Esto sí ha sido una verdadera sorpresa. Aunque el nombre de Loney Hutchins no será desconocido para todos aquellos interesados en el country y la música de raíces, lo cierto es que, en cuanto a grabaciones, su oferta hasta el momento era mínima. Su álbum debut Appalachia en 1979 (reeditado como Appalachia Music en 1983), algún modesto éxito en listas durante los ochenta (los singles «Cumberland River» y «Still Dancing») y un segundo disco en 2009, My Tennessee Hills, era grosso modo todo lo que uno podía encontrar por ahí.
Y eso, si hablamos de un músico que llegó a Nashville en 1972, no suele ser lo habitual. Pero es que pese a mantenerse en activo durante décadas, lo que ha marcado buena parte de su carrera es su trabajo para House of Cash, el sello editorial de Johnny Cash. Primero como compositor en nómina y finalmente en tareas de dirección, cargo que acarreaba preparar demos de canciones escritas por artistas con los que Cash había firmado acuerdos de publicación.
Y ahora ha decidido rescatar buena parte de aquel material inédito y ofrecérnoslo en este magnífico compendio; un auténtico regalo que, además, suena de maravilla. A la naturalidad con la que interpreta Hutchins estas maquetas -la mayoría escritas por él- se le suma el hecho de haber tenido a su disposición el mismo equipo técnico que se usaba para las sesiones definitivas, con lo que la calidad de sonido es muy superior a lo que uno acostumbra a encontrar cuando de desenterrar demos se trata. Añadamos también la presencia de algunos de los mejores músicos de sesión de la época (DJ Fontana, Tom Jones, Lloyd Green, etc.) y tenemos veinticuatro joyas entre el outlaw country, el blues y el honky tonk que no solo tienen un enorme valor histórico, sino que se disfrutan como cualquier álbum oficial.
Eloy Pérez
