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A solas con todo el mundo, tributo a Vic Chesnutt de No Aloha Records

«No adoro nada, ni dioses que no existen / Amo a mis antepasados, pero no ritualmente / No necesito altares de piedra para cubrir mi apuesta contra la oscuridad que se avecina / Eso es lo que es» – «That Is What It Is»

Dos meses después de editar el álbum que contenía esta canción, At the Cut (Constellation Records, 2009), el cantautor estadounidense Vic Chesnutt se quitaba la vida tomando una sobredosis de los relajantes musculares con los que llevaba años mitigando los dolores que atenazaban su cuerpo desde que un accidente de coche le dejara postrado en una silla de ruedas, semiparalizado, en 1983, con tan solo 18 años.

En 1985 se trasladó a Athens, Georgia, donde empezó su carrera musical con el apoyo de Michael Stipe, de R.E.M., que le produjo Little y West of Rome (ambos en Texas Hotel, 1990 y 1991), desnudas, quebradizas y austeramente mágicas joyas de folk-rock con las que nos asomamos al mundo de alguien cuyas cicatrices emocionales no (solo) se explicaban atendiendo a las secuelas físicas provocadas por aquel fatal volantazo del destino. Su pequeño gran talento obtuvo una mayor repercusión mediática a raíz de Sweet Relief II: Gravity of the Situation (Columbia, 1996), disco en el que artistas como Garbage, The Smashing Pumpkins, Sparklehorse, Kristine Hersh, Cracker, los propios R.E.M., o la mismísima Madonna, hacían versiones del cancionero de Chesnutt a beneficio de Sweet Relief Fund, fundación sin ánimo de lucro que sigue apoyando a profesionales de la música necesitados de apoyo asistencial, médico o financiero.

Foto: Jem Cohen

Fue esa una constante a lo largo de su vida, pero la imperiosa necesidad de exorcizar sus demonios en forma de canciones con esa clarividencia tan suya, mezcla de desarmante ironía y descarnada sinceridad, y la complicidad de colegas músicos –de Bob Mould a Lambchop pasando por Widespread Panic, Elf Power, Thee Silver Mt. Zion Memorial Orchestra o Guy Piccioto de Fugazi–, le mantuvieron a flote y plenamente creativo conformando una discografía que sobrepasó la decena de referencias. Hasta el día que Chesnutt ya no pudo soportar más esa losa en forma de facturas del seguro médico y se entregó a esa misma muerte a la que en «Flirted With You All My Life», también de At the Cut, le había cantado «Oh muerte, oh muerte, oh muerte. Claramente, no estoy preparado….»

Su fallecimiento, con apenas 45 años, dejó lógicamente desolados a sus seres queridos y a su pequeña gran legión de seguidores, aficionados y compañeros de profesión, todos ellos hechizados por el talento puro, el genio sin pulir con bellas imperfecciones de un artista que no debería quedarse como una nota al margen en la crónica de la escena alternativa estadounidense de los últimos 30 años. Seguramente evitar eso sea el objetivo que persiguen los artífices de We Are Never Alone. Songs of Vic Chesnutt, nuevo tributo y primera referencia discográfica del recién nacido sello No Aloha Records, de Reus. Un proyecto hecho con el mimo y la pasión que se merece el legado de Chesnutt y para el que los padres de la criatura, Jordi Ximeno y Rosa Manero, han contado con la complicidad de fans del malogrado cantautor como Ana Béjar, Ran Ran Ran, Salto, Casa das Feras, Algunos Hombres, The Standby Connection, Senior i el Cor Brutal, El Ososmbroso Folk de los Badlands, Islandia Nunca Quema y Llum. Contactamos con algunos de ellos –y con el artífice del precioso diseño de un LP edición limitada que puede adquirirse aquí— para que nos cuenten por qué las canciones de Vic Chesnutt son el mejor aliado para hacer más llevadera la soledad.

Jordi Ximeno, No Aloha Records
La idea de publicar un homenaje a Vic Chesnutt surgió a finales de 2017, un día que estaba cocinando y escuchando Is the actor happy? Fue el disco con el que entré en su mundo y me enamoré de su música; ha sonado muchas veces en casa y también lo he pinchado en Punt 6 Ràdio de Reus, emisora donde llegamos a entrevistar a Chesnutt, gracias a Mark Kitcatt de Caroline Records. Así pues, la idea del tributo ya navegaba por mi cabeza desde hacía tiempo; se la comenté a mi pareja y su respuesta fue: “¿Y por qué no? Adelante”.

