Encuentros

Lee Scratch Perry, con total respeto y un grandísimo amor

 

Bob Marley comió de sus manos mientras él modelaba el sonido de los Wailers. Levantó un imperio dub en su jamaicano estudio Black Ark, para a continuación prenderle fuego en plena crisis alucinógena. Decía ser el mas grande showman, pero… ¿donde acaba el genio y empieza la esquizofrenia? Recordamos a Scratch, fallecido en Kingston a los 85 años, con este entrevista de 2003.

 

Imposible atrapar al singular Lee Scratch Perry en dos míseras páginas, ni el escaso espacio ni mis básicos conocimientos de reggae lo permiten. Solo cabe pues introducir a este gigante bajito y charlatán, el más celebrado de los productores jamaicanos: sumo sacerdote de esa galaxia dub que él ayudó a amueblar, genio tangencialmente daliniano en su utilización de la locura como seguro camuflaje. Y, por supuesto, invitar al disfrute de su marciana perspectiva sónica, incrustada en elepés clásicos de los Upsetters como Super Ape (Mango, 1976) y en las antologías Arkology (Island), A Live Injection: 1968 to 1979 (Trojan) y Upsetter in Dub (Heartbeat).

Nacido Rainford Hugh Perry en 1936, tras una breve etapa de bailarín entra como ingeniero de sonido y arreglista en el Studio One del esencial productor Clement Dodd, alias Coxsone. Comenzaban los años setenta y Scratch era ya uno de los más pujantes productores de la isla, tan capacitado para ligarles la salsa reggae a unos principiantes Wailers venidos del ska como para proporcionarles éxitos a The Congos, Max Romeo, The Heptones o Junior Byle. Como si anduviera sondeando el interior de su propia mente, Perry se adentraba en los yacimientos dub con ingenio inefablemente primitivista para extraer desopilante alteración sensorial.

Su reputación le llevó a ser llamado por The Clash y otros artistas blancos, pero los problemas en casa —la escena jamaicana es una de las más corruptas y violentas del mundo— fueron cargando las pilas de su locura, alimentada según cuentan por cocaína y LSD, hasta hacerle estallar y prender fuego a su propio estudio, el mítico Black Ark. El autonombrado The Upsetter (El Que Molesta) tenía que volver a empezar de cero y su nueva singladura le llevaría a emigrar a Europa, instalándose en Amsterdam primero y posteriormente en Suiza, donde reside actualmente.

El último gran reconocimiento a su figura tuvo lugar en el festival Meltdown, evento londinense en cada nueva edición encomendado a un músico invitado. En la de 2003, Lee Perry se vio rodeado de un plantel de artistas de toda índole, del reggae a la electrónica, entre otros Alpha Blondy, David Holmes, Public Enemy, Tortoise, Sly & Robbie con Michael Rose de Black Uhuru, Tricky, Linton Kwesi Johson y Dennis Bovell, Howie B., Fun Loving Criminals, Macy Gray, Roni Size y Asian Dub Foundation.

Paradójico que depositaran tanta responsabilidad en las manos de este anciano que va hecho un cromo —ropas multicolores y cubiertas por chapas, estrafalario sombrero también abusivamente decorado, todo arraigado en su enjuto cuerpo con el ‘’charme’’ cutre de un mendigo— y se expresa en su propio dialecto, entre el personaje de cómic y el gurú de su propia e individual iglesia, mitad rastaman renegado y mitad geniecillo acostumbrado a la adulación. Tras su displicente, facilona actuación en el pasado BAM, en una Rambla del Raval abarrotada por esa Barcelona guapamente multicultural, pude abordarle para intentar una conversación que resultara por lo menos informativa.

Imposible: mi curiosidad recibió como única recompensa una intermitente reclamación de justicia histórica —al parecer en su día vendió a Trojan las primeras cintas que grabó a los Wailers sin que ellos lo supieran, y cuando llegó la oportunidad de fichar con Island estos le dejaron fuera en justa represalia— aliada con una abrumadora soflama contra los jamaicanos de largas trenzas. En ellas, en los ‘’natty dreadlocks’’, se aloja el Mal según Scratch. Que alguien se lo comunique ya al gremio de peluqueros.

