Encuentros

Copernicus Dreams, contra viento y marea

Buenas melodías y excelentes canciones. Eso es lo que ofrecen los cántabros en sus discos. Todo lo que se apuntaba en Sunrise (2015) y The Honeymoon (2017) se ve multiplicado en su último trabajo discográfico. Goals & Illusions es la sublimación de la formula, un disco que refleja el estupendo momento que atraviesan, ese instante donde todas las piezas encajan y todo fluye de la forma deseada. Así que viajemos, virtualmente, hasta la costera localidad de Castro Urdiales para que Chus González, guitarrista, vocalista y compositor, nos cuente cosas sobre Copernicus Deams…

Me enteré de vustra existencia con vuestro segundo disco, The Honeymoon, hasta ese momento eráis unos perfectos desconocidos para un servidor. ¿Qué me puedes contar acerca de la banda? ¿Cómo empezasteis? ¿Os conocíais de antes?

Mi banda de toda la vida era Gramophone Man. En 2012 decidimos tomarnos un descanso y personalmente fue una decisión difícil de digerir. Tanto tiempo tocando, ensayando, sentía que me faltaba algo. Así que sin ninguna intención concreta deje a un lado la Telecaster y me centré en mi guitarra acústica. Empecé a componer y al ser algo de andar por casa me atreví a cantar. Hice algún bolo en solitario, la bola empezó a girar y luego llegó un viejo amigo de la universidad, Luis Ruiz, que fue el detonante de todo. Con Luis se creo un vinculo fraternal  instantáneo y aunque en ese momento él ya padecía leucemia la música y el grupo se convirtieron en nuestra fuerza para pelear contra la enfermedad. Vamos, sin darme cuenta habían nacido los Copernicus Dreams.

Imagino que durante todo ese tiempo habrá habido altibajos. La vida se llevó a Luis, amigo antes que compañero de banda, y ahora presentáis algunos cambios en la formación. ¿Cuál es el estado actual de la banda?

Tener un grupo no es fácil. Es lo mas parecido a jugar a los discos chinos. Son cinco personas con sus vidas, trabajos, estudios y situaciones personales. Tras la gira de The Honeymoon para Chan e Igotz llego un momento en el que era complicado por diferentes motivos seguir en la banda, así que Maki, Pablo y yo nos pusimos en busca de batería y guitarrista. Con José Ochoa a las baquetas fue fácil porque fuimos compañeros mucho años  en Gramophone. A Carlos se lo recomendaron a Maki y fue un acierto como persona y como músico. Actualmente tras lanzar el disco hemos retomado los ensayos y estamos preparando un directo a la altura del disco.

Lo que es evidente escuchando los tres discos es que en cada uno de ellos se aprecia una evolución constante. Algo que en este último se da de forma notable… El sonido, la producción, el acabado de las canciones… Mirar adelante, progresar… Ese es el reto, ¿no? ¿Contentos con el resultado final de Goals & Illusions?

El objetivo lo marco Luis, tirar contra viento y marea. En el camino hemos sido cada vez mas exigentes y eso nos ha llevado a hacer mejor las cosas. Con Honeymoon quise mejorar Sunrise y con Goals & Illusions sentimos que hemos dado de nuevo un salto importante en todos los sentidos. Estamos muy satisfechos.

El título es parte de la filosofía… Retos e ilusiones. ¿Es eso estar en Copernicus Dreams? Asumir los desafíos, compartir las ilusiones…

A mi me gustaría que esto fuese a veces un poco más tranquilo, porque en poco tiempo hemos vivido mucho y me ha costado horas de sueño y preocupaciones pero al mismo tiempo muchísimas satisfacciones. Pero sí, en nuestro ADN no vale rendirse tan fácil ante la adversidad. Los cambios siempre los hemos visto como nuevas oportunidades para avanzar. La moraleja de nuestras canciones siempre es en positivo, a pesar de partir de algo complicado. Goals & Illusions estaba escrito antes de la pandemia y ahora que todo ha cambiado ha tomado incluso mas significado.

Las influencias son claras, el folk y el rock norteamericano de nombres como Wilco, Byrds, Jayhawks, Dylan & The Band o Neil Young pero también afloran ciertos tintes progresivos y aires de psicodelia. ¿Cómo se llega a ese sonido? Si no me falla la información en algunas bandas anteriores le dabas duro al hard rock…

Si, en Gramophone Man hacíamos hard rock, psicodelia, un rollo muy progresivo. Soy un apasionado de esos géneros. Pero también es cierto que adoro a las bandas que mencionas, todo eso pasado por mi coctelera mental da como resultado nuestro sonido. Con Gramophone los temas eran muy largos, con muchas partes, era una gran banda. Con Copernicus busque más la sencillez a nivel de estructuras, pero sin dejar a un lado esas influencias del pasado.

En una entrevista del ya lejano 2017 con Kepa Arbizu para El Giradiscos comentabas que te sentías muy a gusto desnudándote en las letras de las canciones. Que no tenías reparo en expresar en ellas tus sentimientos y vivencias. ¿Sientes lo mismo en estos momentos?

Si, la verdad que es una buena forma de escupir lo que te duele, o de pregonar lo que te hace feliz o lo que te da miedo. Hasta  la fecha mis sentimientos o situaciones vividas han dado para tres discos. Y me da que con la que esta cayendo, unido a una serie de cambios en mi vida personal seguirá siendo así. Espero encontrar la inspiración suficiente para acompañar esos sentimientos de acordes y melodías

Grabáis en los estudios Gaua. Que además han sido recientemente reformados. Imagino que ya sois como de la casa, la relación con Jon Asier sobrepasa lo meramente profesional e incluso editáis los discos en su sello discográfico… Un entorno ideal para trabajar, ¿no?