¿Por qué Vic Chesnutt? No existe una razón en concreto más allá de que sus canciones emocionan, son de una belleza extrema. Es fácil sentirse embrujado por su voz, por la crudeza, ironía y sinceridad de sus letras y por unos discos cargados de naturalidad. Escuchar sus canciones es como sentir al propio Vic tocando en el comedor de casa, con una fragilidad y una emoción que pocos artistas saben transmitir. Si sólo nos pudiésemos llevar 10 discos a una isla desierta uno de ellos sería suyo.

La idea inicial era publicar un single con dos bandas haciendo sendas versiones pero la cosa fue creciendo hasta proyectar un doble single que finalmente se convirtió en el LP de 10 temas que hemos publicado. Contactamos con grupos que ya conocíamos (Casa das Feras, Standby Connection, Ran Ran Ran y Salto) y con otros que creíamos que se sumarian a la propuesta. Y así fue. Para nuestra sorpresa, todos se enamoraron con la idea.  Ver el disco hecho realidad es un éxito, mucho más en las circunstancias actuales. Es el resultado de la ilusión, el esfuerzo y la suma de brío y energía de las diez bandas, de Marc Volpini con el diseño y de No Aloha gestionando el proyecto.

Germán Salto
Vic Chesnutt es un artista fabuloso que consigue emocionar con absoluta facilidad. Siendo un gran letrista no se conforma con aplicarle a los textos melodías predecibles, sino que busca también la originalidad en las mismas. Las grabaciones son de una naturalidad brutal, como si se hubiera preocupado de intentar eliminar el mayor número posible de barreras entre los músicos y los oyentes. Además, como intérprete es emoción pura, no hay nada de impostado en él ni en su música y su forma de cantar estremece.

Da la sensación de que no hubiera nada de vacío ni de insustancial en sus canciones y que éstas son épicas en sí mismas, sin necesidad de buscar esa grandilocuencia en la instrumentación o con trucos efectistas. Martí Perarnau y yo elegimos «When I Ran Off And Left Her» porque es una canción que nos gusta especialmente y vimos que funcionaría a la perfección llevándola a nuestro terreno.

Marce Becerring y Antonio J. Moreno (aka El Ciento), de Algunos Hombres.
Para nosotros lo más significativo de Vic Chesnutt como autor es la capacidad de transmitir emociones que podía alcanzar. Algunos lo vimos en directo en el Teatro Alhambra de Granada en 2008 y aún se nos ponen los vellos de punta al recordarlo. Su expresividad, tanto con un susurro como con un grito desgarrado, era simplemente espectacular. Podía estremecerte y violentarte con sus cambios de registro vocal en una misma frase, llevando cada una de las composiciones siempre a un punto álgido.

También nos sorprendió el tono socarrón e irónico que tenía su sentido del humor. Claro que, siendo él un tipo postrado en una silla de ruedas, se entiende que acentuara esa faceta como una forma de supervivencia. Creemos que es uno de los mejores compositores norteamericanos de los últimos treinta años, al nivel de Howe Gelb o Michael Stipe, por citar dos nombres a los que estuvo ligado de algún modo. Su particular cancionero convierte el folk en algo realmente universal y mágico.

Ana Béjar
Hacía tiempo que me rondaba la idea de grabar alguna canción de Jason Molina. Siempre digo que las canciones, ya sean mías o ajenas, me encuentran, de alguna forma se acaban cruzando en mi camino o me llaman. Trabajando en la producción de Sahara Star, llegó un momento en el que necesitaba evadirme y es cuando el viejo adagio “cuidado con lo que deseas” se hizo realidad: No Aloha Records me invitó al disco tributo de Vic Chesnutt, un artista que para mí siempre compartió cielo con Jason Molina o Rainer Ptacek. Y es que a Chesnutt lo sitúo entre los alquimistas que alimentan el espíritu de otros músicos, esos que destilan la primera esencia sin pulir ni edulcorar para ser degustada y someterse al consumo. Además, y posiblemente por eso, nos empañamos con el halo de misterio, grandeza y miserias que siempre rodeó sus vidas.

