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Nico, la esfinge, de musa warholiana a ícono contracultural, pionera gótica y avant-garde

 

“Mi carrera comenzó de verdad después de Velvet Underground”, dijo en una oportunidad Nico. Años después, en una de sus escasas entrevistas, declararía: “He estado arriba, he estado abajo, los dos lugares están vacíos”. Nico, modelo, actriz, cantante, compositora, diva vanguardista e iconoclasta, de notoriedad subterránea, tan fría como poseedora de un enigmático carisma, así como de una voz grave, glacial e impenetrable. Acompañada de su armonio repleto de sueños opiáceos y letras nihilistas que cruzaban fronteras mentales, era su manera de expresar, entre otras cosas, el vacío existencial que sentía.

Nacida en 1938 como Christa Päffgen en Colonia, Alemania, en plena etapa nazi e hija de una familia de judíos húngaros que emigraron a dicho país, su padre falleció en un campo de concentración. Luego de finalizada la segunda guerra mundial, Nico y su madre se van a vivir al destruido sector americano de Berlín. Siendo una adolescente aun, es descubierta por un fotógrafo de moda, Herbert Tobias, responsable de su nombre artístico, inspirado en un ex amante de él, el director de cine griego Nikos Papatakis, amén de que ella se mostraba disconforme con su nombre original. Decía que el mismo le parecía “muy alemán”.

De la mano de Tobias, y favorecida por su belleza y sus rasgos nórdicos, Nico filma varios avisos publicitarios en Europa. Como actriz, tuvo par de apariciones no acreditadas en películas menores, cuando durante unas vacaciones en Roma en 1960, se cruzó con el rodaje de “La Dolce Vita”, y Fellini le propuso participar de la película, interpretándose a sí misma.

Luego es contratada por Chanel, pero opta por marcharse a Nueva York, donde pensaba que era el lugar donde podía encontrar una escena más afín a sus intereses artísticos.

En 1962 tuvo su único hijo, Ari, fruto de una esporádica relación con Alain Delon. El famoso actor francés nunca quiso reconocer a su hijo, incluso hasta el día de hoy (demandas judiciales mediante), de manera que Nico crió sola a su vástago en sus primeros años, incluyéndolo en su bohemia rutina. Ya siendo adolescente, consciente del poco recomendable estilo de vida de Nico, su hijo fue llevado a vivir por la madre de Delon, Edith Bolougne, junto a ella y su segundo esposo, generando la ira del actor, que no le dirigió la palabra a su madre por 17 años. Su hijo contó, en cierta ocasión, que, en una de las esporádicas visitas que le realizaba su madre para visitarlo, el mejor regalo que recibió de ella fue una…naranja.

Años después, Ari declararía que fue su madre quien lo introdujo en los opiáceos. Es famosa la anécdota que relata que, cierta vez en que Ari sufrió una sobredosis y estuvo más de tres días al borde la muerte. Nico fue al hospital donde se encontraba internado su hijo, munida de una grabadora para poder registrar los sonidos del respirador artificial que asistía a su retoño, y los latidos de su corazón, con el fin de incluirlo en su disco siguiente.

Ya instalada en La Gran Manzana a comienzos de los ´60, Nico comienza a formar parte del selecto grupo que integraba la troupe de Andy Warhol, junto a figuras como Edie Sedgwick entre otras, participando en varios de los films experimentales rodados en la Factory, pasando a ser una especie de icono de la modernidad de la época. Como único antecedente musical, en 1965, Nico había grabado en Londres a instancias de Brian Jones, el single “I´m Not Saying”, que pasó sin pena ni gloria.

Warhol, por ese entonces, operaba como una especie de manager musical de una promisoria banda neoyorquina, los Velvet Underground.

