Los descubrimos con su excelente EP The Roots. Ahora, dos años después, la banda cordobesa Same Fire ha sacado su disco de debut en plena pandemia. Un trabajo redondo y cohesionado titulado As Humans y que han publicado en el sello Mono No Aware Records. En esta ocasión han contado con la colaboración de Sergio Valdehita en los teclados y Luis López Pinto que se ha encargado de los arreglos de cuerda y viento metal. En este disco exploran sonoridades más luminosas pero con el rock alternativo siempre por bandera. Con ellos hablamos de su música, de As Humans y de cómo ha sido publicar un disco en plena pandemia.
Para aquellos que no os conozcan. ¿Cómo y cuando nació Same Fire? Creo que veníais de formar parte de otros grupos de la escena cordobesa.
Edu: Sí, como grupo llevamos tocando desde mediados de 2017, pero todos habíamos tenido algún proyecto anterior. Álvaro y yo llevábamos algunos meses diciendo de quedar para tocar juntos y nos pasábamos discos y canciones… Cuando lo convencí salió un boceto de canción esa misma noche, así que ahí notamos que podía estar chulo montar algo con banda. Llamamos a Paco, con quien había tocado en un proyecto anterior y que en aquel momento formaba parte de la banda de Álvaro en solitario. Empezamos a tocar y conseguimos enganchar a mi hermano Dani.
Paco: Yo conocí a Edu y a su hermano, Dani, durante un proyecto musical que compartimos anterior. Después, conocí a Álvaro Guerrero y empecé a formar parte de su proyecto personal. Todos los cabos empezaron a unirse y surgió el amor. A partir de ahí, nos íbamos viendo una vez a la semana y traíamos ideas, riffs o alguna melodía y nos juntamos con cinco temas en los que creíamos lo suficiente como para que Álvaro nos liase y nos metiera en un estudio de grabación.
¿Por qué este nombre para la banda?
Álvaro Guerrero: Hemos asumido que el naming no es lo nuestro, pero nos queda el consuelo de que antes era hasta más complicado (risas). En su origen fuimos Crossroots, en una especie de homenaje al famoso festival de Clapton, al Blues y a la mezcla de influencias. Fue ya durante la grabación del primer EP que estuvimos dándole vueltas y finalmente nos decantamos por Same Fire porque nos gustaba el concepto de que las canciones fueran como una hoguera alrededor de la cual nos sentábamos a compartir y, si la gente se reconocía en las canciones, podía unirse a nosotros.
En vuestro anterior EP The Roots, ya contásteis con Juan Blas a la producción. ¿Qué aporta avuestra música para que volváis a confiar en él?
Edu: Creo que, sobre todo, mucha confianza y seguridad. Cuando grabas eso es muy importante. Lo cierto es que en Westline Studios siempre nos hemos sentido como en casa y Juan siempre ha sido muy cariñoso con nosotros y con los temas. Además de como ingeniero de grabación, también confiamos mucho en él desde el punto de vista de la producción, algunos arreglos o decidir el cierre de los temas. Ahí hemos trabajado un poco ‘a la antigua’ y nos lo llegamos a traer a Córdoba en pleno verano para terminar las canciones con él. No sé si él estaría dispuesto a preproducir algún otro disco en Andalucía durante el mes de agosto, pero a nosotros nos funcionó muy bien y lo pasamos genial (risas).
Este disco, a diferencia de vuestro debut cuenta con mucha más producción. ¿Cómo ha sido el proceso de grabación? ¿Ha sido muy diferente al primero?
Paco: Bastante, de hecho abordamos el proceso de forma muy distinta. Hicimos las referencias como un mes antes de entrar a grabar ‘lo bueno’ para poder analizar las canciones de forma un poco más objetiva. Y luego, en lugar de grabar por instrumentos, lo hicimos por canciones. Cada día y medio o así terminábamos una canción, por lo que el sonido de cada track está trabajado de forma individual. Además, te metes muchísimo más de lleno en la canción y van surgiendo ideas sobre la marcha.