Recuerdo a músicos americanos con los que giraba en mi época de Orlando, y de nuestras conversaciones sobre los colegas que admiraban. En concreto recuerdo a Howe Gelb, cómo le chisporroteaban los ojos y sonreía cuando hablaba del bueno de Vic. Luego supe que Chesnutt versionearía «Classico» de Gelb. Cadena de canciones… Y así fue como acepté el reto y agarré mi mandolina para acometer «Everything I Say», columna vertebral de North Star Deserter, a la que desde la sencillez intenté imprimir el enigma y la devoción que el espíritu de Vic provoca cuando lo escucho.

Miquel Àngel Landete, de Senior i el Cor Brutal
Desde siempre, Vic ha sido una influencia en mi forma de entender, vivir, escribir e interpretar la música. Sin ser el artista que más he escuchado en mi vida, me he sentido tan hechizado por su voz, su forma de construir esas joyas que él escribe y su magnetismo personal que ni 100 Stipes ni 1000 Tweedys llenarían el hueco que me dejó. La suya fue una historia de superación y caída constante y ese intento de vivir su vida nos ha dejado un cancionero que ya es eterno.

También está la serie de conciertos que organizamos hace justo 10 años para sacar dinero y mandarle a su viuda Tina lo que buenamente pudiéramos juntar. Un fin de semana, 4 ciudades a lo largo y ancho del estado y decenas y decenas de músicos y fans de Chesnutt reinterpretando sus canciones para disfrute nuestro y de su público.

Así que cuando No Aloha Records contactó con nosotros para este proyecto tan bonito, sentí una enorme gratitud y halago. Y también orgullo. Me enorgullezco de tener a Vic dentro de mí. Para siempre.

Islandia Nunca Quema
En el verano de 2014 decidimos grabar 8 versiones para recompensar con la edición de un casete o un cedé a algunas personas que habían participado en el crowdfunding de nuestro primer disco. Cada uno de nosotros escogió dos versiones de grupos o artistas que nos gustan y una de las propuestas de Jordi fue «Where were you» de Chesnutt, incluida en West of Rome. Buscamos hacerla con la máxima naturalidad posible, respetando el sonido austero y el espíritu íntimo y nostálgico del original.

Las versiones se grabaron de forma casera en el local de ensayo durante un caluroso fin de semana. Para We are never alone. Songs of Vic Chesnutt nos encerramos en un estudio y volvimos a mezclar la canción consiguiendo el resultado deseado. El resto de versiones, que se pueden escuchar en nuestro Bandcamp, son de Buddy Holly, Lloyd Cole, Kinks, Malcolm Scarpa, Velvet Underground, Young Marble Giants e Incrucificables.

Marc Volpini, responsable del diseño del disco
A Jordi y Roser les conocía, respetaba y tenía cariño mucho antes de saber de este proyecto, así que cuando me invitaron a participar, no lo dudé un segundo. Pocas veces uno cuenta con la libertad creativa que me ofrecían y desde el primer momento brotaron ideas. Debía ser algo especial y digno del contenido, tanto formalmente como a nivel de dedicación, por el respeto a todas las partes implicadas empezando por el propio Vic Chesnutt.

Opté por una propuesta artesanal, tan analógica como fuera posible. Las primeras ideas giraron en torno a las texturas, a la aspereza y la fragilidad que ofrecía un material tan cotidiano como el cartón; pero a medida que el proyecto avanzaba, mutamos de la intención de estampar manualmente el soporte, copia a copia, a la realización manual de este collage. El rostro de Vic, desgajado, por el que asoman las flores de su creación y sensibilidad. Flores funerarias y una mariposa: la transformación y segunda vida de sus canciones.

We Are Never Alone. Songs of Vic Chesnutt (No Aloha Records, 2020)

  1. Casa das Feras- Coward
  2. Algunos Hombres – Sobrenatural (Supernatural)
  3. Salto – When I Ran Off And Left Her
  4. Ran Ran Ran – Wallace Stevens
  5. The Standby Connection – Guilty by association
  6. Ana Béjar – Everything I say
  7. Islandia Nunca Quema – Where were you
  8. Senior i El Cor Brutal – Dona dubte (Doubting Woman)
  9. El Osombroso Folk de los Badlands – Siempre he flirteado contigo (Flirted with you all my life)
  10. Llum – Aire (Flying)

Escúchalo y cómpralo aquí.

Texto: Roger Estrada

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