Encuentros

Roni Di Capo, con el rock and roll clásico y el swing en vena

Foto: Juan Pérez Fajardo

Desde bien pequeña, cuando formaba parte de los coros de la iglesia y del colegio, Verónica Costilla – Roni Di Capo- tuvo claro que su verdadera afición era la de cantar. La primera vez que se sube a un escenario es acompañando a Buenas Noches Rose. Tenía entonces 17 años y no hay vuelta atrás, ha experimentado lo que se siente con el micrófono en la mano delante del público y se convence de que eso es lo que realmente le gusta. Animada por su profesora de canto, Ani Sun, da un paso adelante convirtiéndose en la vocalista de The Moonstones, banda de fuzz y garage soul, cuando la banda contó efectivamente con cantante femenina. Tuvieron entonces ocasión de compartir cartel con bandas de la talla de Mando Diao, The Hi-Risers o The Lords of Altamont. Verónica seguiría acumulando experiencia como vocalista de diferentes bandas de hard rock (tributos a Black Sabbath incluidos), de rock and roll, swing y rhythm and blues) y de burlesque hasta que finalmente se lanza en solitario como Roni Di Capo. Tras un primer trabajo de debut hace ahora un par de años en el que acomete versiones de temas de las décadas de los 40 y 40, el My Old Faves: A tribute to the 40s & 50s (2018) py un par de composiciones propias, «Wanna have some fun» y «No fear», que acompañó en 2019 con su correspondiente videoclip, la artista asturiana, presenta ahora el sencillo «The mission», que sirve como adelanto de su próximo disco, que verá la luz inminentemente. Hemos querido conversar con ella para que nos cuente los detalles de la elaboración de su nuevo trabajo y de su trayectoria hasta el momento.

¿En qué momento exactamente decides empezar profesionalmente como cantante? ¿Hay una fecha concreta? ¿Qué es lo que te ayuda a decidirte?

El paso de cantar a nivel amateur a hacerlo de manera profesional fue natural y progresivo porque siempre me lo he tomado muy en serio y poco a poco el esfuerzo fue dando sus frutos. Fue la consecuencia de ser muy perseverante y estudiar mucho. Sobre todo cuando decidí dejar ciertos proyectos para entrar en otros con gente profesional, unido al momento en que tomé la decisión de ir por mi cuenta y vender mi proyecto solista como Roni Di Capo.

El momento concreto de decidir dedicarme profesionalmente a cantar no está muy definido, como te digo fue sucediendo y consolidándose hace unos 10 años.

¿Cómo surge el nombre artístico o alias que decides adoptar para tu carrera en solitario?

Roni es uno de los diminutivos en inglés de Verónica; para darle un toque musical le añadí el Di Capo por el término musical ‘da capo’. El ‘Di’ le daba el toque glamuroso y la palabra ‘capo’ es bastante macarra en sí, así que me pareció perfecto: un nombre que mezclara el macarrismo del rock pero con elegancia y feminidad, que es lo que intento a la hora de vestir, cantar e interpretar.

¿Qué sonidos son los que decides abordar? ¿Qué bandas o grupos te inspiran?

Uf, soy bastante ecléctica y eso creo que se refleja en mis canciones, que son bastante diferentes entre sí y supongo que una muestra de influencias que van desde el rock and roll de los cincuenta pasando por el garage y soul de los sesenta, el hard rock de los setenta y aterrizando en el rock noventero y el stoner. Me inspiran muchísimos artistas y grupos, por su música o por su forma de cantar en el caso de las voces, por ejemplo, Wanda Jackson, Imelda May, The Bellrays, The DTs, Black Sabbath, Monster Magnet, Faith No More, Queens Of The Stone Age, Beth Hart…

¿Cómo te sirve en esta etapa toda la formación o entrenamiento que has tenido en proyectos previos tan dispares entre sí?