Las nuevas instalaciones de Gaua son un escándalo. Disfrutamos muchísimo los días de grabación. En cuanto a Asier, creo que aquí de nuevo aparece la mano de Luis. Siento que el dejó todo encaminado para que Asier ocupase un papel muy importante en mi vida y en la de la banda. En Gaua hemos encontrado un sello, un gran estudio…. pero por encima de todo una familia. Asier es muy grande.

Y repites de nuevo como productor. ¿No has pensado en que quizás una mirada diferente sería positiva? ¿O bien tienes perfectamente claro lo que quieres?

Las canciones de Goals & Illusions se gestaron en mi casa como las del disco anterior. Hoy en día tener un home estudio te permite la opción de dar mil vueltas a los temas. Así que a la hora de llegar a  Gaua tenía muy claro lo que quería. La grabación fue sencilla, las mezclas no tanto. Asier y yo sudamos la gota gorda, porque es un disco lleno de detalles. De cara a próximos trabajos no descarto nada, lo que si es cierto que hasta la fecha las cosas han funcionado.

Las diez canciones del disco radiografían todas las caras de la banda. Pero hay algunos matices… El soul aparece en «Matter of Time», los arpegios de guitarra, los fraseos de teclado, los coros…

El disco tiene mucha variedad, pero todo llevado al sonido Copernicus. No es fácil conseguirlo pero creo que tras estos años se podría hablar de un sonido identificativo de la banda. «Matter of Time» aparte de todo lo que mencionas  cuenta por primera vez con la voz de Maki como solista, lo que hace que tenga mas soul todavía. Cantar con ella es todo un privilegio.

«Vicious Circle» y «Old Days» viajan en ácido y se envuelven de atmósferas más densas… ¿Seguiremos por ahí en un futuro?

Quién sabe… No sería una mala noticia puesto que me encantan ambas. La verdad es que a la hora de componer me dejo llevar. La canción es la que va pidiendo la onda y el tipo de arreglos.  «Vicious Circle» habla de la banda y en «Old Days» miramos a través de una ventana al pasado, recordando con nostalgia  los que fuimos y los que ya no están.

Aunque quizás la canción emblema del disco sería «Tonight The Stars»… Los suspiros de pedal steel, el country cósmico, el sol, el espíritu de Laurel Canyon…  ¿Qué me cuentas sobre ella?

Pues creo que ya sois unos cuantos los que habéis destacado «Tonight the Stars». Es un medio tiempo, a lo Neil Young, que intenta recrear lo que sería una noche de verano mirando a las estrellas acompañado de alguien especial mientras bebes una copa de vino.  Es un tema muy emocionante, romántico, en el que aparece una de las guitarras más bonitas del disco, se trata de un arreglo con un delay simulando una lluvia de estrellas.

Si no voy errado editáis por primera vez en vinilo. ¿Lo tenías en mente o bien las circunstancias se han alineado para ello? ¿Os hace ilusión verlo en ese formato?

Tener un vinilo, ha sido cumplir un sueño. Hasta la fecha no habíamos podido hacerlo, era una asignatura pendiente, pero esta vez si. Hicimos pre venta de 100 copias y se vendieron en 6 días. Hemos reeditado para poder llevar mas copias en los conciertos. Tener el vinilo y encima con el diseño que ha realizado el artista cántabro Maichak Tamanako ha sido una autentica gozada. ¡Suena distinto!

¿Os habéis visto afectados por el COVID19 para la grabación? ¿Cómo os habéis organizado para grabarlo?

 Pues realmente no mucho, la grabación en un principio estaba prevista para la Semana Santa del 2020, así que se aplazo al mes de junio. Cada uno sabía lo que tenía que hacer así que llegamos a Gaua con los deberes preparados de casa. Luego en Gaua tuvimos la sensación de estar aislados del mundo. Lo de fuera no importaba. Tenemos un magnifico recuerdo. Nos costo volver a la realidad.

En lo que seguro os afecta, como a todos, es en presentarlo en directo. ¿Habéis podido ofrecer algún concierto en estos meses? ¿De qué manera afrontáis esta situación?

Nuestro último concierto fue en diciembre del 2019. La verdad es que hemos retomado hace unas semanas los ensayos con  la esperanza de poder presentar el disco en directo cuanto antes. Cuando llego la pandemia teníamos bastantes fechas cerradas y por su puesto se cayeron. Ahora estamos disfrutando de la vuelta al local. Aprendiendo a tocar de nuevo nuestras canciones. Sin prisa pero sin pausa.

Para terminar, estás a cargo de SER Surfing, un podcast de la emisora SER en Cantabria dedicado, obviamente, al surf… ¿Qué tal la experiencia? ¿Lo abordáis solo en su vertiente deportiva o bien también tocáis la cultura, incluida la música, que creció a su alrededor?

El surf es mi otra gran pasión. En estos tiempos difíciles ha sido mi válvula de escape. Soy periodista y llevo en la radio media vida. Así que lo propuse a la dirección y me apoyaron. Para mi está siendo una magnifica experiencia, contar algo que te apasiona es un privilegio. Buscamos las historias que se esconden detrás del deporte, y por su puesto con cabida para la cultura o la música. Tengo la fortuna de que me acompaña en el viaje nada más y nada menos que José Pellón de los mismismos Melopea.

Manel Celeiro

Fotos: Maichak Tamanaco

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