Cinco años se cumplen del nacimiento de Guardafuegos, efeméride que celebran con un tercer trabajo en estudio. En Lo Que Tenga Que Ser (Flufi Records), el quinteto del Vendrell (Tarragona) nos regala seis nuevos y excelentes temas que inciden en ese rock de raigambre americana que les ha caracterizado desde sus inicios. Seis temas unidos por un sonido que no renuncia a la diversidad, sino que va a por ella con conocimiento de causa. Rosendo Hernández (compositor principal, voz y guitarra) y Marc Guitart (bajo) nos hablan de ello y de ellos.
Tercer trabajo de la banda, y tercer EP. ¿Por qué habéis vuelto a escoger ese formato?
M: Digamos que, en nuestro caso, el formato nos escoge a nosotros. Seamos sinceros, grabar es caro. Has de invertir mucho tiempo y pasta y cuando no tienes una compañía detrás, al final tienes que amoldarte un poco, aunque tengas más canciones. En cualquier caso, nosotros a Lo Que Tenga que Ser no lo consideramos un EP. Los dos anteriores vale, pero este son ya seis temas. Podríamos decir que se trata de un mini LP, en realidad.
¿Han quedado temas fuera, quizás de cara a un nuevo lanzamiento?
R: Sí, en realidad ya les estamos dando una segunda vida, estamos pensando en hacer algo con ellos.
M: Tal vez aprovechando el formato acústico. Porque uno de los temas ya lo descartamos del anterior EP, por lo cual hay un momento en que cuando has descartado tanto un tema ves que quizás no tiene lugar. Pero si le das otra lectura, a veces puede funcionar.
Habéis vuelto a grabar en La Casamurada, en Banyeres del Penedès. ¿Qué os ofrece ese estudio para tenerlo como referencia?
M: Es un estudio amplio, grande y muy bien preparado a nivel técnico. Nos permite estar y grabar todos juntos con comodidad. Y además está cerca de donde vivimos todos. Por eso grabamos allí el primer disco y hemos vuelto para este tercero.
El disco ha sido producido por Pepo López (Quique González, La Cabra Mecánica…) ¿Fue vuestra primera opción?
R: Fue nuestra primera opción ya desde el principio. Yo soy fan de Pepo y de proyectos como ChivoChivato. Que nos produjera el disco ha sido un privilegio. Lo pasamos estupendamente en el estudio, a nivel profesional fue tremendo, pero es que además fue como una fiesta. De hecho, uno de los mayores alicientes para volver al estudio en un futuro es por volver a trabajar con él.
Grabásteis todos juntos en el estudio o hubo partes por separado, a distancia…
M: Prácticamente todo el disco se grabó tocando juntos en el estudio, toda la banda, y en directo.
Habéis puesto en marcha una campaña de crowdfunding a través de Verkami.
R: Con el crowdfunding no solo consigues financiación, sino que haces que la gente colabore contigo, que se involucre en el proyecto y la verdad es que nos funcionó muy bien. No sé si lo volveremos a repetir, pero al menos esta vez funcionó.
M: Somos un grupo que nos cuesta hacernos pesados, eso de apelar a la gente en plan “venga, ayudadnos” no lo sabemos hacer…
No sois unos expertos en marketing
R: No, en absoluto. Para eso somos un desastre, así nos va (risas). Lo que sí que creo que fue un acierto es que una de las recompensas era poder asistir a un concierto de presentación como invitados y eso tuvo mucha acogida. No fue premeditado, la idea surgió sobre la marcha, pero al final presentamos el disco aquí en el Vendrell, en el teatro y con un buen equipo y la respuesta fue muy buena.
Tengo la sensación de que las seis canciones del disco suenan cada una con personalidad propia, tocando distintos palos dentro del mismo sonido ¿Esta variedad fue algo que buscasteis adrede?
R: Era la idea desde el primer momento. De hecho, a la hora de los descartes iba a entrar otro tema y al final no lo incluimos para poder jugar con eso. Siempre, desde nuestros inicios, hemos intentando que las canciones no se parezcan demasiado entre ellas. Porque si al final vas a ver una banda y te tocan una hora y media de lo mismo, pues dices “sí, está bien pero…” Como el estilo que practicamos es tan amplio, siempre hemos jugado con eso. Hacemos rock y dentro del rock ya me dirás tú todo lo que cabe. No me atrevería a decir que hacemos blues, ni soul, ni folk siquiera. Pero hay algunos temas que tienen coros que recuerdan al gospel, o al soul. Otro es más bluesero y otro es más polvoriento, como por ejemplo el último. E incluso alguno más popero, más luminoso, que es el single que grabamos con Dani Flaco («Ahora Tampoco», N. del R). En esta paleta de sonidos nos movemos.