Todo es experiencia, aprendizaje y escuela y sirve para darte cuenta de lo que quieres y de lo que no; he formado parte de bandas de hard rock como Tierra, donde fui cantante y compositora, también fundé un tributo a Black Sabbath llamado Sabbath Cadabra y otro de música de los 50 llamado Roni’s Hot Aces (el nombre viene de Roni Di Capo); fui cantante en The Moonstones, Evil, evil girrrls & The Malvados y otros grupos de versiones. Después llegó la etapa de proyectos profesionales: el coro gospel Black Light Gospel Choir, colaboraciones con big bands (Walter Sax Big Band, Chattanooga Big Band, Crazy Cabin Big Band), el tributo a las voces femeninas de los 50 que montamos Isabel Fonseca (Lady Belle) y yo, llamado She Rocks! y también curro de corista con otros artistas como Virginia Maestro o Xabier Grey.

¿Desde cuándo te interesas por el rock and roll, rockabilly y sonidos añejos de rock clásico?

Siempre me ha gustado el rock en todas sus vertientes, lo que más, pero empecé a inyectarme en vena el rockabilly a raíz de que Willy Vijande, al que conocí en un concierto que di en la Sala El Sol cuando él era el técnico de sonido de alli, se interesara por mi forma de cantar y me propusiera formar un grupo con él, aunque nunca llegamos a montarlo pero mira, gracias a él me obsesioné con esos sonidos que tanto me han acompañado todos estos años a la hora de cantar e interpretar.

¿Cómo sueles trabajar, buscas una banda estable con la que actuar? ¿Son los mismos músicos con los que grabas? Háblame un poco de cómo haces esa selección.

Me gusta trabajar con las mismas personas y así lo hago en la medida de lo posible, más que nada por el sonido y porque son mis amigos/as, pero la gente que se dedica profesionalmente a la música y además es buena suele estar muy solicitada y metida en mil proyectos, que es la única forma de sobrevivir en la música, así que suelo tener varias opciones de confianza por lo que pueda pasar.

Son las mismas personas para tocar y para grabar salvo que haga falta una colaboración especial por el tipo de instrumento o sonido.

Háblame de tu primer disco. ¿Dónde y cuándo lo grabas? Dame detalles de la grabación. ¿Qué músicos te acompañan en la grabación?

Mi primer disco fue My Old Faves: A tribute to the 40s and 50s, una selección de temas que me encantan de los años 40 y 50 y que viene a ser un homenaje a esa música viejuna que me acompaña desde hace ya unos años como cantante e intérprete y de la que tanto he aprendido (jazz, swing, rhythm and blues, rock and roll y country). Lo grabé en 2018 en Delia Records con Manuel Varo a los mandos y los músicos fueron Juan Nieva a la guitarra, Borja Cortés a la batería y Óscar Sánchez al contrabajo.

¿Salió en formato físico?

Saqué una tirada limitada en cedé autoproducida y el disco está en todas las plataformas digitales.

¿Recuerdas cuál fue tu concierto de debut como Roni Di Capo? 

Sinceramente no lo recuerdo, seguramente fue en alguna sala de Madrid como El Intruso o algún evento de empresa o algún sitio de amenizaciones porque en cuanto saqué el proyecto como solista con repertorio de los años 50 empezaron a salirme bastantes bolos de ese tipo. Los conciertos siempre molan, aunque sea en un sitio cutre o no te oigas, incluso los sufribolos tienen su encanto, siempre se aprende algo y al final todo es experiencia.

Foto: Almudena Eced

¿Cómo compones las canciones propias? ¿Sigues algún procedimiento concreto?

Depende, a veces se me ocurre una melodía o una armonía e inmediatamente me la grabo con el móvil para que no se me olvide; luego en casa me pongo con el piano y la escribo y van saliendo las demás partes de la canción, a veces es una intro, un estribillo o una estrofa, o incluso el final de la canción, depende de mil cosas… Eso cuando no es la letra lo primero, la escribo cuando estoy inspirada y la dejo ahí hasta que se me ocurre una melodía si veo que no se me ocurre en ese mismo momento.

Las canciones las monto al piano pero toco fatal, así que escribo todo, letra, melodía y armonía del tema, lo grabo en casa como puedo y luego pido ayuda a amigos maravillosos que sí tocan muy bien, como Isaac González, guitarrista de Teté y los Ciclones, que me ayudó a maquetar varios temas del nuevo disco con su guitarra. También conté con Javi Chewbacca de Chico Diablo, que me hizo arreglos instrumentales de 2 temas; David Gwynn me echó una mano maquetando temas antes de ir al local de ensayo; me gusta ir al estudio de grabación con todo montado y muy definido, pero siempre surge algún arreglo o idea que, si mola, se mete. Ahí tiene mucho que ver Bernardo Calvo, productor del disco, que me entiende a la perfección y siempre tiene buenas ideas.

