Encuentros

The Pulsebeats: “Nuestra idea de la música siempre ha sido comunicar nuestra energía, juntarnos con amigos, bailar, reír, y eso no ha cambiado”

 

 

El panorama musical español ha comenzado a agitarse justo ahora que el año 2021 empieza a preparar las maletas. Los responsables del revuelo han sido los cántabros The Pulsebeats que, con el anuncio de la salida al mercado de su tercer larga duración, retornan a la actualidad musical de nuestro país tras unos cuantos años en el dique seco.

La puesta de largo oficial de Lookin’ Out, así se titula su nuevo trabajo, tendrá lugar  el 13 de noviembre en el Rock Beer The New, en Santander. Para los que no puedan esperar, al anunio del próximo lanzamiento el grupo ha añadido la presentación del video de la canción (She Sings Like) Joey Ramone la elegida para celebrar con sus incondicionales su vuelta a los escenarios y que es uno de los trece cortes de esta larga duración, escrito, grabado y producido por el propio grupo, con Juan Ibañez en la producción adicional y Javier G.F Escudero en la mezcla final y master, todo ello realizado en el Cubex Studio, de Santander.

Toda esta mezcla de trabajo e intenciones ha cristalizado en un lp cargado de intenciones: “esta vez vamos a hacer todo lo que podamos nosotros mismos» dice el cantante y letrista de la banda, Nathan Whittle. «Queríamos ponernos el reto, y también el espacio y el tiempo para poder enfocarnos plenamente en el sonido del álbum». Todas las pistas se grabaron en directo  en un solo día y luego, con más calma, los componentes del grupo se centraron en terminar de desarrollar todos los temas.

Lookin’ Out es, en esencia, la necesidad de romper con un mundo individualista, un espacio en el que nos negamos a observar, a escuchar y a reflexionar sobre lo que realmente nos está sucediendo como sociedad. Los deseos y la ira del individuo chocan con las necesidades del colectivo cuando somos manipulados desde arriba. Esta idea principal es la que The Pulsebeats intentan desarrollar a lo largo de esas trece canciones.  (She Sings Like) Joey Ramone se centra en la idea de la adulación, una fijación y recreación de uno mismo hasta el punto en el que el individuo se consume y se convierte en un ídolo más. A partir de ahí, los temas van surgiendo a lo largo del álbum, con temas como Burn The Guy, 241259, Cover Girl, In The Picture o Hot Glue It!

Nos gusta mucho la intención, la fuerza que siempre han tenido siempre en sus directos y que hemos revivido al visionar el video de (She Sings Like) Joey Ramone, ese adelanto del larga duración que nos han regalado. Y hemos querido saber más. Así que nos hemos reunido con The Pulsebeats, manteniendo todas las medias habidas y por haber anti microscópico bicho asesino, para que nos cuenten el cómo, el cuándo, el por qué y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, disfrutar de un rato, que siempre se hace corto, hablando de música con los músicos. Allá vamos:

Desde la publicación de Fiction Non-Fiction, vuestro último álbum hasta la fecha, en el año 2016 ha pasado mucha música bajo el puente. Aparte de lo evidente: ¿qué pensáis que ha cambiado en estos cinco años y qué os ha aportado en vuestra forma de hacer música?

Es verdad que hemos tardado bastante en sacar el nuevo disco, demasiado quizás. No tenemos ninguna presión comercial porque hacemos lo que nos da la gana. Queríamos quedarnos completamente satisfechos con el resultado y en parte por eso y por hacerlo nosotros mismos hemos tardado tanto. En los últimos cinco años, el desarrollo tecnológico ha hecho que para los músicos sea mucho más fácil sacar nuestros trabajos, tanto para grabar como para lanzarlo al público. Pero claro, también significa que cada día es más difícil hacerte oír con tanta oferta, tantas tendencias que vienen y van. Tenemos todo lo que queremos con un solo click, y gratis. Por un lado, es como un paraíso, pero, por el otro, se puede convertir en un infierno. Para nosotros, nuestra idea de la música siempre ha sido comunicar nuestra energía, juntarnos con amigos, bailar, reír, y eso no ha cambiado. Por eso estamos encantados de contar con FOLC Records y Rum Bar Records como sellos. Hacen todo puramente por la música y el buen rollo.

