En ocasiones es relativamente sencillo escribir una crónica. Lean: «Run to you», «Heaven», «It’s Only Love» (sin Tina, claro), «One Night Love Affair», «Back to You», «Summer of 69», «Take me Back», «Somebody», «Cuts Like a Knife», «Straight from the Heart». No, no es Bryan Adams en el año 1988 bajo la lluvia belga de aquel estupendo directo (“Live, Live, Live”). Era un miércoles cualquiera, en un Palau Sant Jordi en el que unos 10.000 mortales ya estaban entregados antes de que se iniciara el evento.
Todos los temas que les acabo de reseñar sonaron prácticamente igual que en aquella ocasión estupenda, a principios de los 90, en la que Adams y su banda presentaron a criterio de quien suscribe su último gran trabajo “Waking Up the Neighbours” en el Palau d’Esports de la ciudad condal. La ciudad necesitaba un evento así y los seguidores del canadiense lo esperaban como agua de Mayo… cosas de la maldita pandemia que nos ha tenido demasiados meses encerrados en casa sin eventos de ese calibre. Bryan se presentó puntual, feliz, comunicativo y jovial con una banda sobria pero estupenda (su escudero Keith Scott a la guitarra impecable como siempre, no importan los años) y simplemente acompañado por una pantalla en el fondo que intercalaba vídeos e imágenes del espectáculo.
Adams conserva una voz soberbia, casi increíble, frente a otros colegas de la profesión que andan justos o casi mudos. La gracia del evento fue intercalar sabiamente las citadas composiciones clásicas con temas y baladas más accesibles o composiciones rabiosamente comerciales que en un día no muy lejano quizás propiciara que los seguidores originarios de Adams le dieran la espalda. Lean de nuevo: «Cant’ stop this things we started», «Shine a Light», «Cloud Number Nine», «Have you ever really loved a woman» (con homenaje a Paco de Lucía incluído), «When you’re Gone» (sin la Spice Girl del chándal), «(Everything) I do I do it for you», «Please forgive me», «18 till I die», «The Only thing that looks good on me is you», «The Best of Me», «Do I have to say the words».
Adams encaró los bises con la banda con un tema nuevo de su nuevo e intrascendente EP “So Happy that it Hurts” del mismo título (empezó el show con el tema «Kick Ass» también de ese EP que no es más que un tema inspirado en sus letras en el «Let there be rock» de los hermanos Young pero que no llega ni por asomo a ese nivel). Le siguió «Never Gonna Rain» y luego, ya solo y en acústico encaró el tramo final del show con la citada «Straight from the Heart» y «All your Love». Excelente y nostálgica noche para “boomers” entre los que me incluyo.
Texto y foto: Jordi Sánchez
Que bajo ha caído Ruta 66 elogiando engendros de este calibre. ¿Para cuando en vivos una review de Shakira?