ILUMINAR UN AÑO SOMBRÍO
Decir que el año 2021 acaba de la misma manera que empezó, con una ola de contagios desbocada fruto de una pandemia que parece haber venido para quedarse, puede ser una perogrullada. Pero no lo es tanto cuando lo asimilamos, para poder así valorar mucho más positivamente todo lo bueno que ha acontecido en el mundo de la música, destinada más que nunca a ayudarnos a superar momentos difíciles. Y en esa empresa desinteresada aparecen siempre con nombre propio La Habitación Roja.
Por eso, celebramos que la banda valenciana nos haya regalado dos álbumes en 2021; pudiendo así escuchar la producción que iban adelantando a manera de singles, algunos de los cuales escuchamos en su extraordinario directo en el Teatro Principal de València, en diciembre de 2020.
La primera entrega apareció el 28 de mayo con el título de Años Luz, recopilando singles que habían ido adelantando. Pero la capacidad compositiva de los valencianos, y una decidida determinación por estar presentes en nuestras vidas, los llevó a publicar el 26 de noviembre Años Luz II.
Lejos de ser una segunda parte del anterior, Años Luz II es un salto cualitativo en la composición de La Habitación Roja, toda una grata sorpresa. Una vez más vuelven a demostrar que pueden seguir creciendo compositiva e instrumentalmente, compartiendo sus letras introspectivas con quien escucha.
Grabado bajo la batuta del gran Paco Loco, el segundo álbum de LHR en 2021 demuestra como se puede coger una colección de canciones sueltas y darles continuidad, tal y como se aprecia en la unión entre los dos temas que abren el álbum, “El día internacional de los amantes” y “El amor correspondido está sobrevalorado”, ambos con aires de synth pop y con la ciudad de València de fondo. Las influencias de la banda sobrevuelan temas como “El espíritu adolescente” con The Smiths o los primeros REM en dos de los temas más rápidos y guitarreros como son “No estuviste allí” y “La tormenta”, destinados a quedarse en los directos del grupo. La confianza en si mismos como músicos queda patente en la última canción “La casa encantada”, donde nos esperan más de ocho minutos que acaban haciéndose cortos.
Canciones en definitiva repletas de recuerdos, melancolía, nostalgia, y amores agridulces, pero que suenan nuevas, actuales y necesarias, como sus autores.
Texto: Amadeu Sanchís