 

¿Quién es Lee Scratch Perry?

Soy la antorcha ardiendo. Soy el poder y soy  la gloria. Soy el relato y soy la historia. Y soy el hijo del verdadero Dios viviente. Soy Lee Scratch Perry, El Que Molesta, el fuego [señalando la llama de un mechero]. Y mi identidad secreta está aquí, en la gran bola de fuego.

Parece que te gusta el fuego…

Es mi padre, el padre que está en los cielos.

¿Qué recuerdas de tus inicios artísticos? Primero fuiste bailarín…

Puedo hacer de todo. Cuando me siento abrumado, abrumado por los espíritus malignos, destruyo todo lo que he creado, para así deshacerme del espíritu maligno. Y empiezo desde cero con el buen espíritu para ponerme a mi mismo donde originalmente debía estar. Yo tenía el mejor estudio de Jamaica, pero fue invadido por el espíritu maligno. Los espíritus malignos se originan en los ‘’natty dreadlocks’’. Son vampiros vivientes que se alimentan de la sangre de otras personas. Yo estaba rodeado de vampiros chupasangres en Jamaica, y ya no podía aguantar más a esos vampiros, por esto quemé Black Ark y empecé de nuevo en el negocio del espectáculo. No hay negocio como el negocio del espectáculo, y yo soy el más grande showman.

Pero, insisto, ¿por qué incendiar tu propio estudio?

Ya te lo he dicho, estaba rodeado por demasiados vampiros. Yo absorbí la mala energía del pobre Bob Marley y del pobre Peter Tosh, y les di al pobre Bob Marley y al pobre Peter Tosh mi propia energía, la tomaron y se hicieron ricos con ella…

¿Ellos, los Wailers?

Sí. Entonces quemé mi estudio y ellos murieron. Bunny, que sigue vivo, pronto estará muerto. Te lo prometo. Ja, ja, ja… Si hubiera sabido entonces que volarían no me habría arriesgado con esos pobres parásitos, no hubiera intercambiado mi energía con esos pobres parásitos. Nunca habría dejado que se acercaran a mi casa.

Es cierto que Marley y Tosh han muerto…

Y Bunny Wailer morirá también, no tardará en hacerlo, y yo tendré mi revancha. Dijeron que, cuando vinieron a que les produjera, no tenían dinero pero pagaron por las sesiones. Si pagaron las sesiones por qué fueron tan estúpidos y me dejaron las cintas para que yo las vendiera. ¡Vaya mierdosa estupidez la suya! ¿Cómo podían pagar por las sesiones cuando ni siquiera tenían dinero para comer? El primer coche que tuvo Bob Marley lo compró Lee Scratch Perry, lo pagué en metálico y se lo ofrecí como regalo. Bob Marley vivía en mi casa. Fui a Miami y lo traje desde Miami. Su madre se alegró cuando me lo llevé, porque su madre ya no podía seguir alimentándole. Ja, ja, ja…

¿Qué les enseñaste musicalmente?

Si no les hubiera enseñado algo estarían donde hoy está Coxsone, en ninguna parte. Nadie les conocería, no tendrían reconocimiento internacional.

¿Sientes la misma rabia hacia otros artistas?

Cuando vinieron a mi no tenían dinero, pero dicen que pagaron por las sesiones. ¿Por qué entonces dejarme las cintas si las habían pagado? No es una buena mentira. Ellos no sabían decir una buena mentira.

¿Todavía produces a artistas jamaicanos?

Ese día jamás volverá, el día en que produzca a otro artista jamaicano. Dicen que yo estafé a todos los músicos jamaicanos y después estafé a todos los jamaicanos en mi tienda y estafé a todos los DJs jamaicanos en mi estudio. Así que no dejaré que vuelvan a chuparme la sangre, ahora estoy en el negocio del espectáculo.

¿Es esa la razón de que residas en Suiza?

Sí, me escondo de los vampiros.

¿Eres feliz allí?

Estoy mejor en Suiza. Allí tengo a mi esposa sexy y mi hermana sexy, ella es mi hermana y mi esposa [se refiere a la mujer blanca, madurita pero de muy buen ver, que es su esposa y representante]. Hacemos niños. No hacemos niños, ahora hacemos ángeles. Uno se llama Shiva y el otro Gabriel. Shiva viene de Hare Krishna y Gabriel viene de los cielos.

