Curioso personaje el chaval este. Oriundo del Yukon y apasionado de la Naturaleza, se ha pasado años viajando por América ya fuera a pie, en bici o canoa. De Vancouver al Amazonas, de Portland a Minnesota y de ahí al Golfo de México bajando el Mississippi; tocando en la calle, trabajando de voluntario y documentando sus andanzas en video. Un trotamundos rubio, sanote y además licenciado en Artes (o algo así). Vamos, que se lo presentas a tu madre y lo cambia por ti en menos que canta un gallo.
Pero además compone y graba, y el puñetero no lo hace nada mal. In This Place es su tercer trabajo tras Thirsty Hearts (2016) y Shine Through The Dark (2017), un disco de melodías certeras, lleno de vitalismo y amor por la vida, fundamentado –excepto momentos puntuales- en lo acústico y defendido –magistralmente- con una voz fuera de lo común. Porque ese es su punto fuerte, de largo. El folk rock de adscripción indie, como el suyo, está plagado de clónicos y plomizos rascatripas, así que encontrar una garganta como la de Thorin es todo un hallazgo. No porque sus canciones sean mediocres, que no lo son, pero es que todas y cada una de ellas ganan muchos enteros gracias a un tono y una interpretación vocal magníficas, a medio camino entre Sivert Høyem y Eddie Vedder, para que se sitúen.
Anda por las redes este último trabajo, absolutamente recomendable para llevarlo encima cada vez que se alejen del asfalto. Entre árboles y arroyos, donde fue inspirado, lo disfrutarán como Dios manda.
Eloy Pérez