¿Esa colaboración con Dani Flaco fue espontánea o ya estaba pactado?
R: Fue espontánea. Estuvimos muchas horas con Pepo cenando, comiendo… grabando por supuesto. Y en una de las conversaciones hablamos de que yo le había pasado al resto, al principio del grupo, cuando tenía la idea de montar este proyecto, un CD con el directo de Dani en Luz de Gas. Y Pepo comenta “hostia, ese sonido es el que me mola”. Por el tipo de banda: con teclados, dos guitarras -una acústica- y entonces Pepo preguntó “¿queréis que le digamos a Dani a ver? Y todo fue como la seda. Dani vino, estuvo un día con nosotros grabando, fuimos a comer y lo pasamos en grande. Luego volvió para la presentación del disco, subió a cantar un tema con nosotros. Se creó muy buen rollo a partir de la grabación.
También le dijimos a Pepo que un referente de nuestro sonido era Tom Petty pero aquí ya no llegamos a tiempo, ya no pudo ofrecérselo (risas)
Es evidente que prestáis bastante atención a las letras, se notan muy trabajadas. ¿Aparte de tú, Rosendo, como letrista principal, se aceptan aportaciones del resto en ese sentido o es más algo en plan “vosotros no os metáis”?
R: A ver, nunca he dicho “aquí no os metáis” porque por suerte nadie se ha metido, no he tenido que matar a nadie (risas). Desde el primer momento siempre me han dejado a mi ocuparme, y yo contento porque es algo que me gusta. Luego en directo a Marc le dejo hacer nuestras versiones de Neil Young, de la Creedence, pero las letras son para mí. Es algo que disfruto, aunque sufro haciéndolas, pero de momento nadie ha querido quitarme este privilegio.
¿A quién nombrarías como referentes en ese sentido?
R: Bueno, son tópicos, pero Lapido y Quique González son dos de mis referentes en castellano. Luego, aunque no esté dentro del rollo que hacemos, mi tocayo Rosendo es alguien que llevo escuchando desde que era adolescente y siempre he mamado mucho de él.
El sonido de raíces americanas es una constante en vuestro sonido. Más allá de los nombres clásicos, ¿Qué bandas o artistas actuales citaríais como influencias y/o referentes?
M: Si nos salimos de los típicos y clásicos, podría mencionarte a los Vegabonds por ejemplo. A mi siempre me han gustado los grupos que cogen las raíces americanas e intentan ir un paso más allá. Nosotros, no creo que todavía estemos en ese punto, ya veremos si algún lo conseguimos, pero la idea siempre es buscar y salirse de la zona de confort. Me gusta mucho por ejemplo lo que hace Lucero, o Bon Iver y Wilco en parte también. Artistas con una marcada raíz country, americana, y que luego lo van vistiendo con otras cosas.
¿Y a nivel nacional?
R: Bueno, hay muchos. Hoy he leído una entrevista con un grupo que se llaman Los Eternos y me ha chocado mucho porque leyendo las respuestas era como si la entrevista nos la hicieran a nosotros. Hablaban en nuestro mismo idioma en todos los sentidos. Hay muchos grupos de raíz americana cantando en castellano, pero parece que es difícil salir adelante. Ahora este grupo, Los Eternos, parece que han fichado con Milana, este nuevo sello que está dando un poco de luz a bandas como nosotros.
M: Luego también estaría Joana Serrat, pero claro, cantando en inglés ya no es la misma liga, la comparación es distinta.
¿Os lo habéis planteado alguna vez lo de cantar en inglés?
R: No me lo he planteado porque no sé inglés (risas), así que tendría que empezar por aprenderlo. No, la verdad es que no. Y no encuentro la necesidad tampoco.
El pasado 2 de octubre estrenasteis un nuevo formato de directo en acústico. ¿Por qué ahora y en base a qué?
