonido o el groove de muchas bandas con baterías resecas o teclados chillones. Como tú bien dices, nos encanta el sonido Stranglers pero también grupos de la época, como Psychedelic Furs, Echo & The Bunnymen, los australianos Midnight Oil y un sinfín de más bandas. Lole y Manuel también tuvieron muchos temazos en los ochenta, Wilco es más contemporáneo y Hole se acabó.
Supongo que el grabar con Martín Guevara en sus Silver Recordings habrá sido todo un puntazo. ¿Qué tal fue la historia con este “Paco Loco de El Norte” y qué os aportó como banda… y hasta como personas?
Teníamos claro que Martin tenía que escuchar las canciones e incluso trabajar con ellas. Ruben había tocado con Capsula en la gira de Ziggy Stardust… y directamente nos pusimos en contacto con él. Le gustaron mucho las maquetas y en menos de un mes estábamos en “Silver Recordings Studio”. Íbamos bastante nerviosos, ya que era la primera vez que nos juntábamos los cuatro a la vez para grabar. Pero después de la primera toma en directo y el calor y confianza que nos trasladaba Martin, todo fluyó con naturalidad y eso creemos que se nota al escuchar el disco. Por otro lado, Martin no creo que necesite presentación, todo el que le conoce sabe lo maravilloso que es como profesional y como persona.
Disco breve y en vinilo como mandan los tiempos. ¿No había más a elegir o es para ir dosificando las dosis de Feline?
En realidad, teníamos preparadas solo seis canciones, y ya el segundo día Martín nos animó a grabar las bases de otras cuatro que estaban a medio acabar. Son diez en total las canciones que componen el disco y tenemos borradores de otras tantas, con lo que ya estamos totalmente sumergidos en nuevas ideas, que ya se pueden saborear en los directos.
Original y muy bien resuelta versión de un tema nada obvio de Lou Reed como el «How Do You Think It Feels» de su obra cumbre, Berlin. ¿Por qué este tema y no uno más corriente del cascarrabias? Lo debíais tener bien encaminado porque creo que os salió en la primera toma…
No es una versión pensada o meditada para que cuaje en el disco. Se creó de una manera muy natural. Rubén llevaba un par de días tarareando esa melodía inicial y se puso a tocar en un ensayo con el microkorg, al conocer todos la canción avanzamos hasta donde pudimos, le hicimos alguna variación y ahí lo dejamos. Así se quedó en el disco. Un pequeño homenaje o una gran marcianada. Es verdad que en los ensayos previos a la grabación la veíamos como una gran canción y que nos transmitía mucha energía. Fue el último tema en grabar y nos quedamos súper satisfechos con la primera toma. Ni la tocamos por segunda vez. Recoge un aura mágico y espontáneo, incluso con algún golpe perdido por ahí.
Porque esas es otra. Tanto Martín Capsula como vosotros estabais de acuerdo en grabar tocando todos juntos para lograr esa química de las bandas de verdad y de sonar como si de una actuación se tratara…
De acuerdo si estábamos, seguros no tanto. El primer día Martin nos quería ver tocar en directo en su estudio. Ya en posiciones, nos vimos sueltos y naturales con las canciones bien estructuradas y ensayadas. En quince minutos le dimos al REC.
En algunos de vuestros temas tienen gran importancia los teclados de Rubén (Audience) que, a veces, parecen llevar la voz principal del tema. ¿No hubiera sido más lógica alguna versión de Devo o The Stranglers teniendo en cuenta esos aromas ochenteros de algunos temas y teclados?
La versión no iba con ninguna lógica comercial. Somos súper fans de Lou Reed, tarareamos y cantamos a menudo sus canciones. Su voz, su poesía, su estética e incluso su fama de abuelo cebolleta nos encanta. La aroma ochentera creo que la ha adquirido, o eso es, por lo menos, lo que la gente nos está diciendo.
Por cierto. Todavía no tenéis una gran cantidad de temas propios para un concierto como cabezas de cartel. ¿Caerán algunas otras versiones en vuestros conciertos en dicho caso, además de las ya conocidas de Lou Reed o ese guao tema de The Jesus And Mary Chain?
Como hemos comentado antes, tenemos bastante material propio. Baini no para de componer y a parte de las nuevas canciones, siempre nos dan aire fresco las versiones. Hasta ahora han ido con total naturalidad, pero con esta insistencia habrá que pensar bien en el próximo artista o grupo que formará parte en nuestro repertorio. Jajaja…
Llama la atención en algunos de vuestros temas el poderoso y particular sonido, también de vuestra bajista que suena casi de manera solista. ¿Es porque habitualmente toca la guitarra? ¿Os gustan propuestas sin guitarra como las de Morphine o Royal Blood?
Morphine, por ejemplo, es un trío espectacular. Cure of Pain es una bomba, pero no creo que nos haya influenciado directamente. Es un género que no se refleja tanto en nuestras canciones. A Ainhoa la conocemos con la guitarra colgando desde los 15 años. Lleva muy poco tiempo con el bajo y no veas cómo lo toca.
Tuvisteis algunas divergencias para elegir ese guapo single de adelanto, con chulo videoclip como es «I Hate You» . ¿Hay algún otro previsto o hay disparidad de criterios?
«I Hate You» responde a la fuerza y la intensidad que buscaba nuestro imaginario inicial. Es rabiosa y una especie de desahogo físico y mental. Además, el video de Hannot Mintegia le ha quedado como anillo al dedo. Ya estamos trabajando con un segundo single y un nuevo vídeoclip que verá la luz en unas semanas.
Supongo que con ganas de defender vuestros temas en directo como demostrasteis en el Kafe Antzokia teloneando a Capsula. ¿Cómo van a ser los conciertos de Feline? ¿Habéis pensado en utilizar algunos aderezos visuales también?
Lo del Kafe Antzokia fue una gran fiesta con Capsula. Era nuestro quinto concierto y a la gente le gusto mucho. Llevamos muy pocos bolos y están siendo muy intensos, frescos y dinámicos. La instrumentación con el estilo que hacemos da mucho juego y también nos repartimos las voces, eso hace que haya un gran abanico de colores durante todo el bolo.
En Ruta 66 tanto The Stranglers como Lou Reed son poco menos que religión. «This Is Religion» que cantaba otro grupo bien querido en la revista y cercano a vuestra propuesta como Public Image Limited. Siempre se habla mucho y bien, merecidamente, de The Metal Box, pero yo siempre he preferido First Issue. ¿Los controláis? Explicad a la parroquia “Rutera” porque tienen que conocer Feline y añadid lo que se os ocurra y os pida el cuerpo.
Algunos de la banda somos más de Jonnhy Rotten en Public Image Limited que en los Sex Pistols. No hay consenso de grupos clave. Sí que es verdad que los setenta y ochenta nos flipan a todos. Pero también es verdad que la variedad musical de estas décadas abarca una amplitud gigantesca. Iggy Pop tenía grandes canciones, pero también Madonna. Nosotros somos muy inquietos y nos gusta salsear, con lo que no sabemos lo que depararán los Feline del futuro.
Texto: Txema Mañeru
