Si los pioneros del Hammond jazz/funky estuvieran todavía entre nosotros, pocos casos se contabilizan, fliparían en colores al saber que sus insinuantes y sedosas composiciones han encontrado eco en Moscú, capital de aquel imperio del terror que, para el mundo occidental y especialmente para los yankees, era la encarnación de todos los males: a grandes compositores como Brother Jack McDuff, Herbie Hancock o Monguito Santamaría les costó Dios y ayuda traspasar en su propio país la muchas veces infranqueable barrera de la race music, no digo ya entrar en las listas pop.
Pero el caso es que estos cinco virtuosos moscovitas han completado un notable álbum con esas y otras influencias, que si no excesivamente original, si demuestra que son aplicados alumnos de los anteriormente citados. En todo caso calificarlos de meros fotocopiadores sería injusto, ya que la banda liderada por el teclista Kamil Gzizov aporta una personalidad propia incluyendo toques orientales y psicodelia humeante: de tales ingredientes son buenos ejemplos cortes con títulos tan exóticos como <<Almandine>> o <<Salmanazar>>, no faltando, como casi todos los artistas europeos editados por la disquera milanesa, ese toque atractivamente cinematográficos de Calibro 35, sin lugar a duda el combo más interesante que graba con Record Kicks. El momento más destacado de la docena de temas aquí incluidos es a mi entender <<Deviants>> proveedor de imparables impulsos rítmicos. Todo lo anteriormente mencionado es bautizado por sus autores como Hussar Funk, y advierten a los seguidores de Khruangbin o DJ Shadow que ya están tardando en incluirlos en sus listas de favoritos: anotado queda.
Texto: Manuel Borrero