¿Dónde has grabado el nuevo disco? Cuéntame igualmente cómo seleccionas a Bernardo Calvo para la producción y la banda que tenías en la grabación

El disco lo he grabado en Studio B, el estudio de grabación de Bernardo Calvo, salvo dos temas que hubo que grabar desde casa porque estábamos confinados (voz, guitarra y y teclado) y cuyos bajos los grabó Alfonso Ferrer en su estudio (La casa de Madera) y baterías por Mariana Pérez en el estudio de José Bruno. Además de Alfonso y Mariana, han grabado David Gwynn y Marcos Wilson a las guitarras, Mónica Merino y Kike Jambalaya a los teclados, Javier Iñigo a la batería y Óscar Sánchez al bajo. Luego están los dos singles que saqué de adelanto del disco en 2019, «Wanna have some fun» y «No fear», donde tocaron Juan Nieva a la guitarra y Borja Cortés a la batería y Juan Tamayo al saxo tenor.

A Bernardo le conozco desde hace ya unos años gracias a Virginia Maestro, es un gran profesional y una bellísima persona y no tuve que pensármelo mucho. Él ha producido las canciones además de encargarse de la grabación, la mezcla y el master. Tiene muchísima experiencia y se trabaja muy bien con él, tiene todo lo que tiene que tener un buen productor e ingeniero; además de haber trabajado con Virginia también lo ha hecho con Carolina Durante, Camellos, Juventud Juché o Patricia Lázaro, entre otros.

¿Qué conciertos has dado ya como Roni Di Capo que recuerdes en especial por alguna razón?

No llevo la cuenta de los conciertos que hago, he hecho muchos como Roni Di Capo en salas de conciertos y también sitios de amenización y eventos; pero con el repertorio nuevo, el de este disco que saco este otoño y con mis nuevos temas, solo he dado un concierto, justo antes del confinamiento, y fue en la Rock Party, el concurso de bandas del Azkena Rock Festival donde quedé entre los 3 semifinalistas de Madrid de entre las más de 200 bandas que participaron. Precisamente por ser el último concierto antes del confinamiento fue muy especial para todos y, además, ha sido la única vez que he tocado los temas nuevos en directo.

¿Teloneaste a Imelda May como Roni di Capo?

Fue con Roni’s Hot Aces, un grupo que monté hace años y cuyo nombre elegimos precisamente a raíz de ponerme el nombre artístico de Roni Di Capo. Fue una gran experiencia y un buen escaparate, ella es lo más y la admiro mucho, tiene una gran carrera y es muy ecléctica, eso me encanta.

¿Qué planes inmediatos tienes?

Este otoño publico mi disco homónimo, Roni Di Capo, del que acabo de presentar el tercer single, «The mission», ya disponible en plataformas digitales y con videoclip de Juan Pérez-Fajardo, que también me ha hecho las fotos de promo y del disco, un lujazo para mí.

El disco ya está disponible en preventa a través de mi web, ronidicapo.com, y todos los pre-orders incluyen cd firmado + descarga digital gratis + packaging personalizado como agradecimiento a quienes compren antes de la fecha de lanzamiento.

En cuanto al directo, la cosa está bastante difícil, así que no hay planes definidos, desgraciadamente, y estamos todos a verlas venir, artistas, salas, promotores, bookers, técnicos… Espero que se solucione pronto el asunto de la música en directo porque es una auténtica vergüenza cómo se está estigmatizando. No hay derecho.

¿Compaginas tu carrera artística con alguna otra faceta profesional?

Como la mayoría, no queda otro remedio. Soy profe de canto especializada en inglés (ayudo a cantantes a cantar mejor en inglés, ya sea para preparar repertorio o antes de entrar en el estudio de grabación), también asesoro a otros/as cantantes con sus looks (tengo una marca de complementos y servicio de estilismo, Mona A Mano), soy periodista musical (freelance) y trabajo puntualmente en producción y organización de eventos. A mi generación le ha tocado la profesión de multitasker.

 

Texto: Tomás González Lezana

 

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