Álvaro Guerrero: Eso estuvo muy chulo porque al final tanto nosotros como Juan estábamos todo el rato pensando de forma simultánea en el bienestar de la canción, no en si ese golpe de caja ha sonado más flojito que el anterior o tal guitarra debería sonar más crunch. Además creo que la principal diferencia con el EP es que en esta ocasión teníamos en la cabeza ‘hacer un disco’, no grabar las canciones para tener una carta de presentación. Pensamos en arreglos que probablemente serán muy difíciles de replicar en directo, pero que aportaban a los temas y creemos que le dan riqueza a la experiencia de escucha.
¿Qué significa As Humans, el título del disco? ¿Y de qué hablan vuestras canciones? No sé si era buscado o no, pero el disco tiene algo de conceptual. Y un sonido muy redondo.
Edu: ¡Muchas gracias! Lo cierto es que hacer un disco conceptual nos parece dificilísimo, pero sí que le hemos encontrado ese hilo conductor por encontrarnos todos en etapas vitales parecidas: compartimos miedos, alegrías, decepciones y, básicamente, entre nosotros hablamos de todo. Eso al final empapa un poco las canciones aunque seamos varios los que escribimos letras para el grupo. En As Humans hemos querido plasmar las imperfecciones que todos tenemos, los espacios comunes
a todas las personas, las inseguridades, el sentimiento de pérdida o el no encontrar tu sitio. Creemos que al final son cuestiones en las que mucha gente puede verse identificada: desde estar en una relación, amistades que fallan, sentimientos que se comparten con indiferencia de tu cultura o religión, etc.
¿Cómo nace una canción de Same Fire? ¿Cuál es vuestro proceso creativo?
Edu: Es totalmente grupal. Generalmente, alguno tiene una idea y la lleva al local de ensayo y a partir de ahí empezamos a trabajar hasta que, casi siempre, no tiene nada que ver con lo que había en la cabeza del que la escribió. Pero eso es lo más divertido, porque ves cómo las canciones crecen y evolucionan.
Luego desde el punto de vista de las letras es verdad que trabajamos por fases: Paco, que es licenciado en Filología inglesa hace una primera revisión que vuelve a quien la ha escrito para que el sentido no se vea alterado; y después siempre buscamos el toque final de un angloparlante nativo que corrija expresiones que, pese a que sean correctas, no estén en la ‘jerga’ de una persona que habla inglés como lengua materna.
Paco: Más que vigilar la ‘jerga’, lo que más nos interesa es que nuestras canciones crucen las fronteras de nuestro país. Intentamos tener cuidado con frases hechas y algunos conceptos gramaticales que nos puedan ‘delatar’, para así poder acercarnos a distintos puntos del mundo donde se hable el inglés como primera lengua. Como decía Nelson Mandela: “Si hablas con un hombre en un idioma que entienda, lo que digas llegará a su cabeza, pero, si le hablas en su idioma, lo que digas llegará a su corazón”. Hay 379 millones de angloparlantes en el mundo, digo yo que a alguno engañaremos (risas).
Luis López Pinto y Sergio Valdehita se han encargado de los arreglos. ¿Qué han aportado a vuestra música y cómo ha sido trabajar con ellos?
Álvaro Guerrero: Una gozada pero también una experiencia de aprendizaje brutal. A Luis lo conocí porque estuvo de asistente de grabación en mi primer EP en solitario y ya ahí me pareció un genio, un tipo con un oído privilegiado que ahora está trabajando mucho por encontrar su sitio haciendo música para audiovisuales. Cuando Juan nos propuso que fuese él quien se pusiera al frente de los arreglos de cuerda y viento metal, no lo dudamos. Luego trajo a un ejército de músicos increíbles que tocaron con todo su corazón para nuestras canciones y creo que es un día que no olvidaremos jamás.
Y bueno, ¿qué decir de Valdehita? Tener a un tío de ese nivel musical y humano en tu disco no solo es una apuesta segura sino también un privilegio. Fue un honor que aceptase tocar con nosotros, poner su Hammond y su Rodhes al servicio de los temas y también aportar un punto de vista creativo.
Una vez acabado el disco, Daniel, vuestro batería decidió dejar el grupo. Supongo que no ha sido algo fácil, sobre todo teniendo en cuenta que Dani es hermano de Eduardo, el cantante del grupo.