Primero por necesidad. Nos salieron algunos conciertos en sitios pequeños y no podíamos tocar con batería, como por ejemplo en L’Oncle Jack de L’Hospitalet. Allí tenía que ser un formato pequeño, además solo podíamos ir tres así que preparamos un set así y vimos que no quedaba mal. Entonces empezamos a pensar que podíamos ofrecer este formato. Nosotros tocamos a un nivel de locales muy reducidos, todavía. Si tocamos cerca de casa sí que podemos llamar a alguna puerta para hacer conciertos más en grande pero cuando salimos fuera vamos a sitios pequeños y la mayoría te dicen: “uy que la batería esto, ay que el sonido lo otro, demasiado ruido” y acabas no tocando a gusto. Entonces vimos que este formato tenía buena respuesta, que mucha gente estaba más dispuesta al acústico. Y de cara al invierno también es una buena opción, ya que cuando tocas al aire libre es una cosa, pero en sitios pequeños cerrados, clubs de jazz y así, es un formato en el que te aceptan más.
https://www.youtube.com/watch?v=IhvGuvRk434
Participáis toda la banda igualmente…
R: Sí pero no siempre, puede cambiar. Aprovechando la pregunta quisiera decir que nosotros estamos deseando salir de nuestra zona y es muy complicado. Complicadísimo. No sé quién tiene la llave secreta, quién tiene la fórmula, pero es darse contra un muro muchas veces. Y con el formato acústico pues parece que puede ser más fácil salir de Catalunya y al final lo que queremos es traspasar esa frontera con nuestras canciones, llevarlas hasta otro público. Vamos a ver si así, alternando los dos formatos, es posible que nos conozca más gente.
A principios del 2020 pusisteis en marcha Marrón Tabaco, una especie de ‘alter ego’ de Guardafuegos. ¿Qué es exactamente?
Fue un poco también por necesidad. Nosotros solemos movernos por necesidad en el momento, aparte de por divertimento. Rosendo tuvo un problema con la voz que le duró unos meses. Como estábamos parados y no queríamos enfriarnos, llamamos a un amigo cantante para hacer en directo parte de nuestro repertorio y algunas versiones de Jayhawks, Band of Horses, Tom Petty… No lo quisimos denominar Guardafuegos porque Rosendo no cantaba. Al final acabamos haciendo solo dos conciertos porque esto fue en enero, febrero del 2020. Teníamos varios más contratados, pero… se acabó el mundo.
Aunque habéis tocado por toda Catalunya y comunidades limítrofes, os movéis mucho por el área de Tarragona, lógicamente. ¿Diríais que hay un buen circuito de directo tarraconense?
(Al unísono): No.
Vale, siguiente pregunta…
R: (risas) A ver, había habido, pero es que todo está tan complicado. En Tarragona capital tenías la Scum, la Zero, la Vaquería…ahora bueno, queda la Zero pero son salas con cierto nombre en las que es complicado entrar.
M: Hay muchos sitios que hacen conciertos de muy pequeño formato, lo que comentábamos antes. Mientras la gente toma el aperitivo tú tocas. Y todo el mundo se anima porque como en el fondo traes tú todo el equipo y demás, pues… De hecho, a principios del año que viene estaremos ahí en Barcelona, en el Poble Nou (Monopol, 5 febrero. N. del R.) y es un poco esto, un bar para ir y tocar en acústico a la hora del vermut.
¿Y existe algo parecido a una escena de rock por esas tierras?
M: No, tampoco. Quedamos unos cuantos kamikazes resistiendo por amor al arte.
R: Estoy pensando y bueno, sí que hay gente que toca, pero a la que quitas los grupos de versiones y los grupos tributo, te quedan tres contados. Aquí en nuestra zona, había hace diez años unos cincuenta grupos perfectamente, dentro de nuestra comarca. Ahora deben quedar, con temas propios, tres o cuatro. Y a nivel de provincia poca cosa también.
Lleváis ya cinco años como Guardafuegos. ¿Qué resumen haríais de este primer lustro como banda?
M: Crecer e intentar consolidar el proyecto, diría. Yo creo que desde que empezamos hemos crecido bastante partiendo de la idea que teníamos. Sabíamos lo que queríamos hacer: en el primer disco todavía no está todo bien desarrollado, en el segundo un poco más y con este yo creo que nos acercamos. Vamos, progresamos adecuadamente. Yo la frase que diría es esa, progresa adecuadamente (risas)
Veo que tenéis la agenda de directo ya estructurada, ¿seguís trabajando para ampliarla?
R: Sí, nosotros siempre estamos ahí. Incluso este año pandémico ha sido el que más hemos tocado. Hay que decir que nosotros empezamos relativamente bien, el primer año hicimos una docena de bolos. Luego hubo cambios de formación, luego esto mío de la voz…
M: Y una pandemia mundial (risas)
R: Y ahora estamos recuperando el ritmo que teníamos en un principio, la banda está en un buen momento, estamos muy contentos de cómo sonamos en directo y como te decía antes la cuestión es llegar allá donde nos dejen. Con nuestras canciones de aquí para allá.
Texto: Eloy Pérez