Entusiasmado con la banda, Warhol los incluye en un espectáculo multimedia (música,cine,danza,etc) llamado “Exploding Plastic Inevitable”, para lo cual casi les impone como cantante a esta modelo de ascendencia alemana que era la última sensación: Nico. El grupo la acepta de mala gana, permitiéndole cantar sólo en tres de las canciones, aunque con la condición de anunciarse como “The Velvet Underground and Nico”, tal como se llama el disco debut, financiado casi totalmente por Warhol, y editado a princípios de 1967. El álbum (uno de los grandes terremotos en la historia del Rock) presentaba una banana en su portada (obra de Warhol), que en ese momento, albergaba connotaciones tanto sexuales como voladoras, ya que corría una versión acerca de fumar cáscaras desecadas.

Todos los temas de este seminal disco se han convertido en clásicos, básicos para entender mucha de la mejor música que se hizo en las décadas subsiguientes, incluso hasta la actualidad. Entre los temas cantados por Nico (junto a “Femme Fatale” y “I´ ll Be Your Mirror”), se destaca el inmóvil hipnotismo de “All Tomorrow´s Parties”, con su voz profunda, gélida y ominosa.

Para 1968, Lou Reed decide tomar las riendas del grupo, quedando afuera Nico, al igual que Andy Warhol.

A Nico se le adjudicaron romances con Brian Jones, Iggy Pop, el citado Reed, Leonard Cohen y Jim Morrison, entre otros. Este último, fue una figura importante para ella, porque fue quien la animó a escribir sus propias canciones y le dió la idea de proseguir su carrera en solitario.

“Chelsea Girl” (1968): su debut discográfico, luego de su salida de los Velvet Underground. Su disco más exitoso, pero más convencional, si se quiere. Igualmente, cuenta con grandes canciones en clave nostálgica, en una especie de folk orquestal, contando con la colaboración compositiva de Jackson Browne, Bob Dylan y sus ex compañeros Lou Reed, John Cale y Sterling Morrison, que la acompañan también tocando en varios de los temas del álbum. Sobresalen, la lírica “The Fairest of the Seasons”, la delicada “These Days”, la emotiva “Somewhere There´s a Feather” (todas cortesía de Browne), la melancólica “Little Sister” (de Cale y Reed), la dylanita “I ‘ll Keep it with Mine” y la homónima (pero en plural) “Chelsea Girls” (Reed/Morrison). A Nico no le gustó la grabación final, disconforme, sobre todo, con los sonidos de flautas incluidos. Pero lo mejor estaba por venir…

“The Marble Index” (1969): Con este disco, Nico inaugura su etapa más artística, como compositora e intérprete. Oscura, minimalista y vanguardista, es el primer opus de su influyente trilogía discográfica de auténtica experimentación, con la ayuda en la composición y producción de su amigo John Cale.

Fue editado por Elektra (a instancias de su cazatalentos Danny Fields) y grabado en cuatro días en septiembre de 1968, aunque editado en 1969. Con arreglos, teclados y viola de Cale (que interviene también en la mezcla del disco) y acompañada de su célebre armonio, el cual, a partir de aquí, seguirá interpretando por años, Nico, con su voz gélida y hermética, desgrana un conjunto de composiciones propias de crípticas letras, entre las que se destacan la hermosa y lúgubre “Lawns of Dawns”, la orquestada e inquietante “No One is There”, la dedicada a su hijo “Ari´s Song” y la crepuscular y definitiva “Frozen Warnings”, que a partir de allí continuaría interpretando en sus shows a lo largo de los años. El disco, más orientado a un sonido más centroeuropeo, vanguardista y pleno de libre experimentación, no tuvo mucha repercusión al momento de su edición, pero con los años fue un influyente trabajo. Como curiosidad, Nico grabó una especie de incipiente “videoclip” del tema “Evening of Light”, que cuenta con la participación de un joven Iggy Pop, maquillado con su cara de blanco. Según Fields, éste fue el disco menos vendido en toda la historia de la compañía discográfica.

