Encuentros

Lord Diabolik, cien por cien ‘’frañoles” y ciudadanos del mundo

Desde Perpinyà, Lord Diabolik lanzan al mundo entero un fantabuloso elepé que sube el listón —¡y de qué manera!— en lo que se refiere a retro-garage-punk molante, dejando atrás a la mayoría de bandas que hoy practican ese género al parecer inextinguible. Quizás porque el dúo tiene raíces españolas y la sangre caliente; seguramente porque se lo toman más en serio de lo que parece. ¡Cómo suenan estos “fous du garage, mon Dieu”!

Frankystein (voz, guitarra) es un veterano de la escena que vivió la explosión del rock gabacho en los años ochenta, cuando el sello New Rose publicaba maravillas y el fanzine Nineteen validaba el ruterismo extremo al otro lado de los Pirineos. Se buscó un socio más joven, Néné (bajo, batería, voz), que a sus 19 años demuestra una capacidad innata para esta música jubilosa y gamberra. Su elepé Ne Juge Pas (Sweet Grooves Records) es uno de esos plásticos que renuevan la fe en el rawk’n’roll.

“Estos dos enmascarados te invitan a su fiesta de sudor, a que te quites la coraza y abraces al Dios Party con total soltura”, aúlla Juanito Wau en la nota de prensa. “El disco perfecto para la liturgia del baile, el calor, los amigos y la emoción, sí, ¡todo eso volverá!, ¡no lo dudes!”. El trapisondista levantino, líder de los añorados Wau y los Arghhs, no falla en cuestiones garage-punk pa-ti-pa-tu-primo. Hazle caso y únete al culto diabólico.

El rock francés siempre se nutrió de “frañoles”, desde los tiempos de Hot Pants y Kingsnakes. ¿Sois conscientes de esa tradición?

Frankystein: Sííííí… y desde hace mucho tiempo. Adoramos a la Mano Negra, por ejemplo, y a Los Mescaleros. Bueno, la lista es larga. Es el resultado de un rock de “frañoles” y del mestizaje musical desde Orán, Alicante, Barcelona, Perpinyà o París… Francia está así o debería estarlo. Nos gusta la riqueza de la mezcla cultural en la música, el arte o la cultura. Los dos tenemos orígenes en Valencia, Orán y Alicante… ¡cien por cien ciudadanos del mundo, claro!

Existe un libro fantástico que trata de eso, la combinación de la música pop, rock, ska, rai, etc., con los extranjeros de estos países, a ver, árabes, italianos, jamaicanos y, claro, españoles, desde los cincuenta hasta las noventa, en París y Londres. Se titula Music Migration. ¡“Formidable”… o de puta madre!

Lo tocáis todo entre Frankystein y El Néné. ¿Cómo lo hacéis en los conciertos?

F: Pues primero trabajamos la demo junto a las letras de nuestras canciones. Entre los dos hacemos los arreglos para guitarra, batería y voz; luego lo grabamos tal cual y añadimos lo que falta o lo que nos gusta. Somos bastante detallistas y al poder tocar distintos instrumentos, batería, bajo, guitarra, lo hacemos. Una vez acabada la sesión de grabación de las canciones del disco, arreglamos de nuevo los temas para los conciertos. Y lo hacemos, ¿cómo no?, para dos instrumentistas.

¿Qué bandas y solistas os alimentaron de niños para resucitar con tan alocada energía y buen gusto el mejor rock’n’roll en sus variantes surf y garage?

F: El Néné y yo somos mods y tenemos la retrocultura en las venas. A pesar de nuestra diferencia de edad… treinta años, je, je, je… desde niños compramos al desmadre 45rpm. o elepés de todos los estilos. Es como una droga, pueden ser de blues, jazz, mo’jazz, R&B, soul, ska, boogaloo, surf, garage, beat, ye-ye o rock’n’roll, hasta cumbia o salsa. Amo a Link Wray, que se dice es Dios, ¿no? Y a Bo Diddley porque es el mejor. Soy fanático del garage y el rock’n’roll sudamericano y del ibérico también.

Néné: Los Yardbirds y los High Numbers me vuelven loco. Y Bo, porque es el mejor… Como baterista, me pone también Art Blakey con su versionaca del «Moanin’». ¡Es una pasada, ché!

El título, Ne Juge Pas, es toda una declaración moral. ¿Nace de la actual proliferación de puritanos en las redes?

F: Para nosotros, no es nuevo; seguramente viene de nuestra educación de “frañoles”. En nuestras familias se respeta como una diosa a la abuela, ¿sí o no?… y, claro, a la mami y las hermanas… sino te golpean sin cortarse con las zapatillas. Lo veo normal, y respetamos a todas la chicas, sin discriminación de color o no sé qué. Lo de las redes, bueno, qué decir… mucho bla-bla-bla y siguen los crímenes machistas. Por supuesto el problema es la falta de respeto y educación, ¡punto pelota! El tema «Ne Juge Pas» lo escribimos para explicar el poder de las máscaras de lucha libre. Somos elegantes, enmascarados pero salvajes, en el escenario.

Vuestras canciones suenan a nietas de «Louie Louie» y «Twist & Shout». ¿Siguen valiendo los “nuggets” originales para la actualidad?

