Qué susto nos llevamos con el titular de “Despedida en Getxo” con el que se anunció este concierto. Ni lo dejan, ni se pasan al castellano. Simplemente era el concierto fin de la accidentada gira de su Live! que tantos potentes y sudorosos conciertos ha dejado. Un emotivo adiós a las canciones que han acompañado a este enorme power-trío en la última década. Trío consolidado en torno a la genial guitarra y poderosa voz de William. Texas blues eléctrico, southern-rock, boogie woogie, country-rock y hasta algunas gotas de rockabilly y swing que encantarían a los fans de Brian Setzer como en su rebelde y reivindicativo «Say My Name».
Se volvió a notar para bien la enorme compenetración del trío y también la complicidad con su gente. En su teatro y con gran sonido aunque algunos reclamaron algo más de volumen y hubiera estado bien, sí. Llevan juntos e invariables desde su formación (algo inusual y destacable) y a comienzos de año nos traerán una nueva colección de canciones que promete porque nos adelantaron alguna bomba que explotó como algunos de los más rompedores temas de los ZZ Top o de Stevie Ray Vaughan y sus Double Trouble.
No faltaron sus buenos temas benéficos como ese emotivo «Magic» centrado en el tema del cáncer infantil o el más reciente «Let Me Go» del proyecto Dale CandELA. El momento cumbre volvió a ser el poderoso y extenso lento «Tales» con esa fuerza y esa rabia que recuerda algo a The Who. La pena es que llegó demasiado pronto. No importó porque cayó hasta su primer tema compuesto y favorito del estupendo bajista Txemi. Más velocidad cruda a lo Hound Dog Taylor en «Boogie», cuyo título ya lo dice todo. Country-rock trotón y pegadizo con la buena historia de su single «Not My Kind». Aromas y pinceladas a lo Creedence, Lynyrd Skynyrd o Tom Petty a quienes han versionado con acierto en disco o en directo y también a Doobie Brothers o Little Feat. Gran bis muy solicitado por un teatro casi lleno bajo el que creció William como nos contó.
Texto: Txema Mañeru
Fotos: José María Castellanos