Edu: Supongo que lo bueno es que todos somos amigos, además del hecho de que Dani es mi hermano. Es algo que tenemos claro que está por encima de otras cosas. Siempre tuve presente que Dani tenía un orden de prioridades que podrían chocar con los intereses de la banda, y siempre se preocupó por dejarlo claro. Eso no quita que fue un revés un poco duro a nivel personal, y que llegado el momento pillase algo de sorpresa al grupo.
Álvaro Moreno ha sido el encargado de sustituirlo. ¿Cómo llegasteis hasta él?
Álvaro Guerrero: Álvaro Moreno tocó en mi proyecto durante un año o así y grabó en mi primer EP. Nos conocíamos por amigos en común y siempre hemos tenido muy buen rollo. Cuando pasó lo de Dani lo cierto es que era nuestra primera opción…y no había más sobre la mesa en aquel momento. Ahora el tío se sabe los temas mejor que nosotros (risas) y ya estamos empezando a componer cosas todos juntos de forma muy natural.
Álvaro Moreno: Cuando Álvaro me llamó estábamos en pleno confinamiento y lo cierto es que fue todo muy fluido. El trabajo que venía haciendo Same Fire ya me gustaba como público y componer cosas nuevas está siendo muy ilusionante. No obstante, lo que me motivó realmente es el punto personal: somos una banda de amigos que intenta trabajar lo máximo posible por las canciones y lo cierto es que me apetecía volver a ese punto de encerrarnos en un local a hacer temas desde cero. Yo venía de un parón musical de un año aproximadamente y lo que me dejaron claro desde el primer momento es que querían a alguien que fuese parte de la banda tanto en lo musical como en las cervezas después del ensayos, no solo un tipo detrás de las baquetas.
El disco tendría que haber salido en primavera pero por culpa de la pandemia todo se ha retrasado y no habéis podido presentarlo en directo. ¿Cómo habéis vivido a nivel musical toda esta situación? Muchos de los músicos con los que he hablado me decían que no han sido muy prolíficos componiendo, sino que se han bloqueado. ¿Ha sido ese vuestro caso? ¿Habéis hecho algún concierto online para paliar la falta de directos en vivo?
Paco: Hemos visto de todo en este sector y hemos hablado con muchos compañeros que, como bien dices, han llegado a bloquearse y otros que han conseguido aprovechar el ayuno de directos para componer. En nuestro caso, después de pasar mucho tiempo componiendo este disco, grabarlo y dejarlo preparado para que salga a la luz, el mundo coge y se para. Es algo que sólo podría ocurrir en una novela de H.G Wells (risas). Resumiendo, estamos agotados a nivel mental con todo lo que ha supuesto hacer este trabajo. Pero es natural, ya que lo que deberíamos estar haciendo ahora es defenderlo en los escenarios y empezar a componer nuevo material de una forma más pausada.
Por otro lado, no hemos apostado aún por hacer conciertos online, ya que eso supondría invertir en un equipo de grabación que nos permita hacerlo con una calidad adecuada. Hemos sido muy perfeccionistas con el disco, pero también queremos serlo con el resto de cosas que hagamos en el futuro.
¿Cuáles son vuestros siguientes pasos?
Edu: Siendo sincero, no tenemos ni idea (risas). La pandemia ha roto el ciclo natural para las bandas: componer, producir, grabar y tocar. Ahora mismo poco podemos hacer además de confiar en la ciencia y esperar. Ojalá para 2021 podamos volver a cierta normalidad, aunque sea poco a poco. Y ese es el horizonte con el que trabajamos ahora mismo. Echamos mucho de menos la carretera y nos preocupa en qué situación quedará el sector, al que sin duda hay que ayudar de una forma u otra y a todos los niveles: desde los creadores hasta las salas o el personal técnico.
Álvaro Moreno: Creo que hemos hecho lo que podíamos hacer: lanzar el disco y encerrarnos de nuevo en el local de ensayo, tanto para preparar un directo potente de cara a la reapertura del circuito de conciertos como para componer nuevo material, que ya veremos cómo abordar de cara a futuras grabaciones. Había pocas opciones más, a parte de frenar o rendirse definitivamente.
Texto: Anabel Vélez