La pandemia se llevó por delante muchas cosas, entre otras, vuestro primer intento de grabación de este Lookin’ Out. Tras ello, volvisteis al estudio: ¿cambió vuestra visión del álbum tras ello o continuasteis con vuestra idea original?

La verdad es que no cambió mucho. De las trece canciones, teníamos doce ya preparadas para grabar antes de la pandemia. Después, solo tuvimos que refinarlas y ensayar para la grabación. Pero fue imposible no considerar lo que estaba pasando. En las letras intentamos reflejar nuestras opiniones sociales en algunas canciones, pero nunca quisimos sacar un “disco de la pandemia”. Dicho eso, la última canción que escribimos, Reason To Believe, es una crítica a cierto sector de la población que, especialmente durante el confinamiento, parecía confundir la libertad personal con el egoísmo y la falta de empatía.

¿Cuál es la declaración de intenciones que se esconden tras estas trece canciones que componen el álbum?

¡Que hemos vuelto con mucha fuerza y ganas! Es el primer disco que hemos autoproducido y, hasta el máximo posible, hemos intentado hacer todo nosotros. Tenemos la suerte de contar con algunos amigos para echarnos un cable, pero hemos controlado mucho más el proceso de producción del disco. Por eso, refleja más quienes somos hoy en día.

Presentáis el álbum con el single (She Sings Like) Joey Ramone, una canción que se centra en la idea de la adulación, un concepto tan antiguo como el mundo, pero que sigue presente, a la orden del día: ¿Cuál es la idea que pretendéis que llegue al público? ¿Cuál es la moraleja?

Actualmente, debido a la sociedad en la que vivimos, buscamos constantemente vías de escape. Percibimos a los demás, en muchas ocasiones, solo por la imagen que proyectan en redes sociales y medios de comunicación, y nos provoca envidia o insatisfacción con nuestra propia vida, sobre todo entre los jóvenes. La idea de la canción viene de esto, de no ser felices con la vida que tenemos y de imitar las vidas de otros, pero es algo totalmente falso y, al hacerlo, nos convertimos en una referencia más para que otros nos imiten. Es como el pez que se muerde la cola. En la canción, la protagonista refleja este bucle. Empieza idealizando a un artista, pero acaba siendo ella la imitada por sus admiradores.

Vivimos en una sociedad en la que la libertad de expresión parece que está en entredicho, visto lo visto: ¿es difícil hacer una reflexión social como la que intentáis hacer con vuestro álbum sin pisar algún charco?

No hay charcos hoy en día. ¡Son lagos! La facilidad que nos han dado las redes sociales de expresar nuestras opiniones, junto al anonimato, ha resultado en una sociedad más fracturada que nunca. Siempre podemos encontrar alguien que nos apoya, información que confirma lo que pensamos, aunque sean auténticas locuras. Cerramos nuestras mentes a todo lo que pueda hacernos pensar que igual nos hemos equivocado. Andamos ciegos sin darnos cuenta de que estamos siendo manipulados. No tenemos ningún problema en expresar nuestras opiniones en las letras de nuestras canciones. Es algo que llevo veinte años haciendo. Me da igual si hay gente que no está de acuerdo, pero lo que no voy a hacer es insultar a los que tienen otras ideas. Así nunca avanzaremos.

La manera de consumir música ha cambiado radicalmente; el público puede acceder a miles de canciones a golpe de un click. Es una dura competencia: ¿cómo os planteáis esta realidad ahora que nace Lookin’ Out?

Es algo a lo que dimos muchas vueltas. Lookin’ Out es el mejor disco que hemos hecho y queremos que llegue al máximo de público, pero sí, como dije antes, es algo difícil con la cantidad de oferta musical que hay. No se puede negar el poder de las plataformas musicales en internet y su fácil accesibilidad, pero al final devalúan nuestro trabajo. Por eso, nuestra primera opción es sacar el disco por Bandcamp. Son uno de los pocos realmente del lado de los músicos. Después, vamos a salir y a tocar todo lo que podamos porque, para nosotros, los directos son donde se conecta más.