F: Más que “nuggets”, el rhythm’n’blues, por favor… La música negra está en el origen de todo y todavía sigue por aquí. Luego, veo muy interesantes las versiones o adaptaciones mongolas de las bandas de América del Sur, Francia, Italia y, claro, España. Adoramos adaptarnos como una segunda piel a estos temas inmortales, y poner letras nuestras. Los Cramps eran muy buenos en esto… ¡y Wau y los Arghhs también!

«Loco Te Patina el Coco» es «Wild Thing» de los Troggs. ¿El grupo más infravalorado de la historia del pop británico?

F: Sííííí… y me da rabia más que pena. Tuve la suerte de entrevistar a Reg Presley antes de un concierto de los Troggs en el Heartbreak Hotel de Séte. Era nuestro CBGB en los años ochenta. Allí, yo era DJ. Había conciertos todos los sábados: Dr. Feelgood, Troggs, Pretty Things, Dogs, Barracudas, Alex Chilton, Hot Pants, etc. Reg me comentó que, después de tantos años de ir de “losers”, estaban a punto de sacar un nuevo disco más heavy… jo, jo, jo… producido por Peter Buck de REM, ¡buaaaah! Charlamos dos horas de sus libros sobre dibujos circulares alienígenas en los campos y me anunció que le habían contactado para la banda sonora de una peli de mierda [Cuatro bodas y un funeral, 1994] donde suena la versión de una banda, Wet Wet no sé qué… Cuando falleció, su canción «Love Is All Around» fue número uno de ventas en Reino Unido y otros países. Pero no cobró un duro. Así es la dura ley del rock. Hay un montón de “beautiful losers”, como Alex Chilton o Jesse Hector de Los Hammersmith Gorillas, a los que considero dioses de la música popular.

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Brutal suena «Amor Espero», con ese vocalista enloquecido, puro Them, ¿cómo surgió?

N: Vino Franky para grabar el último tema que nos faltaba, y tenía esa letra, escrita después de separarse del amor de su vida, su ex pareja, una maña, con quien él vivía en el Delta del Ebro. Una vez grabado, faltaba algo y, como Sony Daze había tocado la armónica en otras dos canciones, lo llamamos de nuevo para «Amor Espero». Sin embargo queríamos una armónica más suave, más Rollings del principio.

F: Como tenía una letra basada en algo real, mi exquisita historia de amor, cantarla me salió de las tripas. También soy cinéfilo y la inspiración del título vino de la película mexicana Amores perros de Alejandro Iñárritu.

«JB Lover» es puro delirio funk. ¿Una pista, quizás, de vuestro futuro en próximas entregas?

N: La música negra, sea jazz, blues, funk o soul, está en la raíz del rock y la adoramos.

F: Considero a James Brown como un dios. Es como un Elvis del funk. Tenía su propio sello, se lo montó todo él mismo, y con ese TCB [taking care of business] todo fue perfecto. Mas que un homenaje, es toda una actitud a seguir. Preparamos otro elepé y, quién sabe, la pista funk, soul, boogalo parece evidente. Ché, no he dicho nada, ¿ein?

El elepé suena desinhibido y feroz, pero muy bien grabado. ¿Cómo lo conseguisteis?

N: Amor al detalle, y respetar los códigos y trucos de las grabaciones de nuestra década favorita, los Sixties.

F: Por supuesto, con un montón de material vintage. Revox, Vox AC30, mesa de mezclas y echo o reverberación, todo de válvulas. Guitarras y bajos Silvertone, Danelectro, Rickenbacker, batería Premier Red Sparkle Kit de 1964, Fuzzbox… De coña, todo con un viejo Macbook y dos micrófonos Shure 55… y mucha paciencia. Y, por supuesto, ¡el talento de Tony Bender alias el Néné! El amigo Marc Hacquet del estudio Speed Records de Valencia, otro “frañol”, lo finalizó con su mastering mágico.

¿Qué queda de aquella Francia que, desde los cincuenta y hasta los ochenta, fue el último bastión del genuino rock’n’roll?

F: Mejor me callo… Nos falta de todo, bares, salas de conciertos, discotecas, programas de radio y televisión, fanzines y lo más importante, público. Pero, gracias a Dios… ooops, perdón, a Link Wray… tenemos fantásticas bandas de jovencitos como los amigos de Les Grys-Grys. El Manu tenía que tocar la armónica en este disco, pero debido al covid no pudo venir y contamos con Sonny Daze. También Les Lullies, The Glendas, Les Arrogants, The Wave Chargers. Aunque a nosotros, los “frañoles” de Perpinyà, nos da un poco igual. Estamos a una hora y media de Barcelona y para bailar, ver un concierto o comer bien con amigos, cruzamos los Pirineos y disfrutamos de nuestra tierra.

N: Con mis 19 añicos, lo que sé de todas esas décadas de la gloria del rock franchute se resume en nuestros vinilos de Dutronc, Les Playboys, Gainsbourg, Nino Ferrer. De los singles de Bain Didonc más oscuros hasta la Mala Vida de Mano Negra. Nos queda esta herencia, ¡una gran influencia en nuestra música!

Merci beaucoup, mes potes!

F&N: Gracias a ti, Dr Rawk, todo un placer. Y esperamos verte en nuestros conciertos que seguro daremos este verano en la madre patria, nuestra querida España. ¡Salud!

 

Texto: Dr. Rawk

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un comentario

  1. me gustaaaaaa…me gustaaaaa !

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