Encuentros

Tremendo Pinkman, evolución generacional

Siendo la ciudad de Granada semillero de un florido jardín musical, especialmente notorio en su faceta independiente, es natural que las lecciones impartidas por Los Planetas o Lagartija Nick hayan arraigado en una nueva prole que aporte el necesario relevo generacional.

Tremendo Pinkman encarnan ese reemplazo que se ha nutrido tanto de las citadas referencias nacionales como de una extensa lista de audiciones que me espeta José Molero, líder, cantante, guitarrista y factótum de la banda: amplio espectro sonoro que abarca desde los inevitables The Jesus And Mary Chain, My Bloody Valentine, Dinosaur Jr o Sonic Youth a texturas mas etéreas representadas por Bright Eyes o Portishead. En mayor o menor medida todos estos aprendizajes aparecen en Sin Nada Y Sin Nadie (Discmedi, 2.021) prometedor debut, que si bien y como es habitual en obras primerizas muestra abiertamente sus costuras, ilusiona de la mano de una madurez lírica y conceptual poco habitual.

Molero mantiene con Ruta 66 una larga y fructífera sesión de preguntas/respuestas, en la que en la primera y obligada cuestión le insto a que me narre sus pretéritas experiencias musicales y el germen de la nueva agrupación…

Pues como suele ocurrir los tres procedemos de proyectos anteriores, de modo que tenemos experiencia de muchos años en directos, ensayos y todo lo relacionado con lo que significa ser parte de un grupo de música. Alexis Moreno (batería) y el bajista Vicente Jiménez ya habían formado parte juntos en otras bandas, pero esta es la primera vez que coincidimos musicalmente hablando, aunque nos conocemos de toda la vida de compartir amistades, pubs y gustos.

En una ciudad como Granada si te gustaba “lo menos convencional” siempre frecuentabas los mismos sitios: Planta Baja, El Peatón, Ruido Rosa, La Estación…fui yo quien les planteó el proyecto, les mostré varias composiciones y enseguida captaron la idea. Comenzaron a aportar de inmediato y noté todo el peso de su experiencia musical, y eso me cautivó. Alexis es el tipo de batería que es capaz de lograr sonidos contundentes a la vez que sutiles, y eso para mí era fundamental puesto que mis canciones discurren por distintos paisajes musicales.

En cuanto a Vicente, también captó mi propuesta rápidamente: para mí un bajo debe seguir su propio camino, dibujar melodías y figuras independientes de las guitarras que aporten vida a cada canción, y Vicente de inmediato empezó a trabajar en este sentido llegando a realizar líneas de bajo increíbles a mi parecer.

El nombre de una banda suele revelar parte de su personalidad musical. En este caso ¿qué pretende transmitir vuestro apelativo como grupo?

Básicamente expresar sentimientos de una forma abierta y directa; aunque suene a tópico, he de decir que las canciones están concebidas para gente que ha pasado por situaciones similares. Para personas que se sientan identificadas con ellas de alguna forma puedan captar las emociones que trato de plasmar. Hay una palabra/término que a mí me gusta mucho y que por desgracia no se suele utilizar habitualmente hoy en día: empatizar: ponerse en el lugar de otra persona y tratar de comprender sus sentimientos y vivencias.

Y es así como siempre inicio una composición, intentado que otras personas conecten con el tema y capten el mensaje, bien sea mediante la parte instrumental, o bien mediante la letra. En este sentido hay un lema que he adquirido (y de hecho está impreso en el disco físico) que gusta mucho: “tú eres yo”.

La cuestión anterior la planteo ya que se podría pensar que lo de Tremendo pueda venir ligado a cierto tremendismo sonoro que muestran algunos de los cortes…

Pues así es. “Tremendo” era el nombre que tenía pensado para el proyecto desde que empecé a componer estas canciones. Siempre tuve claro que estas composiciones iban a transmitir realidad y crudeza. En mi vida ha habido situaciones complicadas que inevitablemente me han hecho ser de la forma que hoy día soy, y por consiguiente determinan mi manera de contar experiencias pasadas. Pero con esto no quiero decir que mi vida sea la peor ni nada parecido, es simplemente que a través de escribir he encontrado una forma de liberarme y sentirme aliviado en cierto modo.

Lo de Pinkman es solo una anécdota, y es que los tres coincidimos en el gusto y fascinación por el personaje Jesse Pinkman interpretado por Aaron Paul en la serie de Breaking Bad. Cualquier persona que haya visto la serie sabe que esta figura representa ese tremendismo del que no puedo escapar (risas) y al que te refieres en la pregunta.

Parece claro e inevitable, por razones generacionales, la huella que han dejado en vosotros los padres fundadores del indie/noise granadino, sobre todo Los Planetas, cuya sombra se proyecta claramente en temas como <<No Es El Momento>.

Totalmente cierto, para que negarlo… pero si me permites quiero explicar brevemente como llegaron a mi vida Los Planetas. Como casi cualquier adolescente aficionado a la música alternativa en los años 90, solía escuchar grunge, hip hop, algo de alternativa, algo de rock, etc.… imagino que buscaba una identidad musical y encajar en las canciones que escuchaba. Fue entonces (lo recuerdo perfectamente) cuando en verano del 94, estando en una fiesta en casa de mi amigo Chechu, que pinchaba la música ese día, se me acercó con una cinta de casete (por supuesto grabada y con el nombre escrito a bolígrafo…), y me dijo: “voy a poner esto para que lo escuches a ver que te parece”. No le presté mucha atención a su comentario porque desconocía cuando sonaría, que tipo de música sería, etc.…

Pasado un buen rato, en mitad de una conversación con un grupo de personas, mis oídos se agudizaron instintivamente cuando empecé a escuchar los primeros segundos de lo que posteriormente supe que era la canción <<De Viaje>> (primer tema del disco de debut de Los Planetas, Super 8, editado en 1994 por RCA, n. del a.). Inmediatamente salí de la conversación y me pegué al altavoz que estaba junto a una piscina, y así permanecí hasta que acabó y comenzó cualquier otra canción. Fue entonces cuando corrí hacía mi amigo para interrogarlo y casi robarle la cinta. La cogí y me fui a mi casa para grabarla inmediatamente.