“Desertshore” (1970): producido por John Cale, muestra en su portada a Nico, en una imagen del film “La Cicatrice Interieure” (dirigida por su pareja de entonces, Philippe Garrel). Continúa con su impronta avant garde y minimalista, asi como su voz misteriosa y sepulcral. Sobresalen la espectral “Janitor of Lucy”, la despojada y sentida “My Only Child” (dedicada a su retoño Ari) y la hermosa “Afraid”, con los delicados arreglos de piano de Cale (que en este álbum toca todos los instrumentos), así como la germánica y disonante “Mütterlein”.

“The End” (1974): producido de nuevo por su fiel amigo John Cale, este álbum vendría a ser el último capítulo de su influyente “trilogía avant garde” de los ´70. Cuenta con la colaboración de dos Roxy Music, uno ex y otro actual (en esa época), Brian Eno en sintetizadores y Phil Manzanera en guitarras, además de Cale en piano. Con un sonido aun más hermético y cuasi monocorde que en sus anteriores trabajos, Nico continua con su solemne y glacial voz germana y su inseparable armonio, destacándose la escrutadora “Innocent and Vain” (favorita de Morrissey, fan confeso de ella), la morrisoniana “The End”, que Nico, con la ayuda de Cale, transforma en una desoladora y escalofriante suite, y “Das Lied Der Deutschen” (himno nacional alemán desde 1922, prohibido desde 1945), recibiendo críticas por parte de la prensa musical e incluso por parte del público en sus shows, acusándola de profesar ideas fascistas. Nico argumentó que su intención fue versionarla, en una sintonía similar a la interpretación hendrixiana del himno americano “Star-Spangled Banner”.

En enero de 1972, se reúne en Paris con sus ex socios Lou Reed y John Cale para un show televisado por la tv francesa, interpretando clásicos velvetianos y algunos temas propios, registro plasmado en el disco en vivo “Le Bataclan ´72”.

En 1974, Nico participa de la grabación, en vivo en Londres, del legendario álbum “June 1, 1974”, junto a colegas como Eno, Cale y Kevin Ayers. También participa, a fines de ese mismo año, como invitada, en un controvertido concierto de la banda de Krautrock alemana Tangerine Deam en la catedral de Reims, Francia.

Nico se instala en París a principios de los años setenta, teniendo una larga relación amorosa con el director under Philippe Garrel, con quien filmó aportando su hipnótica presencia en varias películas del mismo.

Permanece musicalmente poco activa durante el resto de la década, salvo por algunos recitales, inmersa en la heroína. En 1978, luego de haber sufrido el robo de su mítico armonio, su fan Patti Smith le regala uno en señal de admiración. Para ese entonces ya no era rubia, cambiando su look y adoptando uno de ropas negras, con botas moteras, pre-gótica, y luciendo una cabellera más oscura, intentando ocultar su belleza.

En esos años, su figura comienza a ser revalorizada por las nuevas generaciones, pasando a ser influencia para primigenios Post Punks y Darks, como Joy Division, Bauhaus, Julian Cope, Siouxsie and The Banshees y lunáticos como Throbbing Gristle, entre otros.

Preocupada en generar ingresos para costear sus “hábitos”, lo que cada vez le era resultaba más difícil solventar con los ocasionales shows que ofrecía para su núcleo reducido de adeptos, aceptó la propuesta de otra de sus parejas, que conoció en Paris a fines de los ´70 de grabar un álbum, financiado por el mismo.

“Drama of Exile” (1981): nuestra heroína hace su regreso discográfico, ya en los ´80, con este disco de sonido más “moderno”, con una base de instrumentación étnica y una aceitada banda que la acompaña. Grabado en Londres, en esta ocasión deja aparcado su armonio, orientándose a una sonoridad más Rock. Álbum infravalorado en su momento, contiene grandes temas, como el oriental “Genghis Khan”, la efectiva “One More Chance”, su muy buena versión del clásico velvetiano “Waiting For the Man” (que siempre quiso cantar, pero Lou Reed se lo impidió en su momento) y del “Heroes” de Bowie, así como la marcial “Sixty Forty” (estas tres últimas pasarán a formar parte de su repertorio en vivo de la época).

