Bueno, nuevo, nuevo, como casi siempre en esta sección no es Aaron McDonnell. De hecho lleva intentando hacerse un nombre en el difícil mundo del country rock desde 2013, momento en que decidió cambiar su destino, olvidándose de tocar en bandas como había hecho hasta el momento y emprender su carrera en solitario. Discográficamente la cosa ha tenido poco resultado, apenas un par de EPs, en 2014 y 2018, hasta la llegada de este Too Many Days Like Saturday Night, que debe colocarlo en el mapa de manera definitiva.
Aparece el de Oregón en la portada del disco con lustroso bigote y el requerido Stetson, cual outlaw de los setenta que se precie, aunque su música no va a moverse mucho por esos terrenos, sino por algo más cercano a Orville Peck, Dwight Yoakam, Dale Watson o Chris Isaak, sin el toque rockabilly de este. Lo que sí hay aquí es honky tonk en buenos temas como «Hill Country Saturday Night» o Texas swing en «1000 kisses». Quizá despiste algo al principio, pero luego el disco se torna eminentemente tejano con los buenos coroso de la esposa del titular, Dani McDonnell. Entre la melancolía y lo festivo, se suceden las canciones de un álbum del que la prensa especializada está hablando la mar de bien. No rompe cánones, más bien los reafirma.
Eduardo Izquierdo