Desde entonces me han acompañado hasta el día de hoy. Pasados varios años, y gracias a uno de los componentes del grupo del que formaba parte en esa época, tuve la suerte de conocer a Jota y grabar en su estudio, del que nos abrió las puertas y puso a nuestra disposición de forma totalmente altruista. A Eric lo conocí personalmente también años después. Dicho esto, imagino que su impronta musical está en mí y eso se traslada a mi forma de componer. Haciendo un ejercicio de autoanálisis efectivamente puede que <<No Es El Momento>> sea el corte más representativo de esta influencia.

A la hora de componer los temas parece que os interesa más la creación de texturas/sensaciones que la propia melodía…

Para mí, al margen de la teoría musical (fundamentalmente hablando), una canción debe emocionarte, trasladarte a algún recuerdo, a un episodio de tu vida con el que te puedas identificar o incluso por el que simplemente te hubiera gustado pasar. He bebido de mucha música instrumental que me ha transportado a paisajes y texturas que siempre trato que estén presentes en cada instante de cada corte. En mi opinión, los instrumentos musicales son herramientas con las que se pueden transmitir emociones y estados de ánimo.

Puedes tocar más fuerte, de forma apagada, utilizar distintos tipos, etc.… y al mismo tiempo crear melodías y ritmos que verdaderamente puedan decir algo interesante y sean capaces de llegar a alguien. Cuando compongo una canción siempre trato de que el oyente se emocione igual que yo, que sienta de alguna forma las sensaciones que experimento al componerla e interpretarla. Y eso en ocasiones es pasar por la rabia, tristeza, melancolía, alegría…en cuanto a la letra, y como he comentado anteriormente, se nutre de experiencias propias que me han tocado vivir, unas veces mediante metáforas enmascaradas y otras de forma literal.

Personalmente creo que “Sin Nada Y Sin Nadie” va evolucionando desde los temas más previsibles, como puede ser el caso de la anteriormente mencionada <No Es El Momento> a cortes de mayor envergadura y crudeza como “La Normalidad”, a mi juicio el más conseguido de esta primera entrega, que mezcla ambientes de saturación y latigazos guitarreros con radiante melodía pop.

A la hora de estructurar el disco he tratado que la forma en que se desarrolla sea fluida y orgánica. Para mí, al igual que una canción, un disco completo también debe tener un sentido y una evolución. Efectivamente me gusta que la primera impresión sea algo más previsible y fácil, algo así como cuando dos personas se conocen por primera vez y luego, con más tiempo y confianza, se aceptan o se alejan. Es precisamente por esto que <<La Normalidad>> está en el tercer lugar.

Después de haber pasado por los dos primeros cortes que tratan de negación y dolor, es cuando en <<La Normalidad>> dejo salir más rabia y frustración. He de decir que esta canción fue de rápida composición y totalmente liberadora para mí, además es nuestro segundo single en video que se estrenará en breve. Detrás vienen canciones como <<Algo Más>>, <<Paleto Absurdo>> y <<Siempre Queda Algo>>, las cuales hablan de otros sentimientos y estado de ánimo como la desidia y la indiferencia.

Mención aparte es <<Tus Vecinos>>, que trata de unos curiosos episodios en los que me vi envuelto en un bloque en el que viví, y las relaciones que establecí con los residentes del mismo.

<<La Normalidad>> incluye una estrofa inquietante: “decidí si quiero estar disfrazado de normal”, que entendéis por esa normalidad disfrazada, ¿la falsedad vital que tenemos muchas veces que aceptar?

El sentido que pretendía darle es que en muchas ocasiones hacemos cosas que no nos llenan completamente y, lejos de hacernos sentirnos bien y realizados, nos encorsetan en una realidad que no es la que pretendemos o nos gustaría, y en tu día a día no te sientes feliz con lo que haces y no te esfuerzas para mutar esta situación. Sabes que tienes que evolucionar y dejar a un lado esa oscuridad que durante tanto tiempo has llevado dentro, porque es agotador vivir en una mentira. En definitiva se trata de intentar salir a una superficie en la que nunca has estado pero a la que tienes claro que te gustaría llegar.

Habéis elegido a Martin Kuchta de los Roughgrain Mastering para la masterización de los temas, ¿qué razones os han influido para tomar esa decisión? ¿Estáis satisfechos con el resultado?

Pues que la masterización la llevara a cabo Martin fue gracias a mi amigo y productor musical José Ibáñez de 3rd Planet Recording Studios en Liverpool. Fue él quien, una vez finalizada la mezcla, me recomendó a Martin. Escuché sus trabajos previos y tras un par de conversaciones decidí ponerme en sus manos.

Con vistas a la presentación del disco ¿tenéis pensado completar el set list con alguna versión?

Pues de momento no, pero tampoco lo descartamos. Alguna vez hemos intentado algo en los ensayos, pero no fue más allá de un puro divertimento.

Texto: Manuel Borrero

 

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