Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
Dentro de la escena catalana, y estatal, del blues no hace falta presentación alguna para estos dos hombres. Involucrados en todo evento que se precie y dispuestos a apuntarse a cualquier bombardeo, sobre todo si hay blues, whisky y cerveza por medio. Así, entre copas y en un bar, tal y como nos contará luego uno de los protagonistas, se originó este proyecto que ha tardado lo suyo en poder verse terminado y publicado, pero ya saben, más vale tarde que nunca. El periodista y escritor Manuel López Poy y el músico Blas Picón funden cada uno su arte en Aires de Tormenta, que no es ni un libro, ni un disco, sino un todo cristalizado en ambos.
Manolo tuvo la idea de crear una serie de relatos ambientados a principios del siglo XX, años de agitación social y política, con guerras, enfrentamientos, ricachones y políticos queriendo conservar sus prebendas frente a una clara concienciación de la clase trabajadora en busca de reclamar (y conseguir) unos derechos que les proporcionaran una vida mejor y poder abandonar la miseria y la situación de supervivencia que les envolvía y, al mismo tiempo, ponerles acompañamiento musical. Nueve historias de ficción que en esos insurrectos Aires de Tormenta acaban hermanándose con la novela negra, otra de las pasiones de Manolo, y que nos meten de lleno, entre otros escenarios, en la huelga de La Canadiense en la ciudad condal, el motín de los marineros soviéticos en 1917, los asesinatos de Hildegart Rodríguez y Andreu Nin, la revolución Mexicana, o la lucha de los anarquistas contra el estado fascista italiano.
El encargado de la banda sonora, como ya habrán adivinado, es Blas Picón, cantante y compositor, armonicista y batería con una larga trayectoria a sus espaldas. Al que pudimos hacerle una pequeña entrevista para que nos contara algunas cosas más sobre todo el asunto.
Compones las canciones una vez leídos los relatos escritos por Manolo. ¿La letra coincide con lo que narra en el texto o es simplemente un punto de partida?
Compuse cada canción tras la lectura de cada relato. Pero también recabando información sobre los personajes y situaciones históricas. Manolo me dio libertad para escoger el vínculo que quisiera con cada historia: un personaje, un hecho particular del momento, e incluso sensaciones que surgieran de la lectura. Las canciones están inspiradas en los relatos, pero tienen vida propia. La intención es conseguir dos obras, la literaria y la musical, que se complementen, pero a la vez se sostengan por sí mismas. Entendiendo que el punto de partida es siempre el relato.
A nivel musical te veo más abierto que nunca, no solo hay blues si no que te acercas a otros géneros para escribir las canciones…
He querido hacer un disco de canciones, donde cada una tenga su propia entidad, como es el libro, y no un disco de blues. Por supuesto se ve de qué pie cojeo, tampoco tengo muchos recursos (es lo que tiene escuchar solo blues y sus hermano/as). Pero es cierto que me he salido de mi zona de seguridad, seguramente motivado por el proyecto en sí. Cada canción me he costado parirla como nunca antes, y he contado con la ayuda de Mario Cobo (productor y músico en el disco), y su sabiduría, en algunas de ellas. A nivel creativo es lo más difícil, pero a la vez gratificante, que he hecho.
Si ya es complicado vender discos y libros en los tiempos que corren imagino que un híbrido de las dos cosas empeora la situación… ¿Cómo se os ocurrió el proyecto?
A estas alturas tod@s sabemos que el negocio no es la motivación. Hay que ser muy gilipollas para meterte en estos fregados pensando que “¡esta va a ser mi puerta al éxito, ríete, Tío Gilito!”. De hecho, Manolo y yo tenemos competiciones de a ver quién es más lerdo…pero no quiero aprovecharme de su senectud.
La idea fue, cómo no, de Manolo. Me lo propuso el Honky Tonk Blues Bar y no creo que hubiera acabado la frase cuando ya le estaba diciendo que sí. Novela negra, anarquismo, blues… ¿Qué puede fallar?
De hecho en un principio tenía que haber sido editado también en versión vinilo. Imagino que los problemas financieros lo han limitado a solo el CD. ¿No?
Si, esa era la idea en el primer crowdfunding, pero como bien dices, los números no salieron y tuvimos que rebajar expectativas para hacerlo realidad. La inmensa suerte es que tuvimos una ayuda desinteresada impresionante de artistas que se involucraron solamente por el placer de participar en ello. Aires de Tormenta no sería realidad sin toda esa manada de locas y locos que se enamoran de un proyecto sin contemplar un beneficio.
¿De qué forma os habéis planteado llevarlo al directo? ¿Lo haréis (cuando podáis) de manera conjunta? Alternando lectura y música o bien de otra manera…
Lamentablemente, solo tuvimos una oportunidad de hacer una presentación. Fue en el ciclo Blues & Boogie de L’Hospitalet, contando con Mario Cobo, pero debido al Covid fue sin público y en streaming. Por ahora, dada la situación, no contemplamos ningún evento como presentación, aunque tampoco nos rendimos.
El formato en esa presentación fueron unas palabras de Manolo explicando el proyecto y luego el concierto. La turra de Manolo tiene su límite, y la paciencia de los músicos también, así que hubo más música que lectura. El libro es una joya que cada uno/a tiene que disfrutar mediante la lectura.
Una última cuestión, todas las canciones compuestas por ti excepto «Jarama Valley» de Woody Guthrie para la historia de Lo Que Gritan las Paredes… ¿Por qué esa y no otra?
Manolo me dejó claro que para ese relato quería una versión de «Jarama Valley», ya que era una historia sobre las Brigadas Internacionales durante la guerra civil, y esta canción se acabó convirtiendo en un referente a est@s luchador@s antifascistas. Aunque Manolo ejerció de dictador en este caso, que para eso es gallego y en el pazo no le hacen ni caso, me dejó margen para hacerla a mi manera. Además creo que le gusta, aunque puede ser que sí o que no.
Epílogo:
Si bien el libro y el disco funcionarían igualmente por separado es de forma conjunta cuando todas las piezas encajan. Leer cada relato con la grabación sonando de fondo es la manera adecuada de hacerlo. Dejando que Manolo te lleve con su prosa por esos tiempos convulsos mientras Blas, perfectamente respaldado por Mario Cobo, Alfonso Alcalá, Óscar Rabadán, Víctor Puertas y DC Wallace, conjura ritmos de blues, country, folk y ragtime para acompañar esas vidas agitadas.
Manel Celeiro
Si estás interesado en adquirir Aires De Tormenta puedes hacerlo escribiendo a airesdetormenta@gmail.com
https://youtu.be/fQ_8HltgHz0