Hoy tenemos que despedir a Javier Hernández “Boni”, guitarra, cantante y miembro fundador de Barricada. Un cáncer de laringe le arrebataba la voz hace un par de años y ahora la vida.
Fue en el 82 cuando decidió aunar esfuerzo con Enrique Villareal “El Drogas” para dar luz a un proyecto que heredaba el discurso musical del Leño y lo elevaba a himnos imperecederos, siendo piedra angular lo que a la postre se llamó Rock Urbano. Pese a que muchos cronistas del Gremio del Postureo nos quieran despistar con el efecto de La Movida, Barricada se acabarían confirmando como una de las formaciones estatales más importantes de finales de los ochenta y primeros noventa, tanto en convocatoria, ventas, como en la calidad de sus obras, gracias a la facilidad en proyectar reflejos de aquella sociedad y los anhelos de aquella juventud. No en vano, los de Pamplona sirvieron como casilla de salida para muchos chavales que empezaban a aficionarse al rock.
Su áspera voz, potente como una tuneladora, sonaba a siderurgia, a cadena de montaje y a barrio gris, el timbre perfecto para dejarnos grabados a fuego canciones como “No Hay Tregua”, “Okupación”, “Rojo”, “La Esquina del Zorro” o “Lentejuelas”.
Tras la desaparición de Barricada en el 2013, Boni reprendió su carrera en solitario editando dos álbumes, siendo Réquiem Por el Mundo editado en el 2018 su último trabajo de estudio, del cual ya no pudo presentar en directo por culpa del avance de la enfermedad.
Que la tierra te sea leve, Boni
Texto: Vicente Merino
