Este divertido libro de todo un experto y todoterreno en literatura bien podía haber entrado en nuestras recomendaciones para Sant Jordi. Como no lo hizo nos hacemos eco ahora de él. Lo firma un hombre con amplia experiencia literaria pero apellido muy musical, Enrique Mercado. Actualmente es el director de la Editorial Varasek, especialmente recomendada para los aficionados a la Beat Generation, la poesía y los libros de viajes. Enrique ha escrito y publicado de todo esto y algunas cuantas cosas más. Novelas como Memoria Del Tiempo Breve o las recientes y sorprendentes El Círculo Moldenhauer o La Feria.
Además libros de poesía, obras de teatro, ensayos, libros de viaje y hasta un guapo libro infantil con música, en el que le ayudan los Suburbano, como La Ballena Que Iba Llena. Pero con su apellido, Mercado, tenía que ser también rockero y músico (¿primo de Rosendo?). Por eso le faltaba un libro tan chulo como este Diario De Un Rockero Suburbial (La Tentación De Mi Niña) que en sus 300 páginas es una excelente manera de recordar que en los 80 hubo otras músicas suburbiales y otras historias musicales ajenas a La Movida Madrileña.
Enrique, poeta y cantante por entonces, estuvo en una banda de glam-rock tipo Bon Jovi como Vértigo. Eso fue antes de crear Meiga ya mediados los 80. Aquí narra su historia trufada de libertad, auténtico espíritu salvaje y en la que no faltan el amor, el sexo o los excesos de todo tipo. Al hablar de su vida y de su obra se cruzan otras bandas e historias que tuvieron lugar al hacer conciertos con grandes de la época como Asfalto o Los Suaves. Buena idea la de intercalar entre la narración las letras de sus canciones que funcionan también como poemas.
Es el caso de «Perdedor» inspirada en el 1984 de Orwell. No faltan confesiones como su idolatría por Lennon o sus aventuras y desventuras con la menor Lidia a cuyos padres no gustaba por dedicarse al rock. Te ríes con los gajes de los conciertos de la época y su precariedad o con el lema de los Meiga, “Sexo, orejas a la plancha y rock & roll”, que por algo son de Leganés. Recuerdo para esas noches de risas y de no acordarse de nada y también para la odisea de los concursos de rock. En algunos de sus directos se atrevían hasta con el «Johnny B. Goode» del viejo Chuck con letra de Supertramp. La intercalación de amenos diálogos en algunos capítulos es otro punto que ayuda a que se lea el libro con suma facilidad. Eso sí, Gando, está en Gran Canaria, no en Lanzarote. Chulísima encuadernación de La Tentación De Mi Niña. Con motivo del libro ha habido hasta un frustrado intento de retomar los Meiga que ha dado lugar a 7 nuevas canciones que Mercado quiere intentar tocar con otros músicos.
Texto: Txema Mañeru