El público más joven consume, mayoritariamente, otro tipo de ritmos, una música más efímera, más simple: ¿es un reto intentar llegar a ellos con vuestro sonido o es una batalla perdida de antemano?

La verdad es que no es algo que nos preocupe. Si intentas seguir siempre la última tendencia, acabas sin identidad y, cuando escribimos, nunca pensamos en si vamos a captar más público. Dicho eso, siempre vemos caras nuevas en los conciertos y también es un placer tocar conciertos a los que puedan asistir niños, verlos capturados por el rock ‘n’ roll sin tener que adaptarnos a ellos y convertir nuestras canciones en nanas. Para ellos la música es algo puro y divertido, como tiene que ser.

Hablando de música, en general, parece que ya no abundan las super bandas que proliferaban en décadas anteriores, con éxitos que han trascendido y perduran en el tiempo: ¿tanto ha cambiado la música en todos estos años?

Eso parece. No veo los Stones, Foo Fighters o Pearl Jams de hoy. Ahora han cambiado tanto las tendencias que las estrellas son más los solistas, aunque claro, siguen saliendo grupos que venden. ¿Pero estarán en ese mismo nivel dentro de treinta años? No lo sé. ¿Cuántos puedes nombrar que hayan salido en la última década y que vayan a llegar a ese nivel? Mira los cabezas de cartel que ha anunciado el Mad Cool. Eso te dice todo.

 

 

Durante años los grupos que no sabían tocar demasiado bien se autodenominaban punkies: el propio Lou Reed decía al respecto que «un acorde está bien, dos es forzar demasiado, con tres ya te estás metiendo en el jazz»: ¿qué pensáis al respecto?

¡Buena pregunta! Sin duda no somos un grupo de conservatorio. Para nosotros la música no viene del cerebro, si no desde el corazón. Igual soy incapaz de tocar exactamente iguales dos conciertos seguidos los pocos solos que tengo, pero no me importa si transmito igual la energía e impulso. Los otros tres son auténticos cracks con sus instrumentos y algo que siempre tenemos en cuenta cuando escribimos es no meter nada que la canción no pida. Con tres acordes igual destruyes Heroin, pero nunca vas a conseguir la emoción de Perfect Day con menos de diez. Cada canción pide lo que necesita. Muchas de las nuestras surgen de ideas espontaneas en el local y siempre pensamos que menos, es más, pero reconozco que cuando llevo una canción de casa, soy culpable de meter demasiados acordes y demasiadas letras. Menos mal que tengo los tres mejores editores y confío en ellos por completo.

Escribís, grabáis y producís vosotros mismos este trabajo: ¿la industria musical, tal y como la conocimos, es ya un recuerdo del pasado?

Por un lado, sí, sin duda. No necesitamos grandes sellos para que nuestra música llegue al otro lado del mundo, pero los sellos grandes todavía tienen el poder. Pregunta a cualquier sello independiente sobre los problemas que tienen en conseguir imprimir sus vinilos. Todos te van a decir lo mismo, que las fábricas están saturadas por los sellos grandes sacando una y otra vez más los grandes éxitos de su pasado. ¿Quién de verdad necesita Let It Be reeditado otra vez? Ahí es donde los dinosaurios de la industria están causando el daño.

Presentáis vuestro nuevo trabajo en directo el 13 de noviembre en el Rock Beer The New (Santander): ¿se viene gira por España?

¡Fijo! Después de no tocar en veinte meses estamos deseando salir y darlo todo. El New es como nuestra segunda casa en Santander, unos de los mejores sitios en la ciudad para tocar. Fue donde dimos nuestro último concierto prepandémico, así que no hemos dudado ni un segundo que es donde tenemos que presentar el disco. Y ya estamos organizando más fechas para salir a tocar lo máximo que podamos. ¡Ya es hora!

 

Texto: Toño Suárez

Fotos: Carlos Espejo

 

 

 

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