¿Eres rastafari?

Pues claro…

Veo que portas una imagen de Haile Selassie…

No es el pelo el que te hace rasta, sino el corazón. Porque cuando tu corazón está vivo, tu corazón es una fuerza de la vida. No tu pelo, el corte de pelo es solo una moda.

No debe haber muchos rastas en Suiza.

No, porque el rastaman lleva el pelo largo, pero cuando el rastaman tiene un corazón puro se le da la bienvenida en todas partes. Si el rastaman de Jamaica no tiene el corazón puro no podrá vivir en Suiza. Algunos venden cocaína y eso no les gusta a los suizos, así que son expulsados del país.

¿Qué te parece España?

Me gusta mucho. La gente de aquí está muy enamorada y se mantiene unida. Se puede ver que han sido bendecidos con la sabiduría, y lo saben, si no lo supieran no escogerían a Lee Scratch Perry. Cuando eligen a Lee Scratch Perry suben más arriba y llegan más lejos. Todos aquellos que me escogen estarán en la cumbre, y los que no lo hagan se quedaran en un pozo sin fondo comiendo mierda como Bob Marley, llorando en el pozo. ¡Acusarme a mi de robarles! Yo no les robé, intenté ayudarles. Me robaron toda mi energía y mi sonido para llevárselos a Chris Blackwell, pero yo les advertí de que Chris Blackwell era un vampiro. Antes de que ocurriera yo ya dije que Chris Blackwell estaba matando a Bob Marley. Y Bob Marley murió. Le mataron con cocaína. Estoy seguro de eso. Luego se dieron cuenta de que habían matado al músico, esto es un hecho. Yo lo veía venir antes de que sucediera, pero no me hicieron caso. Bob Marley era prisionero de la cocaína en Estados Unidos.

¿Mató Blackwell a la gallina de los huevos de oro?

No, no. Chris Blackwell no mató a la gallina de los huevos de oro. No es tan estúpido. Si existiera una gallina de los huevos de oro me necesitarían a mi.

¿Cómo fue la experiencia como comisario del pasado festival Meltdown?

La Reina estaba bajo un hechizo vudú de mala suerte y visitó a un brujo. Este buscó a mis amigos en Inglaterra y ellos me llamaron para que luchara contra ese maleficio en el Royal Festival Hall. A raíz de aquello la Reina está mucho mejor. Ella había cometido el error de escoger a Bob Marley y Rita Marley, de ahí que cayera bajo el hechizo, por eso tuvo que buscarme, para que yo acabara con la maldición. Debería haberle cobrado, pero es muy maja. Me llamaron para que acabara con la mala suerte, pero no me pagaron lo suficiente, así que la maldición no se ha roto del todo. Ja, ja, ja… Sé que me han utilizado, pero ha sido un placer.

¿Qué opinas del momento actual del reggae?

¡Es mi pastel de cumpleaños! Enloquecí cuando vi lo que Bob Marley hacía en Jamaica y quemé mi estudio. Querían que el auténtico reggae desapareciera, pero no puede desaparecer. El reggae lo creó una fuerza poderosa, fue creado para permanecer y es mío, no de Coxsone, ni de Blackwell, ni de nadie más. Estaba tan enfadado, pero eso fue bueno, pues de lo contrario el reggae no habría surgido con aquella fuerza, con una fuerza que fue un maleficio para ellos. Mató a Bob Marley y mató a Peter Tosh, también matará a Rita Marley, pero, ah, el regalo de Dios es la vida eterna. Ellos mintieron y deben morir por sus lenguas. Lo que das es lo que recibes, y lo que dices siempre vuelve a ti y te muerde la lengua. Dios bendijo la música reggae, de lo contrario la música reggae hubiera desaparecido. Sigue habiendo mucha gente pobre en el mundo, y mucha gente que se aburre, la música reggae es una bendición para todos ellos y para mi. Estoy muy satisfecho de lo que he hecho. Lo digo con total respeto y un grandísimo amor.

 

Texto: Ignacio Julià. Publicado en Ruta 66, nº 200, diciembre2003.

 

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