Ese mismo año, edita el simple “Saeta/Vegas”, de sonoridad cercana al “Drama of Exile”, pero más oscura.

En 1981, se instala en Manchester, donde permanece parte de los ochenta, continuando con su adicción (descubriendo que era más barata la heroína en U.K.), En 1984, Nico comienza un tratamiento de metadona para desengancharse de su dependencia al caballo. En ese tiempo, empieza a mostrarse más activa, brindando en general destacados (y a veces erráticos), conciertos, acompañada de una banda más estable, realizando esporádicas apariciones musicales en clubs de Europa, Japón y Estados Unidos (en 1979 ofrece varios shows en el CBGB´s, sola y en compañía de John Cale).

“Camera Obscura” (1985): acompañada por su backing band de la época, The Faction, e influenciada por Phillip Glass y Steve Reich, encontramos en el que sería su último trabajo de estudio, una mixtura entre ritmos tribales con repeticiones minimalistas.

Grabado en 1985, en Londres (para el sello Beggars Banquet Records), y producido nuevamente por John Cale (el cual se encontraba en su peor fase de adicción al alcohol y la coca) y marcado por el hecho de que Nico, a pesar de sus intentos de desintoxicación, seguía coqueteando con la heroína. El disco nos muestra a una Nico con un tratamiento de su voz más atenuada y la presencia de sintetizadores, en un intento de experimentación electrónica de su colega Cale. A destacar las étnicas “Into the Arena” Y “Tananore”, la pétrea y tecno “My Heart is Empty”, así como su delicada versión de “My Funny Valentine”.

Además, se editaron, entre los más destacados, los discos en vivo “Do or Die” (1982), “Behind the Iron Curtain” (1986), “Fata Morgana”(Nico´s Last Concert) (1988).

Nico en su última etapa, tenía la particularidad de lucir sus tobillos morados, pues tenía la costumbre de inyectarse siempre en los mismos.

Finalmente, decidida a hacer un cambio de vida, consigue cobrar sus derechos de autor, recibiendo una importante suma de dinero. De esta manera, Nico decide asentarse en la ciudad de Ibiza en 1988, ya limpia y con el propósito de tratar de vivir una existencia más tranquila junto a su hijo Ari (fruto de su relación con Delon), con quien mantuvo, como vimos, una tempestuosa relación a través de los años.

Cerca del mediodía del 17 de julio de 1988, Nico le avisa a su hijo que debía ir al pueblo para comprar marihuana y que no se demoraría mucho en regresar. Decidió salir en bicicleta, pero ataviada con ropas de lana para ocultar su ya deteriorada figura, justo en la hora más calurosa del día más caluroso de ese tórrido verano. Tuvo una insolación, que a su vez la hizo caer de su vehículo y le produjo un fuerte golpe en su cabeza. Fue recogida en la carretera por un lugareño que la llevó a dos o tres hospitales de la zona, pero sin lograr que fuera admitida en ninguno de ellos, debido a que no contaba con seguro médico. Finalmente, fue recibida por la Cruz Roja y posteriormente falleció, producto de una hemorragia cerebral.

En cumplimiento de su voluntad, sus cenizas fueron esparcidas en Berlín, en un pequeño cementerio ubicado en el bosque de Grunwald, sobre la tumba de su madre, el 16 de agosto de 1988, en una reducida ceremonia íntima, con la presencia de algunos pocos de sus amigos. En una reproductora de casetes, sonó en su honor el tema “Mütterlein” de su disco “Desertshore”.

“God Bless You, Nico”

Texto: Augusto